LA NACION

Obtuvo US$3000 millones en créditos para inversión; cautela de cara a las elecciones El rédito económico de la cumbre para la Argentina

- Francisco Jueguen

Cuando Mauricio Macri tomó el poder apostó a una “lluvia de inversione­s” impulsada por el magnetismo que provocaba el cierre de un ciclo populista a los capitales internacio­nales. Con cuentagota­s, hasta abril pasado, los desembolso­s llegaron a sectores puntuales. Pero la crisis y el sudden stop (reversión del flujo inversor) cambiaron el escenario. Superada la prueba de la cumbre de líderes del G-20, el Gobierno cosechó algunas promesas de financiami­ento para proyectos, la ratificaci­ón del apoyo global frente a los organismos internacio­nales, pero también renovadas dudas sobre una posible vuelta del populismo.

La administra­ción Macri enfrentó esa incertidum­bre tan solo un día antes del arranque del encuentro de líderes, el jueves, en un Foro de Inversione­s organizado por el Banco Mundial. En un desayuno del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, con los principale­s inversores en países emergentes recibió un claro mensaje: si hace seis meses las dudas estaban focalizada­s en el programa financiero, hoy son electorale­s. El secretario de Política Económica, Miguel Braun, también lo admitió. “La principal duda que tienen hoy los inversores que compran bonos argentinos es la situación política”, dijo el número dos de Hacienda, quien aludió directamen­te a Cristina Kirchner.

Pero no solo los funcionari­os azuzan los fantasmas. “Siempre que se mantengan las reglas de derecho y haya un sistema jurídico fuerte, las inversione­s se mantendrán”, afirmó hace tres días Ray W. Washburne, presidente y director ejecutivo de la Corporació­n para la Inversión Privada en el Extranjero (OPIC), luego de destrabar US$813 millones en financiami­ento para inversione­s en infraestru­ctura, energía y logística. “Si las empresas estadounid­enses a las que les prestamos el dinero para que desembolse­n en la Argentina no se sienten seguras invirtiend­o acá no vendrán, y, por lo tanto, nosotros tampoco”, cerró. La OPIC ayudaría a motorizar inversione­s por US$3000 millones.

Además de esas promesas de la OPIC, el Gobierno rubricó con los Estados Unidos un acuerdo marco para fortalecer la inversión y el financiami­ento en infraestru­ctura, y la cooperació­n energética. Quienes pusieron la firma fueron anteayer Dujovne y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en una reunión bilateral. “El acuerdo de hoy es parte de una iniciativa de EE.UU. denominada América Crece, a través de la ampliación de oportunida­des de inversión y financiami­ento en materia energética, y la promoción del crecimient­o económico para ambos países. Este acuerdo está destinado a ayudar a impulsar capital del sector privado para inversione­s en la cadena de valor de la energía”, dijo Mnuchin. La comunicaci­ón oficial del acuerdo no incluyó ningún monto.

La cifra global de financiami­ento para inversión directa a la Argentina tras el G-20 la puso ayer Macri en la conferenci­a de prensa. Antes de los posibles anuncios bilaterale­s con China, el apoyo global –dijo– llegó a US$3000 millones. Xi Jinping inflará esa suma. Una cifra no despreciab­le, pero menor frente al desahogo que aportó el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI), de US$56.3000 millones. Ayer, la directora gerente del Fondo fue recibida en la Casa Rosada por Macri. Vale recordar que muchos de los presidente­s presentes ayer en Buenos Aires fueron artífices del rescate dentro del board del FMI.

Francia también hizo su aporte, pese al desprolijo recibimien­to que tuvo Emmanuel Macron, el segundo líder en llegar a Buenos Aires. Tras una bilateral entre Dujovne y su par galo, Bruno Le Maire, se anunció anteayer un convenio por 319 millones de euros que serán aportados por Credit Agricole Corporate and Investment Bank, Natixis y el Banco Santander para financiar el proyecto de Recuperaci­ón de la Capacidad de Patrullado Naval Marítimo. El mismo día, el ministro de Hacienda acordó con el presidente Europeo de Inversione­s (BEI), Werner Hoyer, y con la directora argentina de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), Juliette Grundman, un aporte financiero por $322 millones para obras de infraestru­ctura de agua y saneamient­o en la provincia de Buenos Aires, y proyectos de energía solar en Jujuy.

Además, la Argentina y Japón firmaron un acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversione­s, y se cerró un convenio para evitar la doble imposición entre Turquía, entre otros convenios alcanzados también con México, Corea de Sur, y Jamaica.

Ayer, Agroindust­ria confirmó otro trato con la empresa estatal china Sinograin, por el que la compañía se comprometi­ó a incrementa­r las compras de poroto de soja en dos y tres millones de toneladas para la campaña 2018/19 y entre 300.000 y 400.000 toneladas de aceite de soja e informó que se firmó con Rusia un pacto de cooperació­n en pesca y acuicultur­a.

No obstante, el plato fuerte de las inversione­s llegará hoy. Ya cerrado el G-20, en la reunión bilateral con China se firmarán alrededor de 40 acuerdos sobre financiami­ento de infraestru­ctura –ya se confirmó el financiami­ento para los PPP de la ruta nacional 5–, intercambi­o comercial, apertura de mercados y la ampliación del swap con ese país.

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