La mirada de un experto
Habana destaca la influencia de los clubes amateurs en el rugby argentino
Por el concurso de una compañía de telecomunicaciones sudafricana, Bryan Habana fue el guía de seis personas que ganaron la experiencia de pasar una semana en Christchurch, Nueva Zelanda, para ver la final del Super Rugby, que jugaron los Crusaders y Jaguares.
El exwing de los Springboks, de 36 años, se tomó muy en serio su trabajo y estuvo cerca de sus invitados, en los que incluyó comidas, salidas a boliches bailables y, por supuesto, el partido de rugby. Es gentil en el trato, atiende todos los pedidos y sigue siendo una atracción para la gente del rugby, aunque hace un año dejó de jugar (se retiró en Toulon, de Francia). Cuando escucha referencias argentinas, elogia el crecimiento de nuestro rugby.
“Tenemos una linda historia con la Argentina, nos gusta mucho el rugby argentino. Por esa relación que construimos durante años, no solo en los últimos tiempos, siempre nos llevamos bien. Y en Sudáfrica siempre sentimos que merecían la oportunidad de medirse con nosotros y apenas lo empezaron a hacer mejoraron su calidad”.
Sobre la derrota de los Jaguares en la final, analizó: “El partido fue muy decente. Crearon oportunidades pero no las capitalizaron y eso tuvo un efecto en el partido. Mejoraron y mejoraron. Progresaron no solo en esta temporada. Lo vienen haciendo años tras año. Ganaron la conferencia, vencieron a los Brumbies. Me decepcionó un poco el resultado final. Crusaders no jugó increíble, pero fue clínico. Jaguares jugó muy físico, lo que fue interesante. Para el grupo sudafricano, haber metido un finalista y ganar experiencia fue estupendo”.
Para el histórico wing, la evolución de los argentinos es notable en el contexto en el que lo hizo. “Va creando una mentalidad positiva y trata de no estar solo en esta competencia para hacer números. Jaguares llegó con bastante falta de conocimiento respecto al juego del Super Rugby. La intensidad, el factor viajes (debe ser el que más viaja) y por otra parte estuvo esa situación de jugadores que se fueron a Europa, como Nico Sánchez, Juan Imhoff, que hubieran querido tener en Jaguares. Pero eso no los afectó. En estos cuatro años demostraron progreso continuo. Este año ganaron cuatro partidos en el tour de Australia y Japón, aprendieron a manejar esos factores. Esto no solo es bueno para el rugby argentino, también lo será para la Copa del Mundo. Solo podés esperar que el éxito de Jaguares se traslade al Mundial”.
Hace unas semanas, Phil Kearns, exjugador australiano cuestionó a los argentinos. Los acusó de engañar a la Sanzar. “Esto es una competición provincial. De eso se trata. No de tener un equipo nacional”, había dicho, en referencia a que los Pumas son prácticamente el equipo que integra Jaguares. Habana no está de acuerdo y lo fundamenta: “Si miras a los Crusaders, hay 11 o 12 All Blacks…. Miras a los Bulls y tienen 8 o 9.Sé que la gente puede quejarse de que los jugadores representan a un único club de la Argentina. Pero no es una regla que haya inventado Jaguares y tiene permitido hacerlo”.
–¿Qué tan importante es para el éxito del rugby en un país una actuación como la de Jaguares?
–Increíblemente importante. La Argentina es muy diferente a Sudáfrica, Australia o Nueva Zelanda. Es distinto a todos por sus clubes amateurs. Basa su estructura en ellos. Hay una cultura de rugby muy grande. Ver a Jaguares lograr esto, ver a sus fans viajar 40 horas a Christchurch para una final, es importantísimo. Tanto como lo que los Pumas lograron en el Mundial 2007 o en 2015. Es una piedra fundacional. Como jugador uno quiere hacer cosas que dejen una marca. Para nosotros, por ejemplo, por más que querramos, nos es muy difícil competir en fútbol con la Argentina. Lo que lograron los Jaguares hará que muchos digan “Wow, tenemos un equipo que nos puede enorgullecer en un contexto global”.
El proceso profesional del rugby argentino se dio siempre apoyado por la estructura sudafricana. El primer equipo rentado, los Pampas, jugó al Vodacom Cup, un torneo de segundo nivel en ese país. Ahora, otro equipo profesional, los Jaguares XV, se prueba en la más competitiva Currie Cup. Sobre esa plataforma de formación también habla Habana: “Cada oportunidad que tengas de probarte con los mejores va a mejorar tu nivel. Ya lo vimos con Jaguares. Y lo que pasaba es que después, por seis meses no tenían con quién medirse en el alto nivel. Por eso, la chance de jugar este torneo (la Currie Cup), uno de los más viejos del mundo, les dará la oportunidad a sus jóvenes la experiencia de viajar y experimentar eso en el nivel más alto. Para la Sanzar y las uniones es muy importante que la Argentina tenga posibilidades de crecer. Esto les dará la chance de crecer, les abrirá también las puertas a los jóvenes”.
–¿Qué le falta a los argentinos para dejar de ser una incomodidad y pasar a ser una amenaza para las naciones más poderosas?
–¡Ya son una amenaza! Terminaron primeros en la zona Sudáfrica. Si pensás en las victorias contra Sudáfrica de los últimos años… En 2012, el año en el que los Pumas debutaron en el Rugby Championship, recuerdo una derrota muy dura con Springboks. Tres años después nos ganaban por primera vez en Sudáfrica. Ojalá estos jugadores sigan empujando. Ya son una amenaza y no creo que necesiten algo más. Tuvieron la chance y demostraron que este lugar les pertenece, que no están solo por un negocio.
No es fácil ser campeón. Sudáfrica ganó el viejo Tres Naciones por primera vez tres años después de empezarlo. Y estuvimos cuatro años para armar el equipo que ganó el Mundial 2007. El rugby tiene fuerzas dominantes, como Nueva Zelanda. Además, no olvidemos que no dejar que los jugadores de afuera participen de los Pumas fue una decisión difícil. Ahora podrán volver al equipo Nico Sánchez o Isa, que son jugadores top, capaces de hacer la diferencia. Es una situación única para la Argentina. Están en condiciones de ganar algún trofeo.