Una encomienda mal etiquetada reveló el contrabando de piezas
Autoridades del Homeland Security dieron detalles de los operativos realizados en los Estados Unidos
Lo que en la Argentina se conoció como Operación Pakal, por el nombre del barco de bandera portuguesa en el que llegó al puerto de Buenos Aires, el año pasado, uno de los embarques con piezas de armas, en los Estados Unidos fue bautizado Operation Patagonia Express. Casi al mismo tiempo en que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, mostraba el impresionante arsenal incautado al cabo de 48 operativos en varios puntos del país, las autoridades del Homeland Security Investigations (HSI) norteamericano revelaban que miles de fusiles de asalto y partes de material bélico habían sido enviados por correo desde el sur de Florida hacia América del Sur.
En una conferencia de prensa que contó con la participación de un oficial de enlace de la Gendarmería argentina, funcionarios del HSI explicaron que la vasta redada internacional, “fruto de la cooperación entre las agencias de aplicación de la ley en los Estados Unidos, la Argentina y Brasil”, fue resultado de la operación ideada hace un año cuando un paquete mal etiquetado que contenía piezas de armas fue interceptado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos en una depósito de clasificación postal en Doral, a un kilómetro del aeropuerto y a siete del centro de Miami.
Según se explicó en la conferencia de prensa del viernes, los agentes de HSI informaron a funcionarios argentinos y colaboraron con ellos en una operación encubierta que llevó a incautaciones y arrestos masivos de armas, no solo la semana pasada sino en octubre del año último en Buenos Aires.
Se explicó que una parte de las 5300 armas de fuego y componentes incautados a nivel global por esta operación fueron confiscados en el sur del estado de Florida y concluyó con el arresto de “dos contrabandistas de alto nivel acusados de exportar ilegalmente partes de armas en paquetes que se vuelven a ensamblar en la Argentina, Brasil y Paraguay”, destinados a la Triple Frontera, según dijeron funcionarios del HSI de Miami-dade. John James Peterson, de 60 años, y Brunella Zuppone, de 67, exresidentes del condado de Broward, fueron arrestados por “conspirar para violar las leyes de exportación de armas de los Estados Unidos”. Comparecerán para su procesamiento el 17 de este mes.
Matthew T. Albence, subdirector de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICA) norteamericana, sostuvo que el operativo conjunto había permitido evitar “la venta ilícita y la proliferación de un importante depósito de armas al mantenerlas fuera del alcance de los delincuentes y de las organizaciones delictivas transnacionales que operan en la Argentina y en Brasil’.
Anthony Salisbury, agente especial del HSI de Doral, describió al sur de Florida como un “centro para el tráfico de armas a Sudamérica”. Las armas fueron compradas originalmente en Florida por compradores de sorbetes en tiendas autorizadas de armas de fuego o en exhibiciones de armas con controles de antecedentes penales laxos. La cantidad de armas contrabandeada hacia la Triple Frontera, dijeron, destaca la facilidad para comprar armas de fuego en el “estado del sol” y enviarlas ilegalmente a través del Servicio Postal de los EE.UU. También destacó los débiles controles fronterizos y de aduanas en el extremo receptor en la Argentina, Brasil y Paraguay.