Tendencias y datos del millonario mercado de pases en Europa
Marcelo Gantman
Eden Hazard, de Chelsea a Real Madrid por 100 millones de euros. Antoine Griezmann, de Atlético de Madrid a Barcelona por 120 millones de euros. Joao Felix, de Benfica a Atlético de Madrid por 126 millones de euros. Hasta ahora son las tres transferencias más impactantes del verano europeo entre las operaciones que superan los 100 millones de euros. Otros veranos han visto pasar a Cristiano Ronaldo, de Real Madrid a Juventus y también a Neymar, de Barcelona a PSG. Hasta quienes extrañan sin remedio las épocas en las que el fútbol era puro romanticismo, no pueden dejar de levantar sus cejas en señal de asombro cuando los clubes poderosos sacuden sus alhajas en cada mercado de pases.
Estas transferencias de alta gama, sin embargo, no reflejan con exactitud cuáles son los movimientos más frecuentes en el fútbol europeo. Que Hazard haya pasado de la Premier League a La Liga, por ejemplo, no significa que el flujo de las operaciones en Europa tenga esa tendencia como principal indicador. Según datos ofrecidos por la UEFA, que comprenden el período 2007-2017, las transferencias internas en Inglaterra fueron el recorrido número uno de traspasos con un volumen de 4.985 millones de euros. El segundo flujo más frecuente es de Italia a Italia con 4.162 millones. El tercero de Alemania a Alemania con 1,726 millones y recién en el cuarto lugar aparece el primer mercado de pases literalmente internacional: jugadores que fueron de España a Inglaterra en negociaciones que implicaron 1.590 millones de euros en transferencias.
La conclusión es clara: las ligas más poderosas de Europa fortalecen sus mercados domésticos, que incluso alcanzan a la segunda
división de sus países. Entre 2007-2017, en promedio, el 71 por ciento del gasto global en transferencias de futbolistas fue asumido por las cinco ligas principales de Europa: Premier League (26%), Serie A (16%), La Liga (12%), Bundesliga (9%) y Ligue 1 (8%). La cuenta no incluye las porciones de la torta que les corresponde a las segundas divisiones de Inglaterra (3%) y Alemania e Italia (2% cada una).
Cuando se analiza la presencia de futbolistas extranjeros entre los equipos de Europa (la UEFA registra 710 clubes de primera división), en esos diez años, se identifican a futbolistas de 163 nacionalidades diferentes. El 56 por ciento corresponde a la propia UEFA, mientras que el 28 por ciento son de la Conmebol: Brasil (14%), Argentina (6%), Colombia (3%), Uruguay (3%), Chile (1%) y Paraguay (1%). Contra la creencia de que es la Premier League la que concentra la mayor cantidad de futbolistas extranjeros en sus equipos (80% de sus contrataciones), fue Portugal el país que encabezó ese ranking con el 85%.
Para ponerlo en dimensión: según UEFA la Argentina generó el 1 por ciento de ese movimiento global mientras que Brasil el 2 por ciento, entre todo el flujo de transferencias hecho entre 2007-2017. Es habitual que el mercado de pases en la Argentina despierte muchas ilusiones y luego decante en expectativas con altibajos. Pero cuando se observa el mapa económico de Europa desde las transferencias, se puede reflexionar sobre cuál debería ser la estrategia de los clubes argentinos a la hora de vender a sus futbolistas. Si seguir con el intento de saltar los muros europeos o tal vez orientar sus principales energías hacia otros mercados emergentes, donde el fútbol todavía no entrega mucha gloria deportiva, pero sí construye un nuevo futuro.