AVANZA LA OBRA DE LA NUEVA SEDE JUNTO AL RÍO
Las tierras se sitúan entre el Parque de los Niños y el arroyo Medrano, en Núñez; la Ciudad invierte 35 millones de dólares
Entre el Parque de los Niños y la desembocadura del arroyo Medrano, con vista al Río de la Plata, empiezan a asomar los cimientos de lo que será el nuevo Tiro Federal. La tierra removida en gran parte de las 13 hectáreas de este predio de Núñez se combina con las primeras fundaciones del futuro inmueble del centenario club. Hay algunas zonas destinadas especialmente a ciertas disciplinas de tiro que van tomando forma. El objetivo es que la mudanza desde el actual predio se concrete durante el primer trimestre de 2020.
Las obras en el terreno se iniciaron a fines del año pasado. Hubo que remover parte de la tierra y llevar tosca para mejorar el relleno preexistente. El lugar, que originariamente se había destinado para una planta de tratamiento de residuos, estaba en desuso. Tal como lo estipuló la ley porteña 5940, luego de que se aprobara la desafectación del predio de Avenida del Libertador y Udaondo para la creación del futuro Parque de Innovación, el gobierno de la ciudad debía relocalizar al Tiro Federal en el mismo barrio de Núñez y otorgar el usufructo del nuevo espacio a la tradicional institución por 75 años.
Luego de algunas negociaciones, y de tira y afloja entre la Ciudad y los socios que se oponían al traslado, este fue el destino elegido.
Transcurridos los meses de trabajos, las nuevas instalaciones de la Asociación Tiro Federal Argentino ya cuentan con parte de la base de su estructura. Estarán situadas a lo largo de 450 metros sobre la calle Tambor de Tacuarí. En los primeros 200 metros, en el subsuelo, habrá una cancha de bowling, vestuarios y la sala de máquinas.
En la superficie, a lo largo de las casi cinco cuadras de extensión del inmueble, funcionarán la sede social y principalmente los polígonos, distribuidos de acuerdo con las distintas disciplinas y bajo las normas de seguridad estipuladas por la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac), explicó a la nacion el director de Tiro de la entidad, Héctor Faetani.
Como el Tiro Federal es además un centro de encuentro social –según la temporada puede haber entre 3500 y 4000 afiliados–, la franja del predio con frente sobre el río estará destinada a otras actividades deportivas, similares a las que se practican hoy en el tradicional emplazamiento de Libertador y Udaondo: habrá siete canchas de tenis, una pileta, una confitería y estacionamiento.
Parte de la inversión, que asciende a 35 millones de dólares y corre por cuenta de la Ciudad, se dedicará a la renovación y la modernización de equipos para la práctica de tiro. Faetani ejemplificó: “Los blancos electrónicos que hoy tenemos no son nuestros. Son de la Federación Argentina de Tiro. Son esenciales para el entrenamiento de los deportistas olímpicos”. Uno de los objetivos es que, a futuro, el nuevo predio sea sede de campeonatos internacionales sudamericanos y panamericanos.
Por mencionar algunas de las disciplinas, habrá cuatro zonas de tiro con escopeta (skeet, como se llama a la práctica). En ese espacio, se colocará una malla de alrededor de 25 metros de altura para contener los pequeños perdigones. Por otro lado, en los sectores denominados “tiro práctico” (18 canchas semicubiertas con sistema de parabalas) y “fusil 300 metros” se entrenarán, además, las fuerzas de seguridad. Actualmente, 500 efectivos de dis
tintos cuerpos practican por semana en el Tiro Federal.
Para las obras en el terreno hubo dos llamados a licitación distintos: uno para la construcción del edificio propiamente dicho y otro para los trabajos de las áreas exteriores (120.000 m2 descubiertos). Además, a un lado del arroyo Medrano se construirá una planta de tratamiento de plomo, agregó el subsecretario de Proyectos porteño, Álvaro García Resta, en diálogo con la nacion.
Conservación de la historia
En su actual ubicación de Libertador al 6900, tierras que le fueron cedidas por comodato a fines del siglo XIX, la entidad deportiva conservará durante 75 años, con posibilidad de renovación, tres hectáreas: el edificio principal, catalogado monumento histórico hace 14 años, y la parcela que lo rodea. Quedará inmerso en el predio donde, una vez que se concrete la mudanza de las actividades, empezará a construirse el Parque de Innovación, un proyecto que conjuga, entre otros puntos, a sectores públicos y privados en los ámbitos del desarrollo tecnológico y la educación.
Jonatan Baldiviezo, del Observatorio del Derecho a la Ciudad, se quejó: “La mudanza al predio junto al río representa la pérdida de alrededor de 12 hectáreas de espacio verde de la costa, que debería ser de acceso público”.
Jonatan Baldiviezo observatorio derecho a la ciudad “La mudanza junto al río representa la pérdida de espacio verde costero que debería ser de acceso público”