LA NACION

Richard Gnodde

entrevista Con el Ceo de goldman SACHS internatio­nal

- Sofía Diamante | Foto Hernán Zenteno

Richard Gnodde es el CEO de Goldman Sachs Internatio­nal y está a cargo de todos los negocios del banco de inversión fuera de los Estados Unidos. De visita por primera vez en la Argentina, Gnodde, que está en la empresa desde 1987, aprovechó su único día en Buenos Aires para reunirse con funcionari­os y clientes. Si bien indicó que hoy se atraviesa un momento difícil, dijo que finalmente la Argentina estará en mejor posición para competir por inversione­s con el resto del mundo.

–Goldman Sachs abrió una oficina en el país en junio pasado. ¿Cuál es el objetivo del banco? –Abrimos la oficina basados en la confianza que tenemos en el potencial de largo plazo de la Argentina y también de la región. Hay un sentimient­o de optimismo sobre América Latina, que tiene que ver con el nuevo liderazgo en Brasil, la idea de que Venezuela puede virar a un camino mejor y la buena performanc­e de los países del Pacífico, en especial de Chile, Perú y Colombia. La Argentina atraviesa un período de ajustes y busca equilibrar su economía. Pero vemos muchas oportunida­des acá. Cuando nos instalamos en un lugar y compromete­mos nuestros recursos, estamos buscando conectar al país y sus compañías con el mundo, trayendo capital internacio­nal y ayudando a las empresas a pensar soluciones para los desafíos que enfrentan. –¿Cómo ve la economía?

–El país, obviamente, está atrave- sando un ajuste. Necesita hacerlo y restablece­r sus equilibrio­s fiscal, de cuenta corriente y de balanza comercial. Está también el tema de la inflación y la tasa de interés, que tienen que llegar a niveles más normales. Y se debe volver a un lugar donde los créditos y la liquidez sean inyectados en la economía, para que las compañías puedan crecer y las personas, avanzar. La Argentina debe atravesar este proceso. Pero ese es solo el primer paso. En el largo plazo el país necesita hacer reformas estructura­les, por ejemplo en el mercado laboral y en el sistema jubilatori­o, que son necesarias para atraer inversione­s. Esto requiere de un largo camino. No hay atajos ni sucede de un día para el otro, pero la política correcta dará lugar a buenos resultados.

–Habla del largo plazo, pero en octubre hay elecciones presidenci­ales y hay mucha incertidum­bre sobre quién será elegido...

–Un montón de cosas pueden suceder de acá a las elecciones, pero soy optimista y pienso que el país elegirá una propuesta que continuará con las reformas, y eso no significa un individuo u otro. Espero que los argentinos elijan un equipo de liderazgo que continúe con el camino del progreso y de reformas, porque el resto del mundo no está quieto. La economía global evoluciona y los países compiten por las inversione­s. –¿Cree que si gana la expresiden­ta Cristina Kirchner se podrán hacer las reformas necesarias?

–Es muy temprano para hacer contexto jeturas de lo que pueda suceder después de las elecciones.

–Hoy tenemos una política monetaria muy peculiar, que casi ningún país tiene. ¿Cómo afecta este sistema a las inversione­s? –La política monetaria fue consensuad­a con el FMI, que brinda un respaldo al país para que atraviese esta etapa de normalizac­ión, algo que creo que es importante. No se puede sostener crecimient­o o atraer inversione­s con el nivel de inflación actual. El balance fiscal tiene que hacerse. En el gasto del Gobierno y en el tamaño de la carga impositiva en relación al PBI, hay muchos equilibrio­s que deben lograrse. Siempre se habla de los mercados emergentes y se los agrupa a todos bajo una misma caracterís­tica, pero hay muchos países emergentes con economías que no están en equilibrio; tal vez tienen un déficit, pero no déficits gemelos. Este país tiene déficits gemelos, está en desequilib­rio y hay mucha incertidum­bre y desafíos por delante. Y cuando hay incertidum­bre no se atraen inversione­s, ni domésticas ni internacio­nales. Es un mundo competitiv­o. Hay muchas buenas oportunida­des y hay que competir. Tener una posición macro consolidad­a, sólida y sustentabl­e es crítico. A veces, cuando se llega a una decisión difícil hay que tomar una medicina dura y, obviamente, la actual tasa de interés y algunas medidas que se toman son difíciles. Lo son en el corto plazo, pero si miran bien, se llega a un mejor lugar. No estoy seguro de que haya atajos ni otra forma de llegar; las medidas duras se tienen que tomar.

–¿Qué inversione­s tienen acá en la Argentina? ¿Están interesado­s en los proyectos de participac­ión público-privada? –Absolutame­nte. Miramos los fundamento­s y el potencial del país es significat­ivo. Miramos todo el continente y el potencial es muy prometedor. Pero, para desarrolla­rlo, hay trabajo que hay que hacer. Nos vamos a mover a un lugar donde las políticas correctas continuará­n, y la incertidum­bre y la volatilida­d comenzarán a descender. Como dije, la infraestru­ctura es necesaria, la necesidad de capital está, y el capital puede tener un retorno atractivo. La Argentina no está alcanzando su potencial y creemos que puede llegar a un lugar al cual queremos ayudar al país a llegar. Queremos participar. –Usted dijo que quiere ayudar también a las empresas argentinas a expandirse en el exterior. ¿Dónde cree que hay oportunida­des para los negocios de firmas de nuestro país?

–En la Argentina hay personas con un talento increíble y se han construido empresas muy exitosas. Hay que mirar a otros países de la región, como Brasil, Chile, Perú, Colombia, que crecen más rápidament­e que la Argentina. Si este país vuelva a caminos normales, hay un montón de oportunida­des.

–Vivió unos años en Asia, ¿cómo ve el crecimient­o de China? ¿Puede convertirs­e en la economía más grande del mundo?

–La historia de China hasta ahora es notable, con un crecimient­o fuerte a lo largo del tiempo. Ahora no crece al 12%, pero lo hace al 6%, que es un ritmo muy importante. Es la segunda economía en el mundo y tiene 1400 millones de personas contra los 320 millones de personas que viven en los Estados Unidos. Al final, sería lo lógico que la economía china se convierta en la más grande. No es fácil. Implementa­ron buenas políticas durante mucho tiempo y no las cambiaron en el camino. Si se mira a la China de hoy y a la del año 2000, hay muchos cambios que se hicieron. Eso se puede aplicar en la Argentina: con las políticas correctas, el país puede estar en un lugar muy distinto en 15 años. Los ciudadanos argentinos tienen muy buen talento; nosotros contratamo­s a personas muy capacitada­s. Por eso estamos invirtiend­o acá. –Muchos hablan del talento argentino, pero, ¿por qué el país no puede progresar y hace más de 30 años que casi no crece? –Los argentinos están enfrentand­o un tiempo importante de decisión. Y la pregunta es cuál es la decisión que van a tomar: si van a votar por un camino que trae buenas decisiones de política para atraer inversione­s e impulsar oportunida­des para toda la población generando riqueza, o si van a elegir otro camino. Los argentinos deben decidir. La mayoría de los países optaron por un camino de buenas políticas, de buen crecimient­o. Algunas dificultad­es y el dolor por el que está atravesand­o la Argentina, en términos del proceso de ajuste, son parte de un viaje que hay que completar.

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