Amazon, por ahora inmune al escándalo de Jeff Bezos
Los analistas sostienen que la compañía no sufrirá el impacto de los últimos escándalos que involucraron a su CEO
El divorcio millonario de su creador no afecta al gigante de internet.
NUEVA YORK.– Primero fue un emotivo tuit en el que anunció que él y su esposa se divorciarían tras 25 años de casados. Luego, un tabloide reveló que tenía un amorío y publicó textos y fotos de él con su amante. Como si eso fuera poco, después Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo y CEO de Amazon, acusó a al editor de la revista The National Inquirer, David Pecker –una figura oscura, amigo muy cercano del presidente Donald Trump– de intentar extorsionarlo con la publicación de fotos y mensajes privados con su amante.
“No, gracias, Sr. Pecker”, fue el título de un largo comunicado que Bezos publicó en el sitio Medium, donde divulgó correos electrónicos con el intento de extorsión. En esos mensajes, The National Inquirer afirma tener fotos íntimas que intercambiaron a través de mensajes Bezos y Lauren Sanchez, una figura de la televisión.
Pero, a pesar de todo el drama personal, analistas y expertos no prevén que tenga mayor impacto en Amazon, la compañía que Bezos dirigió desde que era una librería en internet, hace dos décadas, hasta convertirse en un gigante mundial.
Michael Pachter, analista en Wedbush Securities, calcula que el impacto en la compañía será de “0,000%”.
“Estoy seguro de que no les importará a los inversores”, afirmó.
Otros señalan que Bezos logró balancear sus responsabilidades al mando de una de las tiendas más grandes del mundo mientras hace malabares con otros objetivos: dirigir la compañía de exploración espacial y ser propietario del The Washington Post, uno de los diarios más influyentes del país.
Amazon tiene una alineación estable de ejecutivos longevos que dirigen cada una de sus líneas de negocios, lo que muy probablemente mantenga tranquilos a los inversores. Amazon, basada en Seattle, se negó a comentar sobre la situación de Bezos. Las acciones de la compañía no se vieron demasiado afectadas: cayeron 1,6% al cierre de la bolsa el viernes pasado.
Hasta hace poco, Bezos era percibido como un empresario estudioso y decidido que dirigía su negocio con una determinación implacable y que evitaba exponerse a los focos, si bien era evidente que chocaba con Trump tras una serie de ataques por parte del presidente.
La inclinación de Bezos por los experimentos se remonta a su niñez, con la anécdota ampliamente conocida de que trató de desarmar su cuna cuando apenas era un bebé.
Su madre era una adolescente cuando lo dio a luz en Albuquerque (Nuevo México), el 12 de enero de 1964. “Nos formaste, nos protegiste, nos dejaste caer, nos levantaste y nos amaste, siempre y de forma incondicional”, tuiteó Bezos el último Día de la Madre, en mayo.
Ella volvió a casarse cuando Jeff tenía cuatro años, y el chico fue entonces adoptado legalmente por su padrastro cubano, un inmigrante que trabajó como ingeniero en una petroquímica.
La familia de su madre era de Texas, donde Bezos pasó muchos veranos trabajando en un rancho de uno de los abuelos. Bezos estaba fascinado por la ciencia informática cuando la industria tecnológica apenas despuntaba y estudió ingeniería en la prestigiosa Universidad de Princeton.
Después de graduarse puso sus habilidades al servicio de Wall Street, donde en 1990 llegó a ser vicepresidente de la firma D. E. Shaw, pero cuatro años después sorprendió a sus colegas al abandonar ese puesto para abrir una librería en línea llamada Amazon.com.
Según la leyenda, el proyecto comenzó en el garaje de un suburbio de Seattle gracias al respaldo económico de sus padres, y Bezos pasó de ser un chico con amor por lo que hacía a convertirse en el hombre que convirtió a Amazon en un gigante de internet.
Durante muchos años, la empresa perdió dinero mientras Bezos insistía en invertir los beneficios para conseguir ganancias futuras, un plan que demoró en dar frutos.