El COI no tiene medallas para los eSports
Marcelo Gantman
el Comité Olímpico Internacional no tiene el medallero listo para los eSports. Considera que algunas competiciones de videojuegos precisan de una demanda de actividad física similar a los deportes tradicionales, entiende que ciertos juegos de ocio no pueden considerarse como un deporte y admite que no puede descuidar el fenómeno porque “el movimiento olímpico compite por el tiempo libre de los jóvenes”, tal la expresión literal que utilizó el COI para dar a conocer las conclusiones del Summit que celebró el pasado 7 de diciembre en Lausana, Suiza.
En esa cumbre, presidida por Thomas Bach, estuvieron otros 22 miembros representantes del board del COI, federaciones internacionales, atletas, comités olímpicos nacionales e invitados que representan a diferentes organizaciones. En esa línea, entre otros temas de la agenda deportiva global, el COI abordó su coqueteo permanente con los deportes electrónicos. Se trata de una industria de crecimiento sin techo. En el congreso SportBizLatam de Buenos Aires, Mariel Koerhius, directora del Johan Cruyff Institute, contó que los eSports tuvieron en 2018 un impacto global de casi 138 mil millones de dólares, mientras que en 2017 toda la industria de los deportes generó 700 mil millones de dólares. En la Argentina, el “gaming” representó 448 millones de dólares, sobre una población de 45 millones de habitantes con 34 millones que tienen acceso a internet. No hay eSports sin conectividad.
El COI intenta entablar una relación con las competencias de videojuegos sin tener que sacrificar sus valores. “Se acordó que los juegos competitivos implican una actividad física que puede compararse con la requerida en los deportes más tradicionales. Pero esto, por otra parte, no puede decirse necesariamente que se aplique a los juegos electrónicos de ocio. Por esta razón, el uso del término deporte con respecto eSports necesita un mayor diálogo y estudio. El Movimiento Olímpico debería continuar colaborando con esta comunidad, al mismo tiempo que reconoce que persisten las incertidumbres: algunos videojuegos no son compatibles con los valores olímpicos y, por lo tanto, se excluye la cooperación con ellos”, dijo el COI al sentar una posición más clara sobre los eSports.
Sus objeciones apuntan a los videojuegos que son considerados violentos, pero va más allá: prácticamente descarta a todos los títulos que no tengan que ver con simulaciones de los deportes tradicionales. Les recomienda a las federaciones internacionales el seguimiento de los videojuegos que tienen que ver con el deporte que organizan, para intentar tener influencia en una escena que no está vertebrada, como suelen estarlo, los deportes con sus mundiales y sus ligas.
“La industria está evolucionando rápidamente, con la popularidad cambiante de juegos específicos. Es una industria de naturaleza fragmentada, con una dura competencia entre operadores comerciales y orientada comercialmente mientras que, por otro lado, el movimiento deportivo está basado en valores. Por todas estas razones, una discusión sobre la inclusión de eSports como un evento de medalla en el programa olímpico es prematura”, señala la declaración.
El COI continúa con sus tiros de aproximación sobre los eSports. Ya entendió que no es sencillo enlazarlos con sus protocolos y avisa que por ahora no tiene medallas para ofrecerles. Nadie sabe si los eSports las quieren o no.