LA NACION

Un argentino, juez de silla por primera vez en la final de un grande

El mérito fue de Damián Steiner, que hace tres años había tenido un duro cruce con Djokovic

- Sebastián Torok

LONDRES.– La inolvidabl­e definición de Wimbledon representó también un hecho histórico para el tenis argentino, que por primera vez tuvo a un juez de silla en la final de hombres de un Grand Slam. El honor y la responsabo­lidad de controlar el triunfo en cinco sets de Novak Djokovic sobre Roger Federer le correspond­ió a Damián Steiner, de 44 años y nacido en Villa Crespo.

Steiner es un árbitro respetado, de extensa experienci­a en el circuito, de categoría Gold Badge (chapa de oro) y recibido de juez internacio­nal en 1996.

Se desempeña como supervisor y juez de silla en aproximada­mente 25 semanas al año y trabajó en más de 50 torneos de Grand Slam.

Steiner, que dirigió en ocho ediciones de la Copa de Maestros (incluida la final, en 2015 en Londres, ganada por Djokovic frente a Federer), es director del Departamen­to Nacional de Arbitraje de la Asociación Argentina de Tenis.

En Roma 2016 tuvo un fuerte cruce con Djokovic, ya que en la final ante Andy Murray empezó a lloviznar y el serbio, que finalmente perdió 6-3 y 6-3, pretendía que el match se detuviera y el argentino entendió que las condicione­s estaban dadas para continuar. Cuando Nole estaba abajo en el marcador por 3-6 y 3-4, le dijo al umpire: “¡No quiero jugar! Steiner le respondió: “Tenés que jugar, ya no llueve”. Djokovic replicó: “Ahora no llueve, pero estuvo lloviendo durante una hora”. Pese a que hubo una ligera lluvia, el partido no se detuvo en ningún momento. Djokovic venía de ser advertido con un warning (advertenci­a) por el juez argentino, por “abuso de raqueta”, ya que el balcánico la había lanzado contra el piso, rebotó y terminó en la platea, en las manos de un espectador.

Ayer, durante el quinto set, a medida que subía la tensión en la cancha y en las tribunas, Steiner recibió un reclamo de Djokovic a causa de un challengue (revisión tecnológic­a) pedido por Federer. A diferencia de lo ocurrido hace tres años en la capital italiana, esta vez no hubo un fuerte altercado. Djokovic solo hizo un gesto de perplejida­d. En realidad, el serbio se llevó una reprimenda del público, que lo abucheó en los segundos que se acercó al juez de silla. Steiner mostró en todo momento el control de la situación. Su desempeño en general estuvo a la altura del mayor desafío de su carrera.

Steiner no fue el único árbitro nacional en la edición 2019 de Wimbledon: como jueces de línea estuvieron Alejandro Roldán y Yamila Halle.

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