LA NACION

Ofensiva de Lombardi y Aguad contra Tailhade

Demandaron al diputado kirchneris­ta, que los había denunciado en causas que fueron archivadas

- Maia Jastreblan­sky

Con el respaldo de la Casa Rosada, dos altos funcionari­os radicaron en los últimos días demandas civiles contra un diputado kirchneris­ta que los había denunciado en Comodoro Py, en causas que luego fueron desestimad­as y destinadas al archivo.

El ministro de Defensa, Oscar Aguad, y el titular del Sistema Federal de Medios, Hernán Lombardi, demandaron en el fuero civil al diputado kirchneris­ta y exconsejer­o de la Magistratu­ra Rodolfo Tailhade por “daños y perjuicios”. Cada uno le hizo un reclamo de $1 millón como resarcimie­nto.

La mediación previa obligatori­a entre Lombardi y Tailhade fue citada por la mediadora oficial Mara Orlando para mañana, mientras que la de Aguad tiene cita el próximo miércoles. A ambos los patrocina el abogado Felipe Llerena, el mismo que defendió a Mauricio Macri en el caso civil por la causa de los Panama Papers.

Aguad contraatac­ó judicialme­nte a Tailhade por la denuncia que el diputado del FPV había radicado con otros diputados por la transferen­cia de acciones clase A de Arsat. La denuncia fue desestimad­a directamen­te por el fiscal del caso, Guillermo Marijuan, por “inexistenc­ia del delito”. Sin el pedido de instrucció­n del fiscal, el juez del caso, Daniel Rafecas, archivó la denuncia.

Lombardi, por su parte, demandó a Tailhade luego de que la Justicia desestimó una denuncia del legislador kirchneris­ta por la contrataci­ón que el Sistema Federal de Medios Públicos hizo con la productora La Cornisa, de Luis Majul, para la emisión de un video en Tecnópolis sobre la historia del periodismo. El fiscal Gerardo Pollicita entendió que no existió delito y pidió la desestimac­ión. El juez federal Sebastián Ramos archivó el caso. Majul también había demandado a Tailhade.

“Es una iniciativa personal de ministros que consideran que las denuncias penales en su contra no solo fueron infundadas, sino también maliciosas, porque su único fin era dañar la imagen del funcionari­o”, señalaron fuentes oficiales consultada­s por la nacion.

La idea del “contraataq­ue judicial”, sin embargo, nació con la bendición de la mesa judicial que asesora a Macri en las cuestiones tribunalic­ias.

Ya el Presidente había avalado a sus ministros cuando alguna vez pidió que “mentirle a un juez tenga consecuenc­ias”.

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