Madrid se frota las manos por el impacto económico
Se calcula que las ganancias para la ciudad no bajarán de los 50 millones de euros, a la altura de lo que deja la final de la Champions
MADRID.– Los números empiezan a dar vértigo. La final de la Copa Libertadores entre River y Boca en Madrid se convirtió en una máquina multiplicadora de beneficios por donde se la mire. Se espera una audiencia récord; se proyectan millones de euros en ganancias y una fuerte repercusión indirecta con la colocación de la marca “Madrid” a nivel mundial.
Todo eso estaba, seguramente, en la mente del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, cuando aceptó casi de inmediato que el torneo se definiera en el Bernabéu. Analistas y expertos en marketing deportivo consultados por La NacióN estiman entre 25 y 50 millones de euros el beneficio neto que cosechará la ciudad. La venta de entradas es lo de menos. Ese es un negocio paralelo en el que la reventa hace lo más fuerte.
El cálculo en sí apunta a ingresos por hotelería y alojamiento, que se llevan la mayor parte. Luego, por tamaño en la porción de la torta, viene el sector de restaurantes y alimentación y luego, compras y desplazamientos.
“Los modelos de ingreso se calculan sobre la base de lo que deja otros eventos deportivos similares, como la final de la Champions League”, dijo a La NacióN Jaime Fortuño, profesor de marketing deportivo de la EAE Business School, con sede en esta ciudad y en Barcelona.
Los antecedentes de finales de ese mismo tipo arrojaron cifras de ese tenor. En Cardiff y en Londres dejaron cada una cerca de 50 millones de dólares, mientras que la de Milán se estimó en 25 millones.
“Lo que se hace es extrapolar esa misma experiencia y aplicarla a esta nueva cita. Lo que tendremos en Madrid será la Champions sudamericana”, conjeturó Fortuño.
Mientras no son pocos los vecinos madrileños que expresan cierto temor por eventuales desbordes o fastidio por la movilización y medidas de seguridad que deparará el encuentro del domingo, el sector empresarial se frota las manos.
“Esto es algo que viene muy bien a Madrid”, dijo el presidente de la Confederación Empresarial (CEOE), Juan Pablo Lázaro. La entidad estimó en “más de 42 millones de euros” el impacto económico. Pero, al igual que otros analistas, apuntó también a los beneficios indirectos, de mensura más compleja. Entre ellos, la enorme audiencia global que estará pendiente, tanto del partido en sí como de sus prolegómenos y derivaciones. “Calculamos una audiencia global de 200 millones de personas”, dijo Lázaro. Eso, desde su visión, equivaldría a un esfuerzo extraordinario en materia de “campaña mundial de publicidad” para la ciudad. El antecedente de la Champions League en Cardiff, el año pasado, llegó a los 350 millones, según estimaciones.
Una visión que compartió Fortuño. “Para Madrid, como ciudad, esta es una oportunidad extraordinaria”, sostuvo. Algo a lo que apuntó no solo el propio Pérez, sino que seguramente estuvo en la mira de los diferentes estamentos de gobierno, incluido el municipal y el nacional.
“Hay ya miles de personas repitiendo Madrid... Madrid… día y noche en relación con este partido”, sostuvo el académico.
El año que viene la capital española albergará la final de la Champions. “Es aprovechar la ocasión para venderse al mundo como ciudad segura y capaz de organizar partidos de los llamados de alto riesgo”, añadió. Así como para Madrid la ocasión es única, también es real que Buenos Aires sufrió el impacto de lo sucedido cuando el encuentro tuvo que ser suspendido por la violencia fuera de control.
“Eso también es penoso. Pero real”, dijo. A nadie escapa que la apuesta tiene su riesgo. Es, después de todo, una experiencia única que viene de un fracaso estrepitoso. Es, en todo caso, un riesgo que la ciudad asume convencida de que le saldrá bien.