Exhortan a cumplir con los 180 días de clase obligatorios
Lo sugiere la Academia Nacional de Educación
Aunque en 2003 se fijó por ley que el año escolar argentino debía tener 180 días de clase, pero no se ha logrado cumplir en 16 años por recurrentes conflictos gremiales, la Academia Nacional de Educación reclamó a “padres, docentes y autoridades educativas” que asuman “su responsabilidad de garantizar que los alumnos se incorporen sin dilación a las aulas, hecho imprescindible para su crecimiento personal y para el progreso de la Argentina”.
Así lo acordó la semana pasada, en una reunión plenaria, esa institución presidida por Guillermo Jaim Etcheverry. “Ante la proximidad del comienzo del año lectivo, la Academia Nacional de Educación reitera la importancia crucial que asigna al hecho de que el mismo se inicie efectivamente en las fechas ya establecidas, lo que permitirá cumplir en su totalidad el cronograma previsto con un mínimo de 180 días de clase (ley nacional N° 25.864/03)”, sostiene la entidad.
En su declaración, se advierte que “su reiterado incumplimiento solo aumenta la desigualdad ya que se perjudican principalmente los alumnos de nivel socioeconómico más bajo”, argumenta la declaración de la Academia Nacional de Educación.
“En nuestro país hay incapacidad de cumplir con la ley”, reflexiona el académico Alieto Guadagni, al recordar que la norma N°25.864/03 no solo fija en 180 días el ciclo lectivo y sugiere alcanzar los 190, sino que en su artículo segundo se establece que, en caso de no poder cumplirse con esa cantidad de jornadas, las autoridades deberán tomar las medidas necesarias para compensar el tiempo perdido.
“Hay derecho de huelga, pero hay obligación de compensar ese cierre de escuelas”, sostiene Guadagni ante la consulta de la nacion al concluir que “nunca se cumplió [ese mecanismo]”, por lo que la menor cantidad de jornadas educativas “aumentan la pobreza y la desigualdad”. El mayor impacto de los días sin clase se viven con mucha fuerza en el sistema de gestión pública. En el ámbito privado, casi no se perciben cierres de escuelas por conflictos gremiales.
A la preocupación de la academia, Guadagni le añade “otro incumplimiento, el de la ley de jornada extendida que, a nivel nacional, llega al 15%” con casos “interesantes como el de Córdoba, que ya logra el 40%”.
Cuando se mide el aprendizaje por horas de clase, Guadagni advierte la desigualdad entre el sistema argentino y el de Chile: “Un alumno de cuarto grado del primario en Chile tiene más horas de clase que un chico argentino que cursó todo el primario”, detalla.
Un reciente análisis entre los ciclos lectivos 1983 y 2018 del Observatorio Argentinos por la Educación confirma que en los 35 años de la recuperación democrática nunca se alcanzó la meta mínima de 180 días de clases.