Putin ofreció crear una estación de energía atómica
Macri lo recibió en la Casa Rosada y firmaron acuerdos de pesca e inversiones; por ahora no avanzarán con la central
No hubo, esta vez, ninguna mención al fútbol que hiriera susceptibilidades. Por tercera vez en el año y por primera vez en la Argentina, el presidente Mauricio Macri y su par ruso, Vladimir Putin, se reunieron ayer en la Casa Rosada, un encuentro que incluyó una cena previa y medidas de seguridad más estrictas que las que precedieron la visita de Donald Trump, el día anterior. Todo fue con armonía y sin sobresaltos, aunque el ofrecimiento de Putin sobre la “creación de una estación de energía atómica” en la Argentina llevó a funcionarios argentinos a aclarar que por restricciones presupuestarias no se avanzará de inmediato.
“Compartimos un compromiso común contra el narcotráfico y el terrorismo, y le damos un gran valor a la relación comercial entre ambos países”, afirmó el Presidente, en la conferencia conjunta, en el Salón Blanco de la Casa Rosada.
Acuerdos en pesca, inversiones rusas en el sistema ferroviario, minería y energía, la prolongación del acuerdo entre la Radio y TV Pública y el canal Russia Today, y la posibilidad de avanzar en un convenio entre el Mercosur y la Unión Euroasiática formaron parte de la charla entre Macri y Putin, que duró algo más de una hora e incluyó una cena de merluza negra sellada y volcán de chocolate, en el Salón Eva Perón. También se habló de fútbol y de la chance de que la selección o clubes argentinos lleguen a Rusia, como parte de un acuerdo con la Conmebol.
A su turno, con tono monocorde y sin sonreír, Putin felicitó a Macri por la organización del G-20, y se mostró confiado en “hacer crecer” la balanza comercial. En su breve discurso, introdujo la creación de “una estación de energía atómica”, pero funcionarios argentinos lo relativizaron. “No es construir una central nueva, sino potenciar las que ya tenemos, como Karem, y sus pares rusas, que son centrales de pequeña potencia y uso pacífico”, dijo a la nacion el secretario de Energía, Javier Iguacel.
Del mismo modo, el canciller Jorge Faurie confirmó a la prensa que hubo un “ofrecimiento” de Putin de hacer una central nuclear, pero anticipó que las restricciones presupuestarias “no permiten prever, al menos en el corto plazo, proyectos de esta índole”.
Macri y Putin se vieron varias veces desde 2015 y se habían reunido ya dos veces este año: en la visita de Macri a Moscú, en enero, y en la cumbre de los Brics, en julio, en Sudáfrica. Todo fue cordialidad y avance, aunque con algún lunar menor: en septiembre de 2016, un chiste de Macri, cuando profetizó que la Argentina ganaría el Mundial de fútbol que organizó Rusia, motivó la incomodidad del hombre fuerte de Rusia. Ayer, Macri lo intentó de nuevo: le hizo un gesto a Putin sobre la diferencia de altura entre Faurie y su par ruso, Sergei Lavrov, pero solo obtuvo otra gélida mirada por parte de Putin.
El conflicto entre Rusia y Ucrania, que determinó la cancelación del encuentro bilateral ruso con Trump, no formó parte de la charla, explicaron testigos. Macri y Putin intercambiaron, sí, cuatro carpetas con los acuerdos ya alcanzados, entre ellos, uno de colaboración científico-técnica en pesca y apicultura, que permitirá a unas 120 plantas pesqueras argentinas exportar langostinos y merluzas a Rusia. Los otros acuerdos se relacionan con la “cooperación en materia nuclear”, el de los canales de TV y la renovación de “consultas políticas” entre ambas cancillerías.
Según datos de 2017, la Argentina tiene un saldo comercial favorable ya que exportó por unos US$506 millones, mientras que Rusia vendió sus productos al país por US$341 millones. Como se preveía, según pudo saber la nacion, Macri agradeció la asistencia rusa para buscar el ARA San Juan, a través del buque Yantar.