Opiniones cruzadas entre los juristas por la excarcelación
Penalistas defienden la doble instancia, pero otros creen que existe riesgo de fuga
La excarcelación del exvicepresidente Amado Boudou generó opiniones divergentes entre diversos especialistas en derecho penal.
Por un lado, puso en tensión el principio de inocencia y la necesidad de un doble control sobre la sentencia y, por otro, la posibilidad cierta de que un condenado se fugue, a sabiendas de que cuando deje de intentar todos los recursos inexorablemente irá preso.
Boudou recuperó ayer la libertad con una tobillera electrónica, pasadas las 19, luego de que el tribunal que lo condenó decidió excarcelarlo.
El fallo, con el voto mayoritario de las juezas María Gabriela López Iñiguez y Adriana Palliotti, resolvió que Boudou puede quedar en libertad hasta tanto el fallo quede firme. Ambas entendieron que no hay peligro de que se entorpezca la investigación y que no existe peligro de fuga.
No obstante, el tercer juez Néstor Costabel, que votó en disidencia, sostuvo en cambio que no correspondía revisar la situación de Boudou, que ya había sido evaluada por el tribunal luego de la condena y por la Cámara de Casación, que le denegó el recurso con el que Boudou había pedido ser excarcelado.
Costabel afirmó que “el pronunciamiento del veredicto condenatorio recaído” contra Boudou “puso gravemente en crisis su estado de inocencia”.
Además, afirmó que tiene otras causas en trámite y que su “arraigo” fue valorado “negativamente” cuando se dispuso la prisión preventiva y eso es una condición que no cambió. Por eso, se opuso a la excarcelación “bajo ningún tipo de caución”.
Las juezas que dispusieron la libertad de Boudou evaluaron que el propio fiscal Marcelo Colombo había consentido la excarcelación de Boudou y propuesto medidas de control, como la pulsera electrónica hasta tanto quede firme.
La defensa de Boudou también había consentido esa posibilidad.
Consultados por la nacion, abogados especialistas en derecho penal y constitucional tuvieron posturas divergentes sobre la decisión.
Jorge Sandro explicó que la condena de Boudou “no tiene doble conforme y sin ese requisito no es posible encarcelar a nadie”.
El abogado explicó que esta necesidad de la doble instancia está en los tratados internacionales de derechos humanos a los que adhiere la Argentina y que tienen rango constitucional. “La condena debe ser revisada por un tribunal superior”, indicó el letrado.
Mariano Fragueiro, en el mismo sentido, opinó que “la condena de Boudou no está firme. El último recurso procesal que tiene es la queja ante la Corte, contra la denegación del recurso extraordinario de la Casación”. Y aún resta recorrer este camino, explicó el letrado, para que el fallo quede firme.
Mientras eso no suceda “rige el principio de inocencia. Si no nos gusta, hay que cambiar la adhesión a los pactos internacionales y modificar la Constitución”, ironizó el abogado penalista.
“Sigue siendo válido el principio de inocencia más allá de la condena, porque tiene que haber una revisión de la sentencia que no debe ser formal, ficticia, sino real”, insistió el abogado. Dijo que la norma “rige para todos, no solo para un exvicepresidente”.
Sin querer identificarse, otro penalista de uno de los estudios jurídicos más importantes del país dijo “que sin condena firme parece una decisión justa. Riesgo de fuga no hay y tampoco de entorpecimiento. En cualquier caso, hay que apuntar a que la Cámara de Casación resuelva rápido”.
En cambio, Hugo Wortman Jofre, presidente de Poder Ciudadano, una ONG que lucha por la transparencia, advirtió que si bien persiste el principio de inocencia, este se encuentra disminuido tras una sentencia y dijo que hay que analizar el peligro procesal del riego de fuga de otro modo, en una persona que ya fue condenada y que sabe que cuando sean rechazados sus recursos lo espera la prisión.
“Una persona condenada a una pena de cumplimiento efectivo sabe que sí o sí tendrá que cumplirla tras los recursos, por eso los argumentos relativos al peligro de fuga con una expectativa cierta de cumplir la pena en la cárcel, hay que analizarlos de otro modo. Hay que evaluarlo a sabiendas de que el acusado va a terminar en prisión”. Y “puesto en los zapatos de Boudou con la expectativa de una pena larga y efectiva, cuando se le acaben los recursos, a la hora de pensar si se presenta o se fuga, la tentación de irse seguramente es grande”, dijo.
Otro letrado, especialista en derecho constitucional, afirmó que el principio de inocencia admite grados y, tras una condena de primera instancia, queda bastante debilitado. Esta era la opinión del ministro de Justicia, Germán Garavano, quien ayer criticó al tribunal porque dijo que “cuando las penas son a cumplir, cuando uno es condenado, pierde la inocencia”.