la eterna vuelta de Mccartney
Buenos Aires vibró con la leyenda Beatle
El Campo Argentino de Polo recibió anoche con una gran ovación a sir Paul Mccartney, que salió a reencontrarse con su público argentino a tres años de su última visita. Fue una noche ideal: hubo estrellas, clima templado y un repertorio invencible. Como había sucedido en Santiago de Chile, Mccartney arrancó a las 9.12 con el inmortal “A Hard Day’s Night” y logró en el acto su objetivo: miles de espectadores revivieron los tiempos en que ese hit, hace 50 años, convulsionó a los jóvenes del mundo entero. Siguieron luego un tema de Wings, “Junior’s Farm”, y un set de canciones repartidas entre los clásicos de su etapa Beatle y otros de su carrera solista. Antes, DJ Chris se había encargado de recorrer la discografía de Paul sobre un fondo de imágenes del artista.
Fueron más de treinta canciones (de “Let Me Roll It” a “Eleonor Rigby”, de “From Me To You” a “Blackbird”, de “Band On The Run”” a “Dance Tonight”) que el músico interpretó con espíritu incansable y una sorprendente vitalidad física.
Parado a la vieja usanza delante de sus amplificadores y parlantes Vox –camisa blanca, pantalón y chaqueta negros y la elegancia que lo caracteriza desde que es un músico maduro–, con su voz ligeramente más áspera, quizá fruto de las fatigas que producen las giras, Macca fascinó al público, que colmó el campo y las plateas, en el que se mezclaron padres, hijos y millennials. Pese a que pasó más de un cuarto de siglo desde la primera visita a nuestro país, su energía como frontman y la magia de su repertorio siguen intactas. El paso de los años no desgastó los grandes clásicos ni temas bien conocidos de sus años al frente de Wings. Además, los grandes éxitos tampoco opacan las creaciones más nuevas, incluso alguna que ha sumado en esta gira, que tituló “Freshen Up Tour” y comenzó en septiembre del año pasado en Quebec. Buenos Aires celebró a un Mccartney en estado puro: clásico, idéntico a sí mismo y siempre renovado.