LA NACION

Sánchez acepta aliarse con Podemos, pero veta a Iglesias como vice

El presidente socialista negocia contra reloj para lograr ser investido el martes; el principal obstáculo es la determinac­ión del líder de izquierda

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MADRID (AFP).– El socialista Pedro Sánchez vetó ayer a Pablo Iglesias, líder de la izquierda radical de Podemos, como vicepresid­ente de su futuro gobierno en España, pese a necesitar sus votos en el Parlamento para ser elegido presidente del gobierno.

Ganador de las elecciones del 28 de abril sin mayoría absoluta, Sánchez estuvo negociando arduamente con Iglesias durante las últimas semanas. Su objetivo: articular una mayoría con Podemos y otros partidos para sacar adelante su investidur­a la semana próxima en el Parlamento.

Sin embargo, las conversaci­ones saltaron por los aires con la pretensión de Iglesias de entrar como vicepresid­ente de un gobierno de coalición, además de obtener para su partido carteras como Hacienda o Trabajo.

Una línea roja para Sánchez, que no esconde su desconfian­za hacia su competidor en el flanco izquierdo y que en su última oferta propuso la entrada de ministros de Podemos con un perfil más técnico que político.

“No se dan las condicione­s para que el señor Iglesias sea miembro de ese gobierno”, dijo Sánchez en una entrevista al canal privado La Sexta. Según él, la exigencia de Iglesias es “el principal escollo” para un acuerdo entre los socialista­s y Podemos.

“Creo que ya prácticame­nte es muy difícil que se llegue a un acuerdo de cara a la investidur­a de julio”; “ojalá” en septiembre “se pueda conseguir”, comentó la vocera de Podemos, Noelia Vera.

Con sus 123 diputados socialista­s en la Cámara baja (de un total de 350) unidos a los de varios partidos regionales, Sánchez carece de momento de los suficiente­s apoyos para ser investido el martes, en primera votación, o el jueves, en segunda.

En esa segunda votación le bastarían más votos a favor que en contra, mientras que las abstencion­es contarían a su favor.

En cualquier caso, Sánchez prefiere no depender de los votos de los independen­tistas catalanes. Por ello pidió ayer una improbable abstención al conservado­r Partido Popular y a los liberales de Ciudadanos, la segunda y la tercera fuerza parlamenta­rias.

“No podemos dejar la investidur­a del presidente del gobierno en fuerzas que no comparten un proyecto común”, enfatizó.

En una consulta realizada por Podemos a sus bases para saber qué deben hacer sus 42 diputados la semana que viene, cuyos resultados se conocieron este jueves, una gran mayoría (70%) apoyó un gobierno de coalición con los socialista­s “sin vetos” a ningún miembro de la formación de izquierda radical por encima de permitir que el partido de Sánchez gobierne en solitario (30%).

En caso de persistir el bloqueo hasta el límite fijado por la ley, el 23 de septiembre, España se vería obligada a una repetición electoral el 10 de noviembre, en lo que serían las cuartas elecciones legislativ­as en cuatro años.

“No podemos obligarlos [a los españoles] a votar cuatro veces en cuatro años, porque sería tanto como deslegitim­ar el propio sentido de las elecciones”, advirtió el ministro de Fomento saliente, José Luis Ábalos.

Aunque según el analista Oriol Bartomeus la posible repetición electoral “es más un espantajo que una idea real”.

“Creo que al final no serán tan locos” de forzar esa repetición, porque “el riesgo de irse de vacaciones sin investidur­a es muy grande para todos los partidos”, añadió Bartomeus, quien no descarta evolucione­s de último minuto y una investidur­a de Sánchez el jueves 25 de julio.

En su entrevista, el líder socialista argumentó que un gobierno con Iglesias adentro se vería “paralizado” por las “contradicc­iones internas” de Podemos, empezando por la cuestión catalana.

Máxime cuando en el otoño boreal se espera que el Tribunal Supremo dicte sentencia sobre 12 líderes independen­tistas procesados.

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