los alcances de la trama rusa
un caso que mantiene en vilo a los norteamericanos
P ¿Qué se investigó?
R Los servicios de inteligencia de Estados Unidos y el FBI determinaron en enero de 2017 que el presidente ruso, Vladimir Putin, orquestó una campaña de injerencia en las elecciones presidenciales norteamericanas en 2016, con el objetivo de denigrar a la entonces candidata demócrata Hillary Clinton. Al surgir sospechas de colaboración entre algunos miembros del círculo de Donald Trump y el Kremlin, el FBI y el Congreso pusieron en marcha esta investigación.
P ¿Por qué hubo un fiscal especial?
R En marzo de 2017 el fiscal general Jeff Sessions, que hasta entonces estaba a cargo de la investigación denominada “trama rusa”, se recusó de las pesquisas porque trascendió que, durante la campaña, mantuvo un encuentro con el entonces embajador ruso en Washington, Serguei Kislyak, sin informarle al Senado. Dos meses después, Trump despidió al director del FBI James Comey, lo que se interpretó como un posible delito de obstrucción a la Justicia. En ese escenario sombrío, el número dos del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, decidió nombrar a un fiscal especial para liderar la investigación: Robert S. Mueller, un respetado y veterano jurista y exdirector del FBI.
P ¿Cuántos imputados hay hasta ahora?
R En casi dos años, el equipo de Mueller acusó de más de un centenar de delitos a 33 individuos –cinco de ellos del círculo de Trump– y a tres empresas rusas. De los acusados, 26 son ciudadanos rusos. Los cinco exasesores del mandatario, entre los que se encuentra Michael Cohen, su exabogado de confianza, se declararon culpables. Hasta ahora ninguno de los delitos está relacionado con la injerencia del Kremlin en las elecciones de 2016.
P ¿Trump cometió algún delito?
R De momento, existen tres tipos de acusaciones a las que se puede enfrentar el presidente. La primera es la posible connivencia con Rusia para interferir en las presidenciales. La segunda, el delito de obstrucción a la Justicia. La tercera –la más sólida hasta ahora– es el pago durante la campaña a las dos mujeres con quienes habría tenido relaciones extramaritales, lo que constituye un delito federal de financiación ilegal, porque se considera una donación no declarada.
P ¿Puede terminar el caso en un impeachment?
R Difícil. La Constitución establece que la Cámara de Representantes debe iniciar el trámite para destituir al presidente por “traición, soborno u otros delitos y faltas graves”. La aprobación requiere de mayoría simple. Primero, los demócratas deben valorar si las revelaciones de la investigación tienen el peso suficiente como para un impeachment. Después de pasar por la Cámara –de mayoría demócrata–, se celebra un juicio en el Senado que decide, por mayoría de dos tercios, si condena y destituye al mandatario. Pero de los 100 escaños con que cuenta la Cámara Baja, 53 son republicanos.