Más conciliador, Bolsonaro terminó de definir su futuro gabinete
En contraste con sus polémicas declaraciones contra las minorías, subrayó que gobernará en beneficio de todos
RÍO DE JANEIRO.– Al recibir el diploma que lo certifica como presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro se comprometió a gobernar, a partir del 1° de enero, para todos los brasileños sin distinciones, con el objetivo de recuperar el crecimiento económico, acabar con la corrupción y la violencia, y proteger los valores familiares.
“En un momento de profundas incertidumbres en varias partes del globo, somos un ejemplo de que la transformación por parte del voto popular es posible. Este proceso es irreversible”, dijo Bolsonaro junto al vice electo, Hamilton Mourão, en una ceremonia en el Tribunal Superior Electoral (TSE), en Brasilia, a la que asistieron numerosas autoridades actuales y miembros del futuro gobierno del representante del Partido Social Liberal (PSL).
“Los deseos de cambios fueron expresados de forma clara en las elecciones. La población quiere paz y prosperidad, sin abdicar de los valores que caracterizan al pueblo brasileño”, agregó. “No más corrupción, no más violencia, no más mentiras, no más manipulación ideológica, no más sumisión a intereses ajenos”, resaltó entre aplausos.
Fue un discurso de tono conciliatorio, en el que, en contraste con sus polémicas declaraciones contra las minorías durante la campaña, subrayó que “gobernará en beneficio de todos, sin distinción de origen social, raza, sexo, color, edad o religión”, y pidió la confianza de quienes no lo votaron para sacar al país adelante. Asimismo, apuntó que gracias al peso que tuvieron las redes sociales en el proceso electoral, ahora existe una nueva relación entre los electores y los dirigentes.
“Vivimos un nuevo tiempo y las elecciones de octubre revelaron una nueva práctica. El poder popular no precisa más de intermediación”, aseguró Bolsonaro.
Sus palabras fueron sucedidas por un firme recado de la presidenta del TSE, Rosa Weber, quien, al recordar que ayer era el Día Mundial de los Derechos Humanos, exhortó a gobernados y gobernantes al cumplimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
“La democracia no se resume a las elecciones. Es el ejercicio constante del diálogo y de la tolerancia, del respeto a la diferencia”, dijo la jueza Weber.
La certificación de Bolsonaro y Mourão por el TSE coincidió con el comienzo de la segunda etapa de la transición, la confección de las primeras políticas públicas, luego de la definición del futuro gabinete. Al final, el presidente electo no consiguió cumplir su promesa de reducir a la mitad los 29 ministerios actuales y tendrá 22 carteras, con un marcado perfil neoliberal en lo económico, conservador en lo social, una fuerte presencia militar y apenas dos mujeres (la diputada Tereza Cristina Corrêa da Costa Dias, en Agricultura, y la abogada y pastora evangélica Damares Alves, en la fusión de Mujer, Familia y Derechos Humanos), todos unidos por un fuerte rechazo a las políticas de izquierda que dominaron Brasil por 13 años, desde la gestión de Luiz Inacio Lula da Silva hasta el impeachment de Dilma Rousseff (2003-2016).
El nuevo equipo que desembarcará en el Palacio del Planalto y la Explanada de los Ministerios tendrá ocho ministros “técnicos”, encabezados por los superministros de Economía Paulo Guedes, y el de Justicia y Seguridad Pública Sergio Moro, así como Roberto Campos Neto al frente del Banco Central, y el diplomático antiglobalista Ernesto Araújo como canciller. Militares estarán a cargo de las carteras de Defensa, Gabinete de Seguridad Institucional, Secretaría de Gobierno, Infraestructura, Contraloría General de la Unión, Minas y Energía, y Ciencia y Tecnología, mientras que designados políticos ocuparán el resto de los ministerios, bajo la supervisión del jefe de Gabinete, Onyx Lorenzoni.