Pekín denuncia a Canadá por trato inhumano a una ejecutiva
El régimen afirma que la directora financiera de Huawei detenida en Vancouver no recibe los cuidados que su salud requiere
PEKÍN.– China denunció ayer el trato “inhumano” que se impone a la directora financiera de la compañía de telecomunicaciones Huawei, Meng Wanzhou, detenida en Canadá a petición de Estados Unidos y que asegura tener problemas de salud.
La ejecutiva de Huawei, líder mundial en telefonía móvil y equipamiento de telecomunicaciones, fue detenida el 1° de diciembre en el aeropuerto de Vancouver.
Estados Unidos pide la extradición de Meng por sospechas de haber cometido fraude para violar las sanciones que Estados Unidos mantiene contra Irán.
La detención de Meng provocó el repudio del gobierno chino, que convocó al embajador estadounidense, lo que aumentó la tensión entre ambas potencias.
En una declaración jurada, la dirigente de 46 años, que pide ser liberada, dijo estar recibiendo tratamiento por hipertensión en un hospital canadiense.
Según el periódico chino Global Times, cercano al poder y que no cita fuentes, “el centro de detención canadiense no le ofrece los cuidados de salud necesarios”.
“Pensamos que esto es inhumano y que viola sus derechos en tanto que persona”, dijo en una conferencia de prensa Lu Kang, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores chino.
Lu afirmó además que Canadá no informó inmediatamente a las autoridades consulares chinas sobre la detención de Meng, en violación de un tratado bilateral.
El viernes la ejecutiva compareció ante un juez canadiense que debería pronunciarse sobre su eventual liberación condicional. Meng dio cuenta el domingo que desde hace años sufre de hipertensión grave e indica que tras su arresto debió ser internada varias veces.
“Sigo sin sentirme bien y temo que mi salud se deteriore durante mi encarcelamiento”, afirma Meng en la declaración bajo juramento de 55 páginas, en la que justifica su demanda de ser puesta en libertad.
La dirigente afirma haber padecido varios problemas de salud en su vida, y que sobrevivió a un cáncer de tiroides en 2011.
El viernes la fiscalía canadiense se opuso a liberarla bajo caución por considerar posible que escape a China para evitar la extradición a Estados Unidos.
La mujer de negocios está acusa- da por la Justicia estadounidense de “complot para estafar a varias instituciones financieras” de Estados Unidos, a las que habría escondido los vínculos entre Huawei y una de sus filiales que trataba de vender material a Irán pese a las sanciones estadounidenses.
Estos cargos son susceptibles de condenas de hasta 30 años de prisión.
Sin embargo, el caso no tendrá mayor impacto en las negociaciones comerciales de Washington con Pekín, según el representante estadounidense del Comercio, Robert Lighthizer, que lleva las negociaciones con China.
El de Huawei “es un caso penal que está totalmente separado de mi trabajo o el de las personas que trabajan en políticas comerciales”, agregó en una entrevista con la cadena CBS.
Para aliviar la tensión, el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, le había dicho anteriormente a Fox News que Donald Trump no estuvo al tanto de la detención de Meng cuando la semana pasada cenó con el presidente chino Xi Jinping en el G-20 de Buenos Aires.
Huawei es el mayor proveedor mundial de equipos de redes de telecomunicaciones y el segundo mayor fabricante de teléfonos inteligentes, con ingresos por unos 92.000 millones el año pasado. A diferencia de otras grandes tecnológicas chinas, realiza gran parte de su negocio en el extranjero y es líder del mercado en muchos países de Europa, Asia y África. La compañía fue fundada en 1987 por el exoficial militar Ren Zhengfei. Sigue siendo privada y se describe a sí misma como una firma que es propiedad de los empleados.
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos alegan que Huawei está vinculada con el gobierno de China y que sus equipos podrían contener “puertas traseras” para uso de los espías chinos. No se han presentado pruebas públicamente y la firma ha negado repetidamente estos reclamos. La preocupación ahora se centra en el despliegue de redes móviles de quinta generación (5G), donde Huawei está a la vanguardia.
Una nueva ley en China, que exige que cualquier empresa nacional ayude al gobierno cuando se lo piden, también despertó preocupación. Washington tomó una serie de medidas para bloquear la firma del mercado local.