“Ojalá consiga la mitad de lo que ganó Martino”
Daniel garnero, en la huella que transitó el Tata, suma tres títulos en Paraguay
El 2019 empezó para Daniel Garnero con la misma dinámica ganadora que terminó 2018. Olimpia es el puntero del Clausura, con cuatro triunfos en igual cantidad de fechas. El exnúmero 10 de Independiente viene de doce meses muy positivos: conquistó el bicampeonato guaraní, algo que el club franjeado no conseguía desde hacía 18 años. Olimpia volverá a la Copa Libertadores, la que obtuvo en tres oportunidades y lo muestra como el único equipo paraguayo que se consagró en la historia.
Garnero (49 años) se hace cargo del desafío en este despertar de un gigante. “Es la idea que nos planteamos con los dirigentes, que Olimpia vuelva a tener reconocimiento internacional. Cuando nosotros llegamos a principios de 2018 no pudimos pasar el Repechaje clasificatorio a la Copa Libertadores. Hay una ilusión muy grande, es un club
copero, con mucha historia, te lo hace sentir el hincha. No habíamos entrado en la fase de grupo y la gente ya quería ganarla. Imaginate cómo están ahora después de haber ganado los dos campeonatos locales. Nosotros somos conscientes de que la competencia internacional es más compleja que la local, pero tenemos la ilusión y nos estamos preparando para enfrentar a los grandes de Sudamérica”, expresó en charla telefónica con la nación, sobre el grupo que compartirá con Godoy Cruz, Sporting Cristal y Universidad de Concepción. “Es una zona pareja, dependerá de nosotros”, agregó.
Acompañado en el cuerpo técnico por Andrés San Martín y Sebastián Rambert, Garnero superó –con una trayectoria ascendente– los tres años y medio en el fútbol paraguayo. Empezó en Sol de América, al que lo clasificó para la Copa Sudamericana por primera vez en la historia; siguió en Guaraní (un título local, un segundo y un tercer puestos), y ahora está al mando de un grande.
A mediados de 2015 clausuró siete años como entrenador en el fútbol argentino al desvincularse de Independiente Rivadavia (Mendoza): “Nos estaba yendo deportivamenlos te muy bien, a pesar de que pasaba por grandes inconvenientes económicos. La B Nacional estaba muy complicada en el interior, pero así y todo en Independiente Rivadavia nos habíamos afianzado en el juego. A los jugadores no les pagaban el alquiler, a nosotros nos abonaron solo un sueldo en nueve meses. E igual estábamos en zona de ascenso, pero nos fuimos porque había muchas complicaciones con los cambios en la dirigencia; se iba uno, venía el otro, se querían meter en la formación del equipo. Hubo cosas que nos las soporté y me fui. En ese momento busqué salir del país, ir a un lugar cerca por la familia. Con mi cuerpo técnico sabíamos que no íbamos a tener un lugar que nos diera muchas posibilidades económicas, pero sí la tranquilidad de mostrar nuestro trabajo. Y así fue, progresamos y nos ganamos un lugar en Paraguay”.
Garnero siente que viene “sin dudas, del mejor año” en su carrera. “Los resultados nos dieron alegría, pero también la tranquilidad de que estamos haciendo las cosas bien”, agrega. La trayectoria de Gerardo Martino tuvo un antes y un después desde que dirigió en Paraguay. Su gestión y logros en Cerro Porteño, Libertad y el seleccionado lo pusieron en un nivel de consideración superior al que tenía. ¿Imagina Garnero algo similar para él? “Ojalá consiga la mitad de lo que obtuvo el Tata, con eso me conformo. Me encantaría que fuera así. Pero esto es muy cambiante, nosotros estamos muy bien. Lograr objetivos te hace trabajar con seguridad. A veces se trabaja bien, pero no se consiguen los resultados y parece que está todo mal”.
Una vuelta a la Argentina no está dentro de los planes inmediatos: “No tengo como un objetivo el regreso. Acá encontré tranquilidad, resultados, gente que valora lo que hacemos. Solo me ocupo del calendario del primer semestre en Olimpia, que será muy apretado por la Copa América. Hay 22 fechas del torneo local, más seis de la copa, todo en 16 semanas de competencia. O sea que tendremos doce partidos entresemana. Por eso ampliamos el plantel, porque queremos pelear en los dos frentes. Además, acabo de renovar contrato hasta 2021. Me siento muy cómodo y respetado”. Raúl Silva, delegado del club, fue elocuente: “Queremos que el profe Garnero se quede para siempre en Olimpia”.
También hay un sentimiento de gratitud hacia la dirigencia por la respuesta que tuvo cuando a principios de 2018 no consiguió la clasificación a la Libertadores: “Apenas quedamos afuera, el presidente Marco Trovato me citó a la casa para decirme que quería jugar la copa de 2019 conmigo de entrenador. Y eso que la gente no lo tomó muy bien porque estaba ilusionada. Fue una demostración de apoyo muy importante para nosotros, para nuestro cuerpo técnico. Después se lo pudimos retribuir con los dos títulos. Viniendo de Colombia tras la eliminación, les dije a mis colaboradores que no hay mal que por bien no venga. No estábamos preparados para la doble competencia. El objetivo era el campeonato local que Olimpia hacía rato que no lo ganaba”.
¿Cómo juega su Olimpia? “Queremos salir jugando, ponemos varios futbolistas que puedan desequilibrar. Buscamos ser compensados, y como todo equipo paraguayo tiene una herramienta importante en el juego aéreo”. Una de las incorporaciones –la más alta en la historia de Olimpia– es el delantero uruguayo exlanús Alejandro Silva. Puede ser un acompañante en el ataque para el interminable goleador Roque Santa Cruz (37 años). “Roque fue elegido el mejor jugador del año en Paraguay. Es un gran aporte y nos genera alegría que disfrute en la cancha”.
A la distancia, Garnero cuenta cómo ve al fútbol argentino: “Exigente, los argentinos nos quejamos mucho de nuestro fútbol, pero es un fútbol muy visto y buscado. Es muy difícil jugar en la Argentina por la velocidad e intensidad que hay. Por eso los jugadores salen con esas condiciones; tener control, buenos pases y asistencias con la velocidad y exigencia que se juega, no es para cualquiera”.