LA NACION

“Las lesiones te enseñan que muchos desaparece­n en los malos momentos”

Ocho operacione­s atravesó Romagnoli en su carrera y no descarta un implante de rodilla

- Cristian Grosso

Aarón se distingue entre tanta tinta negra. Es el nombre del perro, un integrante más de la familia Romagnoli. Se reconoce fanático, decenas de tatuajes tapizan su cuerpo. Atilio y Rita, sus padres; su esposa Celeste, sus hijas Martina y Mía, su hermana Natalia, los sobrinos, la silueta de piscis porque es su signo zodiacal, la figura de un futbolista y el 13 de agosto de 2014, una fecha clavada para siempre en el corazón azulgrana porque ese día el Ciclón selló la deuda interna con la Copa Libertador­es. Y mil arabescos más que no encierran explicació­n.

‘Pipi, mi autobiogra­fía’, editó este año Planeta. Un apodo para toda la vida, todo el mundo sabe de quién se trata. “Nadie me dice Leandro…, solo algunas veces mi tía Ana”, acepta, antes de contar que el bautismo eterno se lo debe a una ocurrencia infantil de su hermana Natalia, dos años mayor. AR o magno lino le encontrará­n pos es de divo. “Saqué mi libro y ni lo leí… ¡si es mi vida, no me iba a enterar de nada nuevo! En realidad, nunca leí libros, pero como tampoco me llamala atención ir al cine o al teatro ”, confiesa.

El fútbol lo apasiona y en la revisión de su carrera todavía no cicatriza la final del Mundial de Clubes que San Lorenzo perdió 2-0 con Real Madrid, en Marruecos 2014. “Nunca más lo pude ver al partido, pero estoy seguro de que si jugábamos 10 veces les ganábamos tres, por ahí empatábamo­s dos y ya no había una diferencia tan grande como instalaron. Decían que nos iban a bailar y perdimos por dos errores nuestros, no fueron grandes jugadas de ellos”. Gareth Bale, Cristiano Ronaldo, Benzemá, Casillas, Sergio Ramos y Toni Kroos atraparon el título que impidió el año inolvidabl­e para el Ciclón.

Antes y después la carrera de Romagnoli estuvo atravesada por las lesiones. Ocho. Ocho veces lo operaron. Dos roturas de los ligamentos cruzados de la rodilla derecha, más cuatro intervenci­ones de limpieza. Las toilette. Otra operación por los cruzados de la rodilla izquierda. Y una hernia inguinal. “Soy creyente… Las veces que he mirado para arriba y pregunté por qué, por qué… Bueno, me tenía que pasar a mí”, acepta, como buscando algún consuelo.

–Te lesionaste y volviste varias veces. ¿Sos así de perseveran­te en todos los aspectos de tu vida?

–No. No creo que esa obstinació­n que tuve una y otra vez para recuperarm­e la hubiese trasladado a otra faceta de mi vida. Acá fui perseveran­te porque se trataba de mi pasión, el fútbol. Entonces siempre saqué fuerzas de donde ni me imaginaba que tenía. Y cabeza, mucha cabeza.

–¿Vivís con dolor?

–Sí, duele. Cada vez que te operás la rodilla, se va deformando. Se deforman los huesos, los cartílagos…, un poco de todo. Te aparece osteocondr­itis, las ‘ratitas articulare­s’, que son cuerpos extraños que se van desprendie­ndo. Eso ya aparece después de una operación, imaginate en mi caso. Tengo artrosis, tengo que tomar a diario una pastilla… Sí, tengo dolores, claro.

–Cuando seas grande…

–Seré un abuelo con las rodillas muy doloridas. O quizá, tal vez pueda hacerme un implante de rodilla. Ya fui a ver a algunos médicos que me han dicho que tendré que ocuparme de mi calidad de vida de acá en adelante. En la izquierda solo sufrí con un cruzado y la tengo bien, pero la derecha está más complicada y tengo que tener un poquito más de cuidado.

–¿Nunca hiciste terapia?

–No, no. Yo no fui, ni voy, pero no digo que no sirve. Sí sirve, va mi señora, fueron mis hijas. Yo no necesito contarle un problema a un profesiona­l, pero no quiere decir que mañana cambie de opinión. Lo que nunca dejé de hacer fue mi rutina de pesas. Si no la hubiese seguido, no sé que hubiera sido de mi carera. Esa constancia me mantuvo, me extendió la vida deportiva. Y la sigo haciendo.

–¿Qué te han prohibido hacer los médicos?

–Totalmente prohibido no tengo nada, pero debo evitar jugar en pisos duros, en sintético y cuidarme de los rebotes. Tampoco debo hacer sentadilla, entonces hago cuádriceps sentado. Nada de impacto. Y cuidar el peso, por son las rodillas las que aguantan todo el peso. Pero nunca tuve problemas con eso.

–¿Qué te enseñaron las lesiones?

–Que en los malos momentos no están todos. Muchos desaparece­n.

“me duele, claro. Tengo arTrosis, Tengo que Tomar a diario una pasTilla” LEANDRO ROMAGNOLI

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