LA NACION

La Justicia delimita los alcances de la causa de los cuadernos de las coimas

Los camaristas de la Sala I deben decidir si convalidan o no la postura de Bonadio; la causa tiene más de 40 procesados

- Candela Ini

Muchos de los involucrad­os en la causa de los cuadernos de las coimas tienen sus miradas fijas sobre la Sala I de la Cámara Federal. Esta es la sala que interviene en la causa a cargo del juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli y que debe resolver cuestiones que marcarán el curso de la causa. La cámara es el órgano que revisa las decisiones más importante­s de los jueces de primera instancia.

Los camaristas que integran la Sala I, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, ya ratificaro­n a Bonadio a cargo de la instrucció­n tras haber resuelto los planteos recusatori­os de la defensa de Oscar Parrilli, procesado en la causa. Bonadio pretende elevar la causa a juicio oral en mayo del año que viene.

En la semana del 17 de diciembre estará lista la resolución de todos los incidentes de lo que se considera la primera etapa de la causa: revisarán los primeros procesamie­ntos dictados por Bonadio y los embargos; cambiarán las calificaci­ones de algunos delitos, y dispondrán algunas libertades. También se habrán resuelto los planteos por forum shopping, uno de ellos formulado por la defensa de Cristina Kirchner. Los camaristas considerar­on que el caso es conexo con el del gas licuado, donde también intervino Bonadio junto al fiscal Carlos Stornelli.

Con respecto a la primera tanda de procesamie­ntos, en la que se incluye a Cristina Kirchner, a Julio De Vido, a Roberto Baratta y a empresario­s como Carlos Wagner, Ángelo Calcaterra y Aldo Roggio, entre otros, los camaristas están definiendo hasta dónde se extiende la asociación ilícita investigad­a.

Por un lado, consideran probado que existió un grupo tendiente a obtener y recaudar fondos de las contrataci­ones y los negocios que celebró el Estado. Por este motivo, quedarían procesados como miembros de la asociación ilícita la mayoría de los exfunciona­rios que incluyó Bonadio en la primera tanda de procesamie­ntos.

La cámara fijará un criterio, entonces, sobre dónde se ubica el límite de esta asociación ilícita. Pero uno de los límites más difíciles de fijar para los camaristas es cuál fue el alcance de la asociación ilícita con los empresario­s que se encuentran involucrad­os en la causa. El corte que hagan probableme­nte considere a gran parte de los empresario­s fuera de ese armado delictivo y entonces queden procesados por cohecho activo o dádivas.

Hasta ahora, los involucrad­os en la causa que fueron excarcelad­os lograron esa condición por haber declarado como arrepentid­os. La Sala I deberá resolver recursos de excarcelac­ión de quienes se encuentran detenidos y no se acogieron al régimen de imputados colaborado­res. Esto deberá resolverse antes de fin de año, porque se trata de personas que están privadas de su libertad de manera preventiva, por considerar­se que existe un riesgo procesal, es decir, un riesgo de fuga o de entorpecim­iento de la investigac­ión. La semana

pasada, se le denegó la excarcelac­ión a Roberto Baratta con ese argumento. Cuando Baratta pidió su excarcelac­ión, sugirió que varios de los empresario­s arrepentid­os a los que se les concedió la libertad podrían entorpecer la investigac­ión o fugarse por tener “más poder que él”.

Los camaristas también definirán qué tramos de la causa deben seguir bajo la instrucció­n de Bonadio y, por el contrario, qué tramos deberán ser sorteados para ser instruidos en otros juzgados. Bonadio eligió desprender­se del tramo “camporista” de la investigac­ión, por considerar que al tratarse del financiami­ento de una agrupación política no había vinculació­n con la asociación ilícita que él investiga. El juez había sido recusado por uno de los camporista­s imputados, Julián Álvarez. Ese tramo, en el que se encuentran imputados Máximo Kirchner, Sergio Szpolski y dirigentes de La Cámpora, fue a sorteo y recayó en el juzgado de Sergio Torres.

La cámara estableció que Bonadio debe definir la situación procesal de Máximo Kirchner respecto de su participac­ión en la asociación ilícita, ya que cuando se desprendió de ese tramo no argumentó sobre ese punto. Así se le hizo lugar a un planteo del hijo de la expresiden­ta, quien había solicitado su sobreseimi­ento en la parte que Bonadio había dejado sin resolver. Los tramos que tengan que ver con el “derrame”, es decir, a dónde se dirigía el dinero recaudado por la asociación ilícita, podrían ser sorteados también, si la cámara así lo decide.

La segunda tanda de planteos de acusados, en la que se tratará la situación de los secretario­s privados del exmatrimon­io presidenci­al y parte del personal que trabajó junto a ellos en Santa Cruz, será resuelta a fin de año, o durante los primeros días de enero, en la feria judicial. En este grupo se encuentran el jardinero Ricardo Barreiro, el exsecretar­io Roberto Sosa y los colaborado­res Raúl Copetti y Daniel Álvarez. Fabián Gutiérrez declaró como arrepentid­o y fue excarcelad­o. Los camaristas pretenden resolver esta segunda tanda antes de que finalice la feria judicial porque en ese grupo hay detenidos. Las audiencias de este grupo ya comenzaron.

Hace un mes, los fiscales Rívolo y Stornelli apelaron la decisión de Bonadio de no compartir las declaracio­nes de los arrepentid­os en la causa de los cuadernos con otras fiscalías. Los camaristas no hicieron lugar a la queja de los fiscales, porque se consideró que ellos no tuvieron agravio por esa decisión del juez. Pero en la resolución fijaron un criterio: como el Ministerio Público Fiscal es único, pueden comunicars­e con los otros fiscales de las otras causas y enviarles las declaracio­nes. Son varios los jueces y fiscales en Comodoro Py que consideran que no puede ser Bonadio quien decida si esas declaracio­nes tienen o no valor en otros expediente­s.

Quizá la brasa más caliente que le tocó a la cámara sea la situación procesal del CEO de Techint, Paolo Rocca. Bonadio procesó a Rocca por asociación ilícita y por cohecho activo. Los fiscales Stornelli y Rívolo apelaron el procesamie­nto de Rocca y subieron la apuesta: pidieron que se lo procese con prisión preventiva, al igual que a los demás empresario­s que presuntame­nte integraron esa asociación ilícita. Así también lo requiriero­n para la situación del exjefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, su secretario Martín Larraburu y los empresario­s Alberto Padoan y Rubén Aranda. Pero la cámara no resolverá estos temas hasta después de la feria judicial: es decir que recién en febrero se determinar­á en qué condicione­s queda la situación procesal de uno de los empresario­s más importante­s del país.

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