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Ezra Koenig explora la vida adulta en el nuevo álbum de su proyecto, Vampire Weekend.
Si alguien aún tenía dudas de que VampireWeekend es un proyecto de Ezra Koenig, Father of the Bride llega para disiparlas definitivamente. La salida de Rostam Batmanglij, el otro nombre fuerte de esta banda neoyorquina nacida hace poco más de diez años, pone las cosas en blanco sobre negro, además de marcar el inicio de una nueva etapa, con un disco ambicioso en más de un sentido: casi una hora de duración en la época de consumos abreviados y una multiplicidad de géneros (folk, soul, rock sureño, country, indie-pop de espíritu noventoso, aires de flamenco, bases electrónicas) en armónica convivencia, para escapar deliberadamente del corset de las clasificaciones.
Con la colaboración clave de un productor en plena sintonía con él, Koenig –un personaje multifacético que también es el creador de la deliciosa serie de animación Neo Yokio, disponible en Netflix– consiguió grabar un disco heterogéneo pero para nada disperso, que cambia todo el tiempo de estado de ánimo (de la euforia vitalista a la angustia y de la nostalgia cálida a la perplejidad).
Arranca con un tema folk que incluye el sample de un canto melanesio extraído de la banda sonora del film
La delgada línea roja y de ahí en más la ruta se va abriendo en distintas direcciones: “This Life”, un hit de pop luminoso de la misma estirpe de los que incluía su debut
Vampire Weekend (2008); “Unbearably White”, una balada potenciada con un groove contagioso; “2021”, una preciosa miniatura dedicada a reflexionar sobre
el paso del tiempo con sample de Haruomi Hosono (Yellow Magic Orchestra) y la voz filtrada de Jenny Lewis (Rilo Kiley); “Sunflower”, un notable maridaje entre la psicodelia de los 60 y el espíritu de la música negra que aporta Steve Lacy, invitado de lujo que también se suma a la celebración afrocaribeña de “Flower Moon”. Queda claro que hay variedad y buen gusto en este álbum que refleja con sobriedad la actualidad de un personaje polifacético e inquieto: casado con la actriz Rashida Jones, Koenig se ha mudado de Nueva York –la ciudad que lo forjó y lo vio crecer como artista– a Los Ángeles, y también ha creado su propio programa de radio, Time Crisis, disponible en la plataforma de Apple Music.
“Este disco marca mi paso hacia la vida adulta –dijo Koenig, de 35 años, hace poco–. El título hace referencia a eso: una boda es para mí una especie de metáfora sobre la adultez”, agregó en relación con el origen de Father of the Bride. Sus objetivos parecen claros (“Vampire Weekend debe ajustar sus expectativas a la realidad. Me gusta sumar nuevos fans, pero sobre todo quiero hablarle a mi generación”). Crecer es cambiar y tomar conciencia de los límites para no quedar en offside.