Buscan acelerar la elevación a juicio de la causa de los cuadernos
El fiscal Stornelli trata de cerrar cuanto antes su parte en la investigación para evitar que se vea afectada por el caso de espionaje que tramita Ramos Padilla
Mientras lidia con un frente judicial adverso en Dolores, el fiscal Carlos Stornelli trabaja de manera acelerada para formular lo más pronto posible el pedido de elevación a juicio del primer tramo de la causa de los cuadernos. Se trata del expediente 9608/2018, iniciado a partir de las anotaciones de Oscar Centeno, exchofer de Roberto Baratta, reveladas por una investigación de la nacion.
Esos registros exhibieron el funcionamiento de un sistema de recaudación ilegal, a cargo de los exfuncionarios del Ministerio de Planificación, en complicidad con empresarios contratistas del Estado. Stornelli trabaja en la recopilación de prueba, en la delimitación de los delitos y en la cantidad de actores que deberán enfrentar el juicio oral por el primer tramo de la causa.
El hecho de que esta sea elevada a juicio implicaría blindar el trabajo de Stornelli en el expediente, que se encuentra bajo cuestionamiento a partir de la causa por espionaje que lo involucra en Dolores, a cargo del juez Alejo Ramos Padilla. Es decir, permitiría evitar que una causa empañara la otra. En simultáneo, Ramos Padilla avanza con la instrucción de la causa y lo citó a declarar al fiscal por tercera vez, pasado mañana, bajo apercibimiento de la ley.
La tensión entre Ramos Padilla y Stornelli escaló en los últimos días. Si el fiscal no se presenta, advirtió el juez, será declarado en rebeldía. En tanto, apenas días después de que el Gobierno pidió el juicio político a Ramos Padilla, la Corte Suprema aceptó el pedido del magistrado para contratar más personal y la Cámara Federal de Mar del Plata lo ratificó al frente de la investigación, al rechazar una recusación presentada por Stornelli.
En este contexto, durante la última semana, la fiscalía estuvo abocada a la tarea de recopilación de prueba y de la calificación de los delitos. En ese expediente se tomaron cientos de declaraciones indagatorias y testimoniales, decenas de imputados se acogieron al régimen del arrepentido, se secuestró documentación y se trabaron embargos. Aunque hay recursos pendientes en la Cámara de Casación, con las confirmaciones de los procesamientos que hizo la Sala I de la Cámara Federal el fiscal ya puede enviar al juez el pedido de elevación a juicio oral.
Si al recibir este pedido Bonadio considera finalizada la etapa de instrucción respecto de ese tramo, consultará a las partes querellantes, que deberán estimar si corresponde sobreseer a los imputados o elevar la causa a juicio. El juez deberá notificar a los defensores de las partes para que opinen y luego decidirá si decide elevar la causa o no.
El hecho de que la causa sea elevada implicaría blindar el trabajo de Stornelli en el expediente, que se encuentra cuestionado a partir de la causa que lo involucra en Dolores y que lleva adelante el juez Alejo Ramos Padilla.
Su situación es acalorada. El fiscal asegura que la causa –iniciada por la denuncia del supuesto empresario agropecuario Pedro Etchebest– , en la que está imputado por presunta participación en hechos de espionaje ilegal, surgió como una maniobra en su contra para apartarlo de la causa de los cuadernos.
En este sentido, recusó a Ramos Padilla en dos oportunidades, cuestionó su competencia por considerar que se debe instruir ese expediente en los tribunales de Comodoro Py y se ausentó para no prestar declaración indagatoria las dos veces que el juez lo citó.
Mientras todo esto ocurre, la Corte Suprema autorizó al juzgado de Ramos Padilla a contratar a dos personas para que trabajen en la investigación y la Cámara Federal de Mar del Plata lo ratificó al frente de la causa. La semana pasada, apenas después de la exposición de Ramos Padilla en el Congreso, el Gobierno había pedido su remoción y juicio político.
Ramos Padilla considera que Stornelli elude a la Justicia, y le advirtió en la citación que emitió la semana pasada que los fueros no han sido establecidos como mecanismo para eludir el accionar judicial en un proceso penal.
Stornelli pretende seguir resistiendo. La semana pasada no asistió a declarar a Dolores, y tras ser citado de nuevo, pidió una prórroga. El juez se la concedió, y lo volvió a citar para este martes, bajo apercibimiento de la ley.
El fiscal podría seguir amparándose en la indefinición de los dos planteos restantes –la segunda recusación y la cuestión de la competencia– para no concurrir. Pero si no se presenta, anticipó el juez, será declarado en rebeldía. En ese escenario, Ramos Padilla podría pedir el desafuero de Stornelli al procurador general de la Nación interino, Eduardo Casal.
No sería el primer fiscal declarado en rebeldía. En 2014, por no presentarse a declarar, el extitular de la Procelac Carlos Gonella fue declarado rebelde por Bonadio, quien lo investigaba en la causa por violación de secreto, donde se encuentra procesado.
Stornelli cree que presentarse a declarar le costará más caro que ausentarse y ser declarado en rebeldía. Si presta declaración indagatoria puede quedar procesado, y si el fiscal que interviene en la causa de los cuadernos quedara procesado, los planteos recusatorios en su contra podrían tomar otro curso.
La rebeldía, considera el fiscal, le representa un costo menor. Según supo la nacion, se siente respaldado por Casal, quien debería decidir si inicia medidas disciplinarias en su contra, en caso de ser declarado rebelde.
La semana pasada circuló la versión de un posible apartamiento de Stornelli de la causa de los cuadernos. Como reacción a esos rumores, la diputada de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, le pidió a Casal mediante un escrito que mantenga al fiscal al frente de la causa. Dijo que se buscaba apartar a Stornelli “a fin de que ciertos empresarios involucrados en la referida causa penal obtengan la aprobación de un juicio abreviado cuya sanción no sea pena de prisión, sino solamente la imposición de una multa”.