Efecto #MeToo: denuncian por abuso a un senador

Es el radical Marino, al que acusa una empleada legislativa

Claudia Mabel Guebel, una empleada legislativa y militante de la UCR, denunció en la Justicia por abuso sexual al senador nacional Juan Carlos Marino, radical de La Pampa.

La denuncia, presentada anteayer en la fiscalía federal a cargo de Carlos Stornelli, trasladó a la política el escándalo del #MeToo argentino, que estalló a partir de la acusación pública de la actriz Thelma Fardin contra Juan Darthés.

Guebel, de 51 años, relató que los hechos ocurrieron hace menos de un año en el Congreso. Dijo que Marino –para quien trabajaba como asesora– le enviaba mensajes de tono sexual y que en una ocasión, en su despacho, le tocó los pechos. También describió un episodio de abuso por parte de un asesor del senador.

Marino, al que la nacion intentó contactar anoche, no dio por el momento su versión de los hechos.

Una militante del radicalismo de 51 años, que fue secretaria de la Convención Nacional de la UCR y del Tribunal de Ética y Disciplina de ese partido y que trabaja en el Congreso de la Nación, denunció judicialmente por abuso e intimidación al senador nacional Juan Carlos Marino (UCR-La Pampa); a su jefe de despacho, Pedro Fiorda, y a un asesor del diputado nacional Alfredo Olmedo, identificado como “doctor Amarilla”.

La denuncia, a la que accedió la nacion, fue radicada anteayer en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 4, a cargo del fiscal Carlos Stornelli. En ese despacho, Claudia Mabel Guebel, licenciada en Ciencias Políticas y especialista en defensa nacional, no solo hizo una extensa exposición de los hechos ocurridos hace tres meses en el despacho de Marino, sino que también aportó los números de teléfono desde los que habría recibido intimidaciones.

Anoche, la nacion intentó comunicarse con el senador Marino, que ocupa esa banca desde 2003 de forma ininterrumpida, pero no respondió las llamadas telefónicas. Tras su declaración, la investigación de la denuncia por abuso recayó por sorteo en el fiscal federal Federico Delgado y en el juez federal Ariel Lijo.

Debido a que la jurisdicción en el Congreso corresponde a la Justicia Federal, Guebel tuvo que concurrir a los tribunales de Comodoro Py para presentar la denuncia. Durante ese trámite, se le explicaron las penas previstas para el delito de falso testimonio.

Guebel relató los hechos ante el fiscal Stornelli, quien luego remitió el caso a sorteo. Después de revisar la denuncia, y debido a que se trata de un caso con autores identificados, el juez debe notificar al fiscal para que solicite las primeras medidas de prueba como estudios médico legistas y psicológicos a la víctima. Esto significa que se aplicará con la víctima el protocolo para casos de abuso. Los agravantes estarían presentes en el caso por la relación de dependencia laboral entre la víctima y el acusado.

Otra de las medidas que podría ordenar Lijo sería la ampliación de la declaración testimonial de la víctima.

En su presentación, Guebel informa que es empleada de planta permanente desde 2001 en la Cámara de Diputados y que cumplió funciones en la Comisión de Juicio Político, donde fue acosada e intimidada por “el doctor Amarilla (Juan Carlos, secretario administrativo)”. “Me persiguió profesionalmente, me acosó, me intimidó diciéndome que me investigaba con servicios de inteligencia. Un día, incluso lo vi merodeando por las inmediaciones de mi casa. Lo puse en conocimiento de las autoridades de la cámara, las que respondieron afirmativamente abriendo un sumario, aunque no fue expulsado. En la actualidad se desempeña como asesor del diputado Olmedo”, declaró Guebel, que fue precandidata a senadora por la lista de Leandro Illia en 2013.

Luego de esa situación, la denunciante pidió pasar al Senado “para asesorar a algún dirigente del partido radical”. Hace un año, y “hasta hace alrededor de tres meses”, asesoró al senador pampeano. “Marino estipuló que mis funciones fueran desempeñadas desde mi domicilio –declaró en sede judicial– y al mes de empezar a trabajar empecé a recibir mensajes de WhastApp a mi teléfono celular. ‘¿Dónde estás?’. ‘Voy para allá’. ‘Preparate que voy a tu casa’. Me enviaba videos alusivos al sexo”, narró Guebel.

Declaró que en una reunión en su despacho el senador la manoseó y le indicó que se manejara con Pedro Fiorda. Este, según declaró la denunciante, al mes siguiente también abusó de ella y en los días posteriores la llamó insistentemente a su celular para verla.

Guebel pasó por un cuadro de estrés y fue atendida por médicos de su obra social. Al recuperarse, declaró ante Stornelli, le pidió al actual titular del Inadi, Claudio Presman, que es amigo suyo, que la acompañara a pedir el traslado de funciones. Actualmente, trabaja en “la Dirección General de Investigación y Capacitación del Senado de la Nación, cuyo director es Fernando Bernabé Rocca”.

La denunciante de Marino no solo planteó la situaciones de abuso e intimidaciones, sino que narró que Fiorda le dijo que “Marino tenía aspiraciones de ser gobernador de La Pampa y que tenía intenciones de hacer una operación política contra el entonces precandidato a gobernador por Cambiemos”.