Queen, retratado por el gran fotógrafo del rock
Muestra. Se exhiben en el C.C. Borges 120 imágenes de la banda, registradas por Mick Rock
“Aunque no tuviera un peso y durmiera en el suelo, Freddie Mercury entraría caminando como si te estuviera haciendo un favor. En su mente, ya tocaba en coliseos”. El testimonio de Mick Rock sobre los primeros años de Queen y la aparición en escena de su legendario líder es para atesorar. El fotógrafo, que pasó a la historia como el hombre que retrató los años 70, no solamente compartió horas creativas con la banda, sino que observó a cada uno de los músicos con obsesión y supo esculpir un mensaje y una estética que ni ellos sabían que podían mostrar. Juntos consolidaron el glam-rock. La historia de esta colaboración puede visitarse desde ayer en el Centro Cultural Borges, en la muestra “Queen: los años de Bohemian Rhapsody”. Se trata de una exposición de más de 120 fotos de la banda, testimonios, historias, música y contará también con la proyección del documental Shot! The Psycho-spiritual Mantra of Rock, en el que el retratista repasa su carrera.
Las joyas de la muestra incluyen la sesión de la portada del álbum Queen II, que marcó el inicio de la colaboración. Marlene Dietrich fue la musa para componer la imagen, que forma parte del repertorio de fotos icónicas de la banda. Según cuenta Mick Rock, le propuso a Freddie Mercury recrear una foto de la actriz en el film El expreso de Shanghai, y el vocalista, admirador de las divas de la era dorada del cine, aceptó de inmediato. El resultado fue una serie de fotos en las que los cuatro miembros de la banda posan en claroscuros y Freddie tiene los brazos cruzados sobre el pecho. “Parece que está camino al cielo”, dice Rock tras observar la imagen fijamente durante unos minutos, en el documental que cuenta su vida. Las múltiples imágenes de la banda actuando para la cámara hasta lograr la toma perfecta para el tercer disco, Sheer Heart Attack. Registro de grabaciones, risas, movimientos espontáneos. El recital del 18 de diciembre de 1973 en el Imperial College, uno de los momentos fundacionales de la Reina.
“Fueron ellos quienes me buscaron. Mick Rock, el que les toma las fotos a los famosos. Querían tener el estilo y la apariencia adecuados. Sacaron su primer álbum, pero no pasaba nada con él. Querían tener un estilo glam. Para estos chicos era la segunda vez que estaban en un estudio fotográfico. Se miraban al espejo... Freddie era con quien más me comunicaba, era sofisticado, como visionario”. Si alguien supo materializar el espíritu imperecedero de Freddie Mercury, ese fue Mick Rock.
Sebastián Alderete es el curador de la exposición, que llegó ayer a Buenos Aires. Instalado en Nueva York, con su agencia Access Creative logró los derechos para trabajar con material exclusivo de Mick Rock y de otros fotógrafos, y se dedica a producir exhibiciones desde hace 15 años. La muestra sobre David Bowie que llegó a la Argentina en 2017 y todavía sigue girando por el mundo y una muestra sobre John Lennon que pronto llegará a Brasil son otras de sus producciones.
“Estas fotografías tienen el valor de registro, son un documento”, destaca en diálogo con la nacion. Según explicó, armar la exposición sobre Queen le llevó cuatro años. Tenía cajas y cajas de negativos para revelar y reconstruir. “Algunas fotos tienen mucho valor como pieza histórica y de colección, pero no a nivel imagen. No es una muestra que está retocada, hay imágenes más en crudo”, agregó.
“Lo que van a ver acá es la conjunción de una banda de música con un fotógrafo, un trabajo de colaboración. Esta muestra no es solo para los fanáticos de Queen; está dirigida a la gente a la que le interesan la estética, la fotografía, la historia de esos años”, dijo el curador, e hizo hincapié en el vínculo creativo entre ambas disciplinas, la música y la fotografía, algo que a su criterio hoy está perdido. “Él era como uno más de la banda. Es un personaje muy carismático. Me imagino que cualquier banda lo quería tener cerca. Un tipo divertido, creativo. No va a haber otro Freddie Mercury, pero si en algún momento hubiera una estrella de ese calibre, sería imposible que fuera retratado por otro Mick Rock. Porque hoy ya no se trabaja así. Hay mucha gente en las discográficas, muchos que deciden detrás de cada artista. En ese momento eran ellos y Mick creando, todo era muy auténtico, muy espontáneo. Ahora podés tener mil imágenes buenas, pero se ha perdido ese arte. En un concierto de los Rolling Stones la fotografía está manejada, se puede fotografiar solo 15 minutos del recital… En ese momento todo era experimentación”, reflexionó.