La selección resistió el boicot de la AFA la personalidad rescató a un proyecto que reclama ajustes
“Creo que encontramos una base, pero en dos meses la actualidad de los chicos puede cambiar, por eso no deben achancharse”, avisó el entrenador Batista; el sorteo del Mundial será el próximo 24
Hay una refundación en marcha, inspirada en el legado de José Pekerman. La empezó Hermes Desio a mediados de 2017, aunque su mentor, Juan Sebastián Verón, enseguida abandonó el cargo de secretario general de las selecciones juveniles. Suya era la firma intelectual del nuevo proyecto, pero desafinaron algunos acordes con Claudio Tapia, que acababa de asumir la presidencia de la AFA, y la ‘Bruja’ se alejó. Las categorías menores han quedado a salvo de egoísmos y asperezas: el Sub 15 de Placente consiguió un inédito título Sudamericano a finales de 2017 y el Sub 17 de Aimar se ha preparado como no se recuerda en años para su torneo continental que comenzará en algunas semanas, en Perú.
El problema fue el Sub 20.
Sí, el que estuvo a un gol de ser campeón sudamericano. Se hizo todo mal. Cuando se creía que pertenecería a la renovadora órbita de Desio, fue Jorge Sampaoli, el día de su presentación como entrenador de la mayor, el que anticipó que Nicolás Diez conduciría la categoría. Los enredos se atropellarían. Por ejemplo, nadie les había comunicado al DT anterior, Claudio Úbeda, que no había superado la primera rueda en el Mundial de Corea, que no iba a continuar. “Quedamos con ‘Chiqui’ en que hablaremos para que yo le presente mi trabajo. Nadie me dijo oficialmente que estamos afuera. Espero que no me pase como a Bauza, porque si me preguntan siento que nuestro proyecto merece crecer”, le confesaba Úbeda a la nacion. Su destitución era un secreto a voces. Se iban Úbeda y su ayudante, Fernando Batista. Pagaban cuentas pendientes porque los había contratado el Comité de Normalización de Armando Pérez.
Pero Diez no iba a dirigir al Sub 20, tarea que recayó en Sebastián Beccacece. La ida fue darle rodaje a la categoría 99. Saludable. Incluso, esos chicos se volvieron habituales sparrings de la selección mayor, con viajes incluidos. Varios fueron al Mundial, pero en Rusia todo se desplomó. Primero se alejó Beccacece y Sampaoli, en su resistencia, amagó con dirigir al juvenil en el torneo de L’Alcudia. No se sostuvo ante el tembladeral que le plantó Tapia y abdicó. El equipo derivó en Scaloni y, casi sin preparación, fue campeón. Pero a Scaloni lo promovieron como parche de la mayor, y el Sub 20 nuevamente se quedó a la deriva, sin agenda ni preparación durante dos meses. Hasta que Fernando Batista, que había sido echado por Tapia, fue contratado por Tapia a solo 40 días del Sudamericano. Y casi salió campeón en Chile. Pese a la AFA, que hizo todo para boicotearlo. RANCAGUA, Chile.– Faltó el último paso, el que coronaba la campaña. El orgullo herido, por la posibilidad que se escapó, se reflejó en el rostro de los juveniles cuando dejaron el búnker de Machalí. Combinaban satisfacción por la clasificación y bronca por la caída 1-0 con Brasil, resultado que impidió obtener el título de campeón Sudamericano. Como toda aventura, el recorrido de los juveniles por el torneo dejó, además de los boletos para el Mundial de Polonia, que se jugará entre el 23 de mayo y el 16 de junio, y los Juegos Panamericanos de Lima, postales que encienden esperanzas y otras imágenes que deberán ser perfeccionadas. Todo un desafío para el fútbol argentino, más allá del objetivo que se cumplió cuando el viaje se inició con más dudas que certezas.
La personalidad fue un rasgo que distinguió a la selección. Un grupo que se hizo fuerte en la adversidad y sorteó los momentos críticos que le presentó el torneo. En lo futbolístico, con victorias cuando la agenda lo exigía, porque otro resultado la dejaba al borde del precipicio. Pero también en lo anímico: el grupo se repuso a las bajas de Leonardo Balerdi, Ezequiel Barco y Agustín Almendra. Se quedó sin resto físico: jugó 9 encuentros en 21 días. “Estoy orgulloso por lo que dieron. El desgaste por el trajín de partidos y el agotamiento mental nos condicionó con Brasil, no estuvimos frescos”, aceptó el DT Batista.
Apenas tres jugadores estuvieron como sparring en la Copa del Mundo de Rusia, ganaron el torneo de L’Alcudia y fueron subcampeode nes en Chile: Balerdi, Aníbal Moreno y Elías Pereyra. Sin embargo, el cuerpo técnico ya reconoce elementos que se repetirán en Polonia. Santiago, Sosa, Nehuén Pérez, Facundo Medina, Moreno, Gonzalo Maroni, Pedro De la Vega y Adolfo Gaich se enseñaron como figuritas repetidas. Algunos desde el inicio, otros realizaron una lectura correcta cuando tuvieron su oportunidad y se ganaron un espacio. “Creo que encontramos una base, pero de acá a dos meses la actualidad de los chicos puede cambiar. No se tienen que achanchar, eso le pedimos”, admitió el entrenador que, a fines de marzo, después del sorteo de la Copa del Mundo, quiere retomar las prácticas.
Con las 24 selecciones clasificadas, el 24 de febrero, en el Gdynia Sports Arena, se realizará el sorteo del Mundial de Polonia. Dos días antes, desde la Argentina, viajarán Batista y el preparador físico Cristian Palandella. No solo participarán de la ceremonia, también buscarán dónde se alojará y se entrenará la delegación. Solo tres campeones mundiales Sub 20 podrán sumar una nueva estrella: Argentina, ganadora en seis oportunidades; Portugal (2) y Francia (1). El campeón defensor Inglaterra no tendrá la chance de revalidar la corona, ya que fue eliminado por Noruega, que se impuso 3-0 en la rueda preliminar europea.
No hubo una figura descollante, sí rendimientos parejos a lo largo del calendario. Y esa es una plataforma en la que se deberá parar el grupo para progresar. El juego colectivo se impuso por sobre el desequilibrio individual, un síntoma que rescata el compañerismo, el deseo de triunfar como equipo y no el arresto personal, salvador, de un juvenil. Un valor impensado si se tiene en cuenta que la delegación empezó a entrenarse el 17 diciembre. En la elección de las piezas estuvo el ojo clínico de Batista, que conoce con amplitud el arco del fútbol juvenil argentino: en 2000 empezó a trabajar en San Lorenzo.
Entre tantos descalabros, una elección acertada desde la AFA para empezar un proyecto de reconstrucción: la Sub 20 pasó por muchísimas manos en estos últimos dos años: Úbeda, con el que trabajó Batista en el campeonato Sudamericano pasado de Ecuador; Nicolás Diez, Sebastián Beccacece, Lionel Scaloni y hasta se Jorge Sampaoli estuvo a tiro de tomar las riendas. “No me equivoqué en la elección de los jugadores: tuvieron el compromiso, la actitud y el compañerismo para tirar siempre juntos y hacia adelante. Fuimos de menos a más, de a poco fuimos escalando y las expectativas son buenas. Estamos obligados a mejorar”, sintetizan desde el cuerpo técnico.
La preparación resultó el punto débil. El fútbol argentino en los últimos tiempos le dio la espalda a la Sub 20, aunque los dirigentes y entrenadores de los clubes, frente a las cámaras y micrófonos, se rasguen la ropa por los juveniles. “Deberemos consensuar con los clubes, el apoyo será fundamental para los entrenamientos semanales. Nosotros entendemos que se juegan cosas importantes las instituciones, pero si queremos iniciar un proceso de refundación… Argentina no va a jugar un amistoso, Argentina va a jugar un Mundial”, fue el mensaje de Batista, que tomó de apuro el control del grupo y cumplió. Ahora, la AFA debería responderle para que levantar la Copa del Mundo sea el resultado de un proyecto y no un acto de magia.