Un semestre para el olvido y las ganas de empezar de cero
Un semestre para el olvido. San Lorenzo querrá quitar rápidamente de su memoria todo lo que sucedió después del Mundial de Rusia 2018. Sin cumplir sus objetivos, no alcanzó a tomar vuelo en la Copa Sudamericana, en la Copa Argentina y mucho menos en la Superliga. Se marchó Claudio Biaggio y llegó Jorge Almirón, que tendrá que esperar hasta 2019 para ganar su primer partido como entrenador azulgrana. Al igual que ante Aldosivi el fin de semana anterior, ayer el equipo volvió a desaprovechar una ventaja y sufrió un empate sobre la hora contra Estudiantes por 1-1.
Mientras Almirón no pierde la compostura y sigue intentando imponer su estilo en San Lorenzo, el equipo dejó en claro que precisa renovarse, buscar otros aires. Así lo entienden sus jugadores: “Venimos comiendo mierda”, dijo Rubén Botta. La cuestión pasa por empezar de cero. Ya lo había dejado entrever Almirón tras el empate contra Aldosivi: “Ojalá puedan llegar futbolistas de jerarquía”, dijo. Lejos está este Ciclón de Boca, River, Independiente y Racing, cada uno dando pelea en distintos ámbitos. Fue muy flojo lo del Ciclón en este semestre, hundido entre los últimos cuatro puestos del torneo local.
Ahora, la tarea recaerá en manos de la dirigencia azulgrana. Con un equipo clasificado a la Copa Libertadores 2019, deberán apelar a la expansión del plantel, a intentar crecer y ampliar su base de sustentación. Se habla de Federico Mancuello, Damián Musto, Diego Torito Rodríguez y Emanuel Reynoso, entre otros. También de salidas, como la de Franco Mussis.
Ayer, si bien San Lorenzo en el primer tiempo lució ordenado, en general abundaron las imprecisiones. No tuvo fuego esa etapa, que se debatió entre la intrascendencia y las equivocaciones.
El arranque de los segundos 45 minutos encontró a San Lorenzo lanzado en ataque. Y marcó la diferencia en el primer minuto. Abrió rápidamente el marcador con un penal de Rubén Botta y tuvo la oportunidad de aumentar con otro penal que malogró Pablo Mouche.
Así, el Ciclón le brindó oportunidades a su rival y Estudiantes no resignó la lucha. A pesar de la falta de ideas, el Pincha siempre buscó la igualdad con ímpetu. A los 41, Ariel Rojas le cometió penal a Pavone y el Tanque puso el 1-1. Los errores en defensa desnudaron a los locales, cada vez con más huecos en su estructura. Se encerró San Lorenzo, regaló tiempo y espacio. De todos modos, salvo el atrevido y habilidoso Matías Pellegrini, Estudiantes no tuvo lucidez y precisión para aprovechar las ventajas que el rival le concedió.
Son muchas las cuestiones pendientes de ajuste en San Lorenzo. Aquellos que se quedan, aquellos que se van, no fue casualidad que de antemano sus protagonistas ya tuvieran la cabeza en el 2019.