Habilitan a operar a nuevas empresas de monopatines
La Ciudad autorizó la prueba piloto para que las firmas se inscriban y ofrezcan el servicio
Empezaron a verse tímidamente por algunos barrios y pronto serán muchos más: el viernes pasado, la Secretaría de Transporte porteña habilitó una prueba piloto en la que participarán nuevas empresas de monopatines compartidos. Así, autorizó la circulación en la vía pública, algo que en rigor ya sucedía desde hacía varias semanas.
Hoy, la firma Grin funciona en Palermo, Recoleta y Retiro, mientras que Movo tiene presencia entre la Plaza San Martín, la Plaza de Mayo y parte de Puerto Madero. Ambas cobran lo mismo por el uso de sus rodados eléctricos: $15 por el desbloqueo y, luego, $8 por cada minuto de uso.
“Es un chiche caro”, dice Alejandro Collado, un publicista de 30 años que hace dos semanas encontró la oportunidad perfecta para probar un monopatín de Grin. Un amigo del trabajo lo había acercado en auto hasta su barrio, tenía que caminar unas diez cuadras de noche y justo se topó con un monopatín verde. El trayecto lo hizo mitad por la vereda y mitad por la calle, porque no sabía muy bien por dónde tenía que ir (está prohibido hacerlo por la vereda). Cuando llegó a la cuadra de su casa lo dejó estacionado frente a un Farmacity, no del todo seguro de que fuera el lugar correcto.
Le pareció un buen servicio, pero caro: “Es muy cómodo porque lo dejás donde te bajaste. El tema es que el viaje me salió $100 por diez cuadras. Por $10 más me tomo un Uber hasta el laburo y es más del doble del trayecto”, indicó. Si bajaran los precios, cree que lo volvería a elegir.
Además de su circulación por la vereda, la ley también prohibió que los monopatines sean conducidos por menores de 16 años.
En Grin son optimistas sobre los resultados del primer mes de sus vehículos en Buenos Aires. Según indican, los rodados ya realizaron 12.000 viajes y sumaron 5000 usuarios. El tiempo promedio de uso fue de entre 10 y 12 minutos. Precisamente, se busca que los dispositivos sean usados para tramos cortos y complementen a otros medios de transporte.
Eso piensa Salvador Santos, un joven de 26 años que está por convertirse en ingeniero civil. “Es una buena solución para tramos cortos en los que no se superen los 6 km, ya que el costo no va a superar los $170”, dice. Él conoció el sistema cuando vivía en Fráncfort y también pudo probar la marca Grin en Montevideo. En Buenos Aires hasta ahora lo utilizó para ir desde Las Cañitas hasta Recoleta. Tardó 25 minutos y le costó $180. Ahora que se está expandiendo la cobertura por el microcentro, Salvador podría volver a usarlo para recorrer alguna distancia corta por esa zona.
Seguros
La prueba piloto durará un año y podrán participar de ella tanto empresas nacionales como internacionales, que deberán presentar un plan de logística para relocalización y retiro de monopatines y otro plan de estacionamiento y acciones para incentivar el estacionamiento correcto (o penar el incorrecto). También deberán contar con seguros de responsabilidad civil por daños que puedan generar los usuarios de los monopatines contra personas o bienes de terceros. Serán habilitadas para operar en distintas zonas.
La Asociación Civil Luchemos por la Vida llamó a los usuarios a tomar conciencia de la fragilidad de los dispositivos y a las autoridades a controlar muy estrictamente su uso “para que no sea un nuevo factor de heridos y muertos en el tránsito”.
En los últimos días, trascendió que una conocida youtuber inglesa murió a bordo de un monopatín eléctrico en Londres.