El Museo Nacional de Brasil “renace” de sus cenizas gracias a la tecnología de Google
Casi providencialmente, la plataforma registró sus tesoros; cien días después de la destrucción, el resultado sale a la luz
RÍO DE JANEIRO.– Al cumplirse 100 días del incendio que destruyó el Museo Nacional de Brasil en Río de Janeiro, la tecnología moderna permitirá que, a partir de hoy, gran parte de las invaluables colecciones de la institución científica más antigua del país renazcan de las cenizas y puedan ser vistas online en todo el mundo. Antes de aquella trágica noche del 2 de septiembre, con el aval del Ministerio de Educación, el Museo Nacional se había asociado al Instituto Cultural de Google para presentar en su plataforma web Google Arts & Culture una recopilación de sus principales riquezas, como ya han hecho otros 2000 museos y entidades culturales en unos 80 países. El acuerdo no habría podido ser más oportuno.
“El Museo Nacional se convirtió en un socio de Google Arts & Culture en 2016, y en 2017 empezamos a grabar en las salas con cámaras que hacen capturas de 360° y posibilitan tours virtuales del lugar. Por su parte, los curadores del museo seleccionaron las piezas que querían destacar y las organizaron en siete exposiciones con imágenes que ellos mismos tomaron”, contó a la nacion el arqueólogo Chance Coughenour, gerente global de preservación histórica de Google Arts & Culture. El resultado fue presentado anteayer en una ceremonia frente a la fachada en ruinas del Palacio de São Cristóvão, el elegante edificio neoclásico que albergaba el museo, en el parque de la Quinta da Boa Vista de Río de Janeiro.
“Este es un ejemplo único del uso que puede tenerGoog le Arts& Culture. Es una historia totalmente diferente de otros proyectos en los que trabajamos. Queremos tener más conversaciones con las autoridades del museo sobre cómo aprovechar mejor estas herramientas tecnológicas para los esfuerzos educativos y de reconstrucción. No vemos este proyecto como el fin de un proceso, sino como la continuación de una asociación que deseamos tener con el Museo Nacional para ayudarlos, ya sea online o físicamente. Estamos muy ansiosos por esta posibilidad”, resaltó Coughenour.
El espacio dentro de la plataforma de Google Arts & Culture dedicado al Museo Nacional comienza con una nota de presentación del director, Keller, en la que pone en contexto qué representaba para Brasil e internacionalmente esta institución fundada en 1818 por el rey Dom João VI, y que poseía excepcionales colecciones de geología, botánica, zoología, paleontología, antropología y arqueología, con unos 20 millones de objetos. Se trataba de uno de los museos de historia natural más grandes del mundo. Entre sus piezas más destacadas estaban el fósil humano más antiguo de las Américas (bautizada Luzia), varios esqueletos de dinosaurios, la mayor colección de momias egipcias de toda América Latina y frescos originarios de Pompeya.
“Es importante subrayar que el Museo Nacional, a pesar de haber perdido una significativa parte de su colección, no ha perdido su habilidad para generar conocimiento”, apunta el director en el escrito que explica su visión para el futuro de la institución. Las siete exposiciones online organizadas por el equipo de curadores del Museo Nacional se concentran en la arqueología precolombina, el antiguo Egipto, el Brasil indígena, la cultura mediterránea, la arqueología brasileña, la memoria y patrimonio de la cultura africana, y la paleontología. Asimismo, la plataforma ofrece un recorrido guiado por algunas de las piezas más destacadas de su acervo. Todas estas imágenes de alta resolución fueron tomadas por las cámaras de los street view trolleys (carritos) y street view trekkers (mochilas), sucesores más móviles de los dispositivos de Google montados en autos que en los últimos años han permitido tours virtuales de las calles de todo el mundo.
“Cubrimos un 40-50% del área interna del museo, de acuerdo con la selección de las obras que hicieron sus autoridades”, señaló el estadounidense Coughenour, quien aclaró que Google Arts & Culture brinda gratuitamente a sus socios las herramientas tecnológicas para hacer estos registros de última generación. Con un pasado de misiones arqueológicas en América Central y en Perú, Coughenour compara estos avances con lo que sucedió con los arqueólogos cuando se inventaron las cámaras fotográficas, que les posibilitaron registrar imágenes, estudiarlas, compartirlas y guardarlas para su estudio. “Es el mismo tipo de salto tecnológico que en los últimos 15 años nos permite usar modelos en tres dimensiones, realidad virtual y plataformas online para que estos objetos y colecciones puedan ser vistos por gente en todo el mundo”, indicó. La idea es que esta iniciativa, aplicada al Museo Nacional de Brasil, ayude en su reconstrucción, preserve y celebre su memoria, sirva para investigaciones científicas y educativas y le dé al público una nueva oportunidad para visitar “virtualmente” este desaparecido sitio cultural.