La gastronomía y el arte, en la agenda de las primeras damas
Awada ofreció una comida y guio a sus pares por las obras del Malba
“Quisimos hacerlos sentir como en su casa y transmitirles la calidez que tenemos los argentinos”. Con esa frase, la primera dama argentina, Juliana Awada, describió a la revista Hola! el espíritu de las actividades culturales que, como anfitriona, organizó para las parejas de los líderes que participaron de la Cumbre del G-20.
De hecho, ayer al mediodía, la esposa de Mauricio Macri se encargó de oficiar una comida y un recorrido por el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba). Anteayer ya había agasajado a las primeras damas con un almuerzo en Villa Ocampo, en San Isidro.
La reina de Holanda, Máxima Zorreguieta, se sumó al recorrido de la muestra permanente que tiene el museo del empresario Eduardo Costantini, donde están exhibidas en su mayor parte obras argentinas de arte contemporáneo y otras de América Latina. “Como dijo el presidente Mauricio Macri en su inauguración del G-20, la Argentina quiere ser la voz de América Latina para el mundo”, justificaron la actividad cerca del entorno de la primera dama.
Antes del recorrido por el museo, en el auditorio, Awada presentó a sus pares un proyecto del que está a cargo y que une arte e infancia. La iniciativa consiste en la intervención de reconocidos artistas, como Marta Minujín, en distintos espacios de primera infancia para estimular la creatividad de los chicos. De hecho, la creadora de El Partenón de libros prohibidos pidió a las primeras damas que dejen su firma en una serie de sillas que serán usadas en el proyecto.
Luego de la presentación hubo una comida, cuya preparación estuvo a cargo de los chefs Fernando Trocca, Guido Tassi y Javier Rodríguez. De entrada, las primeras damas degustaron langostinos de Puerto Madryn con tomates y alcaparras, que estuvo acompañado por cerezas de Mendoza y queso de cabra con almendras.
El plato principal fue merluza de Tierra del Fuego, con berenjenas y espárragos. De postre, los chefs sirvieron unos damascos de San Juan con crema.
Mientras las invitadas disfrutaban del café, Costantini se acercó a darles la bienvenida. “Tuve la oportunidad de saludar a Máxima y a Melania Trump que se tenían que ir. Ellas no pudieron hacer el recorrido por la muestra. Tenían que cumplir con su agenda, otros compromisos. La realidad es que se cambió el orden original. En un comienzo iban a subir a la sala primero. Pero quedó de esta manera y salió muy bien”, señaló a Hola! el empresario y fundador del Malba.
Durante 45 minutos, Costantini guio a las primeras damas por algunas de las obras de su colección permanente. Awada, según contó el empresario, estuvo siempre a su lado durante el recorrido.
“Todo sucedió de manera fluida. Ocurrieron algunas situaciones memorables, como cuando la primera dama de Indonesia [Mufidah Jusuf Kalla] empezó a jugar con una obra lúdica de sonido y movimiento de Julio Le Parc. Se comportó como si fuese una niña en una juguetería. No quería soltar la obra. Yo le ofrecí si se la quería llevar a su casa por un ratito”, bromeó el empresario.
La actividad de ayer, que coordinó Awada, forma parte de otras que asumió por su rol de anfitriona de la cumbre. La primera dama estuvo a cargo del diseño de los menús que los líderes probaron en las diferentes comidas que se oficiaron en el encuentro. También eligió los souvenirs que recibieron los mandatarios y sus acompañantes: chalinas para los hombres y pulseras de plata para las mujeres. Buscó que todos los regalos llevaran el sello de Hecho en la Argentina y que estuviesen representados los emprendedores sociales.
Además supervisó la decoración de los distintos puntos de encuentro de la cumbre: desde el Salón Dorado del Teatro Colón, donde comieron los líderes y sus parejas, anteayer, hasta la recepción en Costa Salguero, donde dispuso cestos de jengibre elaborados a mano por un grupo de mujeres formoseñas que trabajan en cooperativa.
Informes: Jorge Martínez Carricart, Sofía Diamante y Paula Galloni