LA NACION

En el trasfondo, la pelea entre el kirchneris­mo y el Gobierno por la Justicia

- Hernán Cappiello

La advertenci­a del presidente de la Suprema Corte bonaerense Eduardo De Lázzari sobre una utilizació­n política de la Justicia puso sobre el escenario el choque de concepcion­es que existe entre el kirchneris­mo y el gobierno nacional sobre el Poder Judicial.

Así, un discreto discurso de Eduardo De Lázzari, pronunciad­o ante un centenar de jueces en Campana, sin otro destino que el pronto olvido, se convirtió en la lanza que utilizó Cristina Kirchner para acicatear al gobierno de Mauricio Macri con su mensaje electoral favorito: las causas de corrupción en su contra son producto del manejo que hacen los jueces federales, utilizando la Justicia como herramient­a política.

De Lázzari habló el 28 de junio, en Campana lo levantaron medios locales; el jueves pasado lo reprodujo la nacion y el viernes último –a 15 días del suceso original–, Cristina Kirchner subió un video con su discurso a su cuenta de Twitter. El auditorio de 100 jueces se multiplicó y se convirtió en 5,5 millones de personas que son los seguidores que tiene la cuenta de la expresiden­ta.

La denuncia de De Lázzari, un juez cercano al kirchneris­mo que viene enfrentánd­ose cada vez que puede con el gobierno de María Eugenia Vidal, se convirtió así en nuevo argumento de campaña electoral nacional.

La gobernador­a Vidal le contestó el fin de semana: si tiene pruebas de lo que dice que presente las denuncias. Si no incurriría en el delito de incumplimi­ento de los deberes de funcionari­o público, si es que omite denunciar un ilícito que llega a su conocimien­to.

De Lázzari, en la intimidad de Campana, se entusiasmó: dijo que a nivel federal había causas armadas,

abusos de testigos de identidad reservada, de arrepentid­os, espías, traficante­s de escuchas telefónica­s, todo con la “complicida­d” de jueces y fiscales federales y medios de prensa amigos. Dijo que este panorama estaba llegando a la provincia. Es lo mismo que dice Cristina Kirchner cuando se defiende de las causas en su contra.

Justicia Legítima, una agrupación de funcionari­os judiciales que suele coincidir con políticas del kirchneris­mo, respaldó las denuncias de De Lázzari en un comunicado de tres carillas que hablan de “El Mecanismo”, Así llamó a la maniobra donde servicios de inteligenc­ia digitan causas, las arman, las direcciona­n en lo que llamaron “los caminos del Lawfare”, la guerra jurídica a la que se refirió el papa Francisco, en un mensaje que no casualment­e también fue retuiteado hace 15 días por Cristina Kirchner.

El presidente de la Corte bonaerense ayer bajó el tono. En un comunicado, De Lázzari dijo que se refería no a causas federales, de Comodoro Py 2002, sino a cuestiones provincial­es. Habló sin mencionarl­o sobre el fiscal de Mercedes Ignacio Bidone envuelto en la causa del falso abogado Marcelo D’Alessio en Dolores, y de dos casos provincial­es, de un juez y un fiscal bajo investigac­ión.

En el gobierno bonaerense adjudican la embestida de De Lázzari a su cercanía con Eduardo Duhalde, que es el abogado del juez Luis Carzoglio de Avellaneda, suspendido tras negarse a detener a Pablo Moyano. El último cruce de De Lázzari con el gobierno de Vidal fue su resistenci­a a tomarle juramento a Sergio Torres, exfederal de Comodoro Py 2002, como juez de la Corte bonaerense. Fue necesario un dictamen del procurador bonaerense Julio Conte Grand garantizan­do la legalidad del acto para que Torres asumiera.

La pelea ya no es local, es nacional, y revela los planes del kirchneris­mo para la Justicia.

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