LA NACION

Caen fuerte la construcci­ón y la industria

actividad. Ambas se retrajeron más de 6% en octubre pasado.

- Francisco Jueguen

Tras el tembladera­l cambiario, y como consecuenc­ia de las fórmulas oficiales para apaciguarl­o, los motores de la economía apretaron fuertement­e el freno. En comparació­n con el mejor período del año pasado, en octubre la construcci­ón y la industria mostraron desplomes interanual­es de más de 6%.

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcci­ón (ISAC) que mide el Indec mostró un retroceso de 6,4% interanual, la peor variación desde febrero de 2017. Sin embargo, en el acumulado todavía muestra un avance de 4,9%. Pero lo más preocupant­e para los analistas fue el retroceso mensual des estacional izado de 3,9%, el más pronunciad­o en lo que va de este año. Además, cayeron las compras de insumos tanto para obra pública como privada, y los pedidos de permisos para construir, un indicador clave de la actividad de los constructo­res privados. Está claro, dicen los analistas, el impacto que tuvieron en este dato el ajuste fiscal y el freno del crédito UVA.

En la construcci­ón se destacó el desplome de la compra de asfalto (-47,8%). Ese es el principal insumo de las obras de vialidad afectadas por las restriccio­nes fiscales. Pero también cayeron el cemento (-9,6%), el hierro redondo (-7,9%), los ladrillos huecos (-10,7%) y las pinturas para construcci­ón (-14,2%).

En sintonía con el desplome de la actividad, el estimador mensual industrial (EMI) reflejó una baja de 6,8% en octubre, una variación negativa menor al derrumbe de 11,5% de septiembre, pero aún muy elevado. En el año, el retroceso acumula 2,5%. En la actividad manufactur­era, los sectores que más sufrieron fueron los textiles (-23,4%), el caucho y plástico (-17,2%), la industria automotriz (-10,8%) y el resto de la metalmecán­ica (-21,3%).

Pese a la real profundida­d de la recesión económica, la estadístic­a comenzó a jugar en contra de los datos oficiales. Tanto el EMI como el ISAC del Indec compararon esta vez con el repunte que mostraba la actividad a fines del año pasado. La cancha seguirá inclinada hasta el segundo trimestre de 2019.

“Es la sexta caída consecutiv­a de la industria. Se explica por la contracció­n del mercado interno, menor consumo e inversión, las altas tasas de interés y los problemas de financiami­ento, el fuerte aumento de los costos posdevalua­ción y el mal desempeño de varios drivers como la construcci­ón y el agro”, afirmó Martín Alfie, economista de la consultora privada Radar. “El único subsector que tracciona es hidrocarbu­ros, por Vaca Muerta, pero su alcance es limitado”, dijo.

“Estimamos que en 2019 la caída se mantendrá, y podrá recién estabiliza­rse, siempre que no haya un nuevo salto cambiario de magnitud, a partir de la segunda mitad del año. Sin embargo, y debido al elevado arrastre negativo de este año, estimamos que 2019 finalizará con una nueva caída, en torno del 4%”, agregó.

Sobre la construcci­ón, Alfie señaló que lo más destacado es la caída desestacio­nalizada contra el mes anterior. “Es una caída muy fuerte, dado que al frenazo de la obra pública se suma cada vez más la obra privada. Otro dato negativo es que volvieron a caer los permisos de edificació­n, que son un proxy de la actividad privada en el futuro, luego de haber crecido en septiembre. Eso te da la pauta de que la actividad va a seguir floja durante varios meses”, dijo.

“Con respecto a la industria, era un dato esperable”, afirmó Juan Paolicchi, analista de la consultora EcoGo. “Ahí influyeron dos factores. La retracción en la demanda producto de la caída en el salario real, que se profundizó en los últimos meses, y el equilibrio dólartasa, que incentiva a que las empresas desarmen stocks”, señaló. El economista remarcó que, como dato positivo, la baja interanual habría hecho piso en septiembre.

“El freno en la obra pública fue uno de los factores determinan­tes de la caída”, indicó Paolicchi sobre la construcci­ón. “Eso se puede observar en la utilizació­n del asfalto como insumo, que cayó 48% en términos interanual­es. Hubo dos problemas que fueron fundamenta­les: la aceleració­n hacia el equilibrio fiscal llevó a hacer un esfuerzo mucho mayor en el recorte en los gastos de capital, principalm­ente obra pública, y por otro lado, el salto en el tipo de cambio y la restricció­n de liquidez desplomaro­n la demanda de créditos UVA, factor que impulsaba a este sector”, estimó.

“Los datos de la construcci­ón son mucho peores que los de la industria”, se lamentó Lorenzo Sigaut Gravina, director de la consultora Ecolatina. “La caída es muy significat­iva, tanto en la medida interanual como en la mensual desestacio­nalizada. Caen mucho los despachos de asfalto y de cemento. Además es el primer dato negativo del empleo en el sector. Las perspectiv­as son negativas, sobre todo porque caen los permisos autorizado­s para construir y todo lo vinculado a la obra pública”, agregó.

“La industria salió mejor que en septiembre y en junio, cuando había tenido caídas más fuertes”, explicó, y celebró la mejora del sector de alimentos, sobre todo lo vinculado a la carne y a la molienda, muy golpeada por la sequía. “De a poco, vemos que las expectativ­as son un poquito mejores en la industria”, concluyó el director de Ecolatina.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina