Democracias maduras, pero también desafiadas
La región debe resistir el facilismo populista y atender demandas sociales insatisfechas, coinciden analistas y observadores
La democracia es una joven latinoamericana que entra a la madurez sin ocultar su orgullo por su consolidación y resiliencia, pero a la vez preocupada y nerviosa por los desafíos de estos tiempos de incertidumbre. Teme perder parte de lo conseguido y espera adaptarse, aunque con retraso, a la descomunal transformación que producen en la economía mundial la revolución de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial.
Más de treinta dirigentes, politólogos, economistas y periodistas dibujaron en conjunto esa definición, reunidos por idea (instituto para la democracia y la asistencia electoral) en el círculo de madera de la Sala celso Furtado de la cepal, a orillas del rio Mapocho. En dos días y medio de sesiones y durante nueve paneles, esa síntesis encontró puntos de discusión, coincidencias, miradas contrapuestas y la certidumbre de que la ola democrática iniciada hace cuatro décadas llegó para quedarse desde México hasta Tierra del Fuego, aun a pesar de la degradación autoritaria en Venezuela y nicaragua y del añejo régimen cubano. Precisamente, cuba trató de boicotear el encuentro con un planteo a Flacso, la universidad que en el cierre albergó un panel sobre los países de la región con regímenes autoritarios.
¿cuarenta años de democracia y ahora qué? la pregunta fue respondida desde distintos planos. alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la cepal, hizo notar que, en coincidencia con la baja al apoyo de la democracia como mejor sistema de gobierno, “el ciclo de crecimiento se frenó y aumentó el descontento de los sectores medios que salieron de la pobreza”.
El expresidente de chile Ricardo lagos resumió: “Es más caro y más difícil trazar planes sociales y dar respuestas a las nuevas demandas de los sectores medios que sacar a gente de la pobreza”.
Marina Silva, dos veces candidata a la presidencia de Brasil, no ocultó su preocupación por el futuro inmediato. “Vivimos tiempos de gran incertidumbre por no saber si podremos mantener las expectativas de mejoras continuas. El populismo ha crecido con la infantilización de esas demandas”, dijo, al explotar los miedos de la sociedad.
El freno al crecimiento general en la región de los últimos cinco años encontró a países como Brasil y chile con demandas de sectores que, en palabras de lagos, “ya no son pobres y ahora reclaman educación, salud y bienestar”, prestaciones que permiten una verdadera movilidad social.
Roberto lavagna confesó un “realismo pesimista sobre la situación económica de la región. Desde hace décadas, américa latina es una zona de bajo crecimiento, baja tasa de actividad, mala distribución del ingreso y retraso tecnológico”.
El malestar con la democracia reflejado en la última encuesta de latinobarómetro que mostró el menor índice de apoyo en tres décadas abrió una discusión sobre los caminos para frenarlo.
Mientras lagos propuso utilizar la revolución digital para instrumentar formas de participación más directas, el expresidente uruguayo luis alberto lacalle advirtió que hay que tener cuidado con “plebiscitar cualquier cosa; miren el Brexit”.
Cambio de época
Desde la academia, el sociólogo Manuel Garretón alertó: “Estamos ante un cambio civilizatorio que pone en discusión a la democracia tal como la conocemos. la democracia fue inventada para administrar naciones en la revolución industrial y ahora está en crisis. Más que la calidad democrática importa pensar hoy la relevancia que la democracia tiene en las sociedades”.
anilka Silva leander, de idea, señaló que por primera vez desde 1975 hay un retroceso de la democracia a nivel global. Y agregó: “En la región hay democracias que se desmantelan a sí mismas. El crecimiento de los populismos coincide con el declive de la democracia en varios países”. al enumerar las cuentas pendientes de américa latina mencionó “el acceso a la justicia, la falta de equidad, la falta de independencia judicial y altos niveles de corrupción”.
El secretario general de la presidencia de chile, Gonzalo Blumel, rescató que en la región la democracia tenía problemas endógenos. “Hace cuarenta años eran exógenos, como el poder militar o las ideologías que imponía la guerra fría”.
Daniel Zovatto, director regional de idea y organizador del encuentro, apuntó las claves en común del ciclo electoral abierto el año pasado y que terminará en 2019 con 18 elecciones presidenciales. “Son las elecciones del enojo, se vota en contra, prevalece un voto anti. Y eso se expresa en que México, Brasil y colombia, tres de los cuatro grandes países de la región (el restante es la argentina), tuvieron como ganadores a partidos nuevos”.
Efecto contagio
la inquietud por el triunfo de Bolsonaro sobrevoló varias mesas de discusión y encontró una buena definición en Micheal Reid, el especialista de The
Economist. “los populismos parten de la construcción de un pasado mítico, de una supuesta tradición gloriosa a recuperar. Y se basan en la promesa de recuperar ese supuesto pasado. ¿Bolsonaro hubiese ganado sin el antecedente de Trump? El populismo se contagia en un mundo lleno de incertidumbres”.
abraham lowenthal, el veterano politólogo de Harvard y la Southern california University, completó la idea: “Trump es resultado, no causa del fenómeno en Estados Unidos”.
la corrupción y la ausencia de justicia para combatirla forman parte de la agenda de demandas, a su vez alimentada con una mayor conciencia ciudadana, que relaciona los delitos por sobreprecios y sobornos con la situación social y económica. a criterio de Sergio Bitar, ex ministro de Ricardo lagos, “la corrupción como nuevo fenómeno que provoca indignación ha tenido respuestas desiguales. Y a eso se suma la seguridad como una demanda creciente que alienta el crecimiento de las soluciones mágicas y autoritarias”.
El académico peruano luis Pásara hizo notar: “los ciudadanos pobres en materia legal son amplia mayoría en la región. Se mantiene una relación completamente asimétrica entre los sectores sociales y la justicia y esta naturalizado que la justicia depende de poderes fácticos que son intocables”.
cerca del cierre y a modo de resumen, Zovatto enumeró los temas de los que por primera vez en 35 años, según destacó, no se había hablado en una reunión como esta cuando se analizan los problemas de la región: “El poder ya no es un riesgo de estabilidad política y ya no se invoca a Estados Unidos como causante de todos nuestros males”.