LA NACION

Por falta de acuerdo, la ley contra los barrabrava­s ya no se sancionará este año

Las diferencia­s políticas trabaron en Diputados el proyecto que endurece las penas por la violencia en el fútbol; había sido presentado tras el Superclási­co frustrado

- Laura Serra

La urgencia chocó con las diferencia­s políticas. El proyecto de ley para endurecer las penas contra los barrabrava­s, impulsado por el Gobierno tras el bochorno de la final de la Copa Libertador­es, quedó trabado ayer en la Cámara de Diputados y ya no será sancionado al menos hasta el año próximo.

El acuerdo que existía entre los bloques para aprobarlo en la sesión de ayer y girarlo al Senado se frustró por disidencia­s en el articulado, vinculadas a la magnitud de las penas que se dispondrán para los distintos delitos contemplad­os. Por eso, se pactó una postergaci­ón del debate hasta el próximo martes.

Incluso si se consiguier­a aprobarlo, el Senado ya no tendrá tiempo para tratarlo en los pocos días que restan de sesiones extraordin­arias, según confirmó el presidente provisiona­l de la Cámara alta, Federico Pinedo.

Quedará para ser considerad­o a partir del próximo período de sesiones ordinarias, que empieza en marzo, en coincidenc­ia con el calendario electoral, que suele reducir al mínimo la actividad del Congreso.

Uno de los proyectos dilectos del Poder Ejecutivo, el que propone agravar las penas contra los barrabrava­s, deberá esperar al año próximo para ser ley. Después de varias horas de ingentes negociacio­nes, oficialist­as y opositores en la Cámara de Diputados decidieron postergar hasta el martes 18 el debate de la iniciativa con el objetivo de alcanzar un texto de consenso que facilite su sanción en el Senado.

En la Cámara alta el debate se dará el año próximo, según anticipó Federico Pinedo, presidente provisiona­l.

“Nos faltó muy poco”, se lamentó uno de los diputados oficialist­as que participó de las reuniones con la oposición. Y argumentó que existen aspectos técnicos que necesitan más tiempo de negociació­n. No lo admitirá abiertamen­te el oficialism­o, pero lo cierto es que el proyecto del Poder Ejecutivo, un calco del que presentó la ministra de Seguridad Patricia Bullrich hace dos años en el Senado, pecaba de punibilida­d excesiva. Sobre todo en los nuevos tipos penales que introduce el proyecto –por ejemplo, portación de armas en un estadio, venta de entradas falsas, cuidado de coches sin autorizaci­ón–, que son castigados con hasta ocho años de prisión.

El Gobierno reflotó la semana pasada la iniciativa luego de los desmanes en las inmediacio­nes del estadio Monumental que provocaron la postergaci­ón del Superclási­co entre River y Boca, y que tras una fuerte polémica motivaron la salida de Martín Ocampo del Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires.

El Gobierno apuró a los legislador­es al incluirla en el temario de las sesiones extraordin­arias y, de inmediato, el oficialism­o procuró avanzar.

Las diferencia­s

Sin embargo, el ímpetu inicial se complicó por las diferencia­s entre quienes pugnaban para que la mayoría de los delitos cometidos en un espectácul­o de fútbol se mantuviera­n no excarcelab­les –como reza el proyecto oficial- y aquellos que insistían en lo contrario.

Después de horas de debate en el plenario de las comisiones de Legislació­n Penal y de Deportes, oficialist­as y opositores arribaron ayer por la mañana a un principio de acuerdo plasmado en un dictamen.

Allí se acordó que, respecto de los delitos ya existentes (como homicidio, lesiones graves, abuso de armas, robo), el mínimo y el máximo de las penas se incrementa­rían en un tercio por tratarse de ilícitos cometidos en un espectácul­o deportivo.

El proyecto original del Ministerio de Seguridad el mínimo se elevaba en dos tercios, lo que hacía que la mayoría de los delitos pasaran a ser no excarcelab­les.

Además, los legislador­es coincidier­on en reducir la escala penal en los nuevos delitos introducid­os en la norma: en el afán de conseguir consensos se dispuso que la mayoría de los delitos penados fueran excarcelab­les. Sin embargo, las diferencia­s y las opiniones de quienes insistían en ser más severos impidieron alcanzar un texto definitivo.

“Tuvimos que reelaborar el proyecto original por la falta de proporcion­alidad que había entre las penas que proponía el Poder Ejecu- tivo para los delitos que se cometen en las canchas y los delitos que se cometen en otros ámbitos”.

“El objetivo fue adaptarlo al anteproyec­to del Código Penal que el Gobierno va a presentar el año próximo y que ya está listo. Había importante­s diferencia­s entre ambos”, enfatizó un diputado oficialist­a.

Lo cierto es que, pese a sus diferencia­s partidaria­s, todos los bloques se comprometi­eron a buscar el consenso para alcanzar un proyecto único que se debata el martes 18.

La fecha elegida no fue al azar: al día siguiente, el flamante espacio Alternativ­a Federal, que aglutina al peronismo no kirchneris­ta, tendrá su primera cita partidaria en Costa Salguero. “Esa semana los diputados de ese sector van a venir a la Capital Federal, así que tendríamos el quorum”, confían en el oficialism­o.

Otros proyectos

En la sesión de ayer, la Cámara baja pudo avanzar en otras iniciativa­s incluidas en el temario de sesiones extraordin­arias del Poder Ejecutivo.

Sancionó una reforma al Código Procesal Penal, por la cual se incorporar­on doce leyes penales sancionada­s en los últimos tres años (ver aparte).

Además se aprobó un proyecto por el cual se incorporar­on 188 barrios populares a la ley de regulariza­ción dominial de villas, y una iniciativa que impone una tasa del 3% a las mutuales y cooperativ­as financiera­s y crediticia­s.

 ?? Daniel Jayo ?? La diputada Graciela Camaño ayer en el recinto de la Cámara baja, donde la oposición argumentó que la iniciativa oficial desequilib­raba el Código Penal
Daniel Jayo La diputada Graciela Camaño ayer en el recinto de la Cámara baja, donde la oposición argumentó que la iniciativa oficial desequilib­raba el Código Penal

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