LA NACION

El Gobierno sigue de cerca la pelea por el control del gremio estatal

El 7 de agosto se eligen autoridade­s y los candidatos exigen una compulsa con UPCN, que es aliado a la Casa Rosada

- Nicolás Balinotti

El Gobierno sigue con atención el curso de las elecciones en la Asociación de Trabajador­es del Estado (ATE), el gremio estatal con mayor presencia territoria­l y que suele objetar los acuerdos pactados entre la Casa Rosada y UPCN, el otro sindicato de la administra­ción pública que lidera Andrés Rodríguez, número tres de la CGT y un aliado del oficialism­o de turno.

ATE, que renovará autoridade­s el 7 del mes próximo, cuenta con casi 290.000 afiliados repartidos en las 24 provincias del país. Administra una caja de unos $2000 millones anuales y se jacta de tener el poder para afectar el normal funcionami­ento de hospitales y de 830 municipios en los que tiene representa­ción. Su poder de fuego, sin embargo, se diluyó a partir de la fractura de la Central de Trabajador­es Argentinos (CTA), en 2011, una disputa interna que no muestra aún visos de resolverse.

Hugo Godoy, el actual secretario general de ATE Nacional, buscará su reelección. Tendrá a cuatro retadores: Daniel Catalano, actual jefe de ATE-Capital; Pablo Micheli, uno de los referentes de la CTA Autónoma; Luciano Domínguez Pose, delegado en el INTI y vinculado a la izquierda trotskista, y Marina Hidalgo Robles, dirigenta del Nuevo MAS.

El oficialism­o de Godoy corre con ventaja por varias razones. La primera es por la territoria­lidad: es la única de las cinco listas que presentará candidatur­as propias en todos las provincias y municipios. También sería la única con fiscales y votos en todas las mesas. Su poder se sustenta, además, en la caja: la administra­ción central absorbe de manera automática el cobro de la cuota sindical de los afiliados y luego les transfiere los fondos a las seccionale­s para afrontar sueldos y gastos corrientes.

“Hasta para comprar un auto tenemos que recurrir a ATE Nacional. Está todo centraliza­do”, se queja Daniel Catalano, jefe de ATECapital y el opositor con más chances de arrebatarl­e el poder a Godoy. Tal vez como una manera de reconocer que pelea en desventaja, Catalano será candidato por partida doble: competirá por la conducción nacional, pero también para retener Capital. En el estatuto no está restringid­a la maniobra.

Catalano tiene 45 años, es kirchneris­ta y forma parte del Frente Sindical para el Modelo Nacional que construyó Hugo Moyano en paralelo a la CGT. En su despacho sobresale una gran pizarra con el mapa de la Argentina. Hay cifras en rojo y verde en cada distrito. Catalano hace cuentas y cruza números. “Estamos unos 2500 votos abajo, pero tenemos tiempo para revertirlo”, dice confiado un asesor.

Godoy, en cambio, ya se siente ganador. La confianza es tal que en su equipo hacen apuestas por cuántos puntos de diferencia se impondría. “Será 70 a 30, o 75 a 25”, vaticina un colaborado­r.

¿Los otros tres retadores tienen chances? Difícil. Domínguez Pose presentará listas solo en 9 de 24 provincias, mientras que Hidalgo Robles lo hizo solo en Capital. Micheli, sin la influencia de otros tiempos, presentará en tres provincias, entre ellas Buenos Aires, aunque en no más de tres seccionale­s.

Estarán en condicione­s de participar unos 289.712 personas y habrá 7655 cargos en juego. ATE mantiene una fuerte disputa con UPCN, que pisa fuerte, sobre todo, en las áreas jerárquica­s de las administra­ciones públicas. Ni siquiera pudieron articular juntos la estrategia para enfrentar los recortes que activó la gestión de Mauricio Macri. Los candidatos a liderar ATE coinciden en la necesidad de impulsar una compulsa con UPCN para determinar quién tiene más afiliados y ser ellos en definitiva los que guíen el vínculo con el gobierno de turno.

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