Habrá gastronomía y, desde septiembre, cine
El espacio fue sometido a una reforma integral durante un año y cuatro meses; la oferta gastronómica incluye a grandes cadenas del rubro; las salas llegarán en septiembre
Los que pasan a pie, también aquellos que entran o salen del subte D en la estación Facultad de Medicina, incluso algunos conductores que esperan en su auto a que cambie el semáforo; todos intentan espiar más allá de las vallas que rodean la Plaza Bernardo Houssay, en el barrio de Recoleta.
Primero ven escombros, algo de tierra, pero si logran mirar un poco más adentro verán un espacio totalmente renovado. Lo más llamativo: una abertura en forma de medialuna a través de la cual se ven varios locales gastronómicos y cuatro sacias las de cine. “Ya tenemos ganas de salir de la facu y cruzarnos a tomar una cerveza. Por lo que se ve, está quedando muy linda”, dice Jessica Friedman, de 25 años, estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, situada frente a la Plaza Houssay.
Vecinos y estudiantes esperan con ansias la reapertura de la plaza, que estuvo cerrada durante un año y cuatro meses. Desde el gobierno porteño esperan quitar las vallas el próximo lunes para que la gente ya pueda circular por toda la superficie del espacio, delimitado por la avenida Córdoba y las calles Junín, Paraguay y Uriburu.
No solo lo rodea la sede de CienEconómicas. También, las facultades de Medicina, Farmacia y Bioquímica, Odontología y Ciencias Sociales de la UBA, junto con el emblemático Hospital de Clínicas. Es el lugar de paso de más de 170.000 personas por día, aunque –según publicó el gobierno de la ciudad– solo el 25% de quienes la transitaban lo hacían de noche. Algo que, esperan, cambie tras las avanzadas obras de remodelación.
Grandes marcas dirán presente en el sector en desnivel para la reinauguración de la plaza, lo que acrecienta las expectativas. Según pudo saber la nacion, algunos de los locales gastronómicos que, en principio, abrirán el próximo lunes serán Freddo y McDonald’s. Una semana más tarde levantarán la persiana Pani, Mostaza y Tostado, y a partir de agosto inaugurarán Antares, Hell’s Pizza y Muu Lechería. Los locales estarán abiertos hasta las 23, según fuentes oficiales.
Más adelante debutarán los cines, de la cadena Village, que estarán disponibles a partir de septiembre en esta zona, que sufrió el ocaso de los establecimientos del rubro sobre la avenida Santa Fe. Mientras que el segundo subsuelo va a seguir funcionando como estacionamiento para 500 autos.
“Vengo desde hace más de 15 años a la facultad, y sentía una inseguridad tremenda cuando me tenía que tomar el 132, era un problemón. Me bajaba del colectivo a las 7 y era superinseguro. Me parece espectacular lo que hicieron. Tenemos buenas expectativas, aporta iluminación y movimiento a la zona”, describe Juan Ignacio Almeida, docente de la Facultad de Ciencias Económicas. “Me gusta que incorporen locales de todo tipo, pero en la superficie no veo tantos cambios”, afirma Juan Cobas, de 25 años, alumno de la misma casa de estudios.
“A través del equipo de Antropología Urbana se trabajó con vecinos y estudiantes, y el pedido fundamental fue más actividades en la plaza, de ser posible hasta tarde, para que circular por la zona fuese seguro y agradable; también, para
los alumnos de los últimos turnos. Con ese eje, el diseño se basó en lograr buena visibilidad en los caminos, conexión directa con el subte, más iluminación y un patio público que invita a quedarse”, explica a la nacion Álvaro García Resta, subsecretario de Proyectos de la Ciudad.
Inversión
El proyecto contempló la construcción de un anfiteatro natural con la inclinación de uno de los sectores de la plaza, desde la vereda de la avenida Córdoba, hacia el centro. Bajo la superficie se construyeron dos pisos que representan 1900 m2 nuevos de espacio público. Al nivel de la calle, se sumaron zonas parquizadas con estaciones para hacer ejercicio, juegos para chicos y un trazado que facilita el cruce diagonal. La inversión total fue de casi $77 millones.
“Me parece bárbaro. La plaza anterior estaba muy dejada y era muy insegura. Yo ya estoy grande, pero por ahí alguna vez me vengo al cine”, cuenta Guillermo D’Oro, un vecino de la zona de 94 años.
“Esta plaza la arreglaron diez veces. Ahora veo cambios positivos. Yo trabajo desde hace 20 años acá y vi de todo; ahora me parece que va a venir más gente. Para los chicos está muy bueno, pero seguro va a funcionar más en la semana que el fin de semana”, afirma Damián Martínez, que vende golosinas sobre la avenida Córdoba.
Entre los comerciantes también hay ansiedad. “Tenemos muy buenas expectativas por la apertura de este nuevo local. El proyecto y las marcas que se sumaron hacen una propuesta diversa e interesante”, confiesa Federico Nievas, jefe de marketing y publicidad de Freddo. “La expectativa es inmensa por el enorme flujo de personas que pasa por ahí y por la envergadura de la obra. La plaza estaba venida a menos, lo que hicieron está muy bueno”, apunta Danilo Ferraz, responsable gastronómico de Hell’s Pizza.
“Hay muchas expectativas. Es un proyecto que revaloriza el barrio. La plaza tenía mala fama y esto cambia la zona en general. Queremos ser parte de la vida diaria de los estudiantes”, dice Santiago Nosiglia, quien tiene la franquicia de la cervecería Antares en la Plaza Houssay. Todas las empresas tienen pensado ofrecer promociones para los estudiantes de la zona.
La Plaza Houssay, desde su inauguración, en 1980, durante la dictadura militar, fue un sitio gris, con pocos espacios verdes e incómoda para la gente que circulaba. “La verdad que solo la usábamos para tirar huevos en las recibidas. Pero si volviera a estudiar acá, con gusto me cruzaría con amigos a tomar algo”, dice Juan Ignacio Jacoubian, de 24 años, egresado de la Facultad de Ciencias Económicas.