Estados Unidos, en alerta
Una ola de calor amenaza a 130 millones de personas.
WASHINGTON.– El centro y buena parte de la costa este de Estados Unidos se enfrentan a una ola de calor extrema que puso en alerta a más de
130 millones de personas. Los meteorólogos esperan que las elevadas temperaturas –en algunos lugares del país el termómetro ayer alcanzó los 46°C– continúen en alza este fin de semana.
En un esfuerzo por mantener a las personas seguras, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una advertencia de calor excesivo que abarca
12 estados. Ciudades como Nueva York también están bajo vigilancia térmica.
Otras grandes urbes habían comenzado a tomar medidas para combatir las altas temperaturas que se esperaban para este fin de semana. Nueva York canceló su famoso triatlón, programado para mañana, por la recomendación de las autoridades y el propio alcalde, Bill de Blasio, y extendió los horarios de las piletas para que la gente pueda refrescarse. En wisconsin varias escuelas cancelaron las clases ayer y en las zonas más afectadas del país se habilitaron edificios como “refugios de enfriamiento”, desde iglesias hasta estaciones de policía, para mitigar el impacto del calor.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que la ola de calor será “opresiva, peligrosa y potencialmente mortal”. Las áreas expansivas de alta presión, una localizada sobre los estados centrales y otra en el Atlántico, producirán un calor casi récord durante los próximos días.
Para cuando este evento termine el martes, el 86% de los 48 estados más al sur del país habrá experimentado altas temperaturas de por lo menos 32°C, y cerca del 50% habrá visto temperaturas que alcanzarán e incluso superarán los 35°C.
“Para principios de la semana que viene se espera que llegue un frente frío que devuelva las condiciones de un clima de verano normal y agradable, pero aún quedan por superar los peores días”, dijo a The New York Times el especialista Kevin Darmofal del Servicio Nacional de Meteorología en wichita, Kansas.
El año pasado, 108 personas murieron en Estados Unidos por causas relacionadas con el calor extremo, segúnla administración nacional oceánica y Atmosférica. Eso cuadruplica el número de personas que murieron de frío y supera la cantidad de muertes en tornados, huracanes, inundaciones y otros peligros climáticos.
La ola de calor, que se produce en medio de lo que puede llegar a ser el mes más caluroso que la Tierra ha registrado, representa una amenaza para la salud pública de decenas de millones.
Las altas temperaturas, combinadas con la gran humedad proveniente del Golfo de México y el océano Atlántico que caracteriza a esta ola en particular, también exacerban el esmog y la mala calidad del aire, lo que puede traer dificultades a la hora de respirar para muchas personas, especialmente los chicos, los ancianos y los que tienen asma u otras patologías respiratorias.
“Las enfermedades relacionadas con el calor y la muerte pueden ocurrir en minutos en días como estos en casos de esfuerzo excesivo o encierro en vehículos calientes”, escribió ayer el Servicio Meteorológico de Filadelfia, como advertencia de un índice de calor de hasta 46°C para el día de hoy.
Aunque las horas del día con mayor exposición al sol son las más peligrosas y los meteorólogos recomiendan no exponerse al calor exterior, la preocupación de algunos son las temperaturas nocturnas.
“Las temperaturas entre los 35°C y casi 38°C suenan mal, pero el aspecto más significativo de la ola de calor será la temperatura nocturna”, señaló el meteorólogo de CNN, Taylor ward.
“Las bajas temperaturas desde el medio oeste hasta el nordeste estarán entre los 23°C y los 26°C. Las olas de calor tienden a causar los impactos más severos cuando los mínimos de la noche están muy por encima de lo normal porque no hay alivio para que los cuerpos o los hogares de las personas se enfríen”, añadió ward.
Los estudios de atribución del cambio climático demostraron que el calentamiento global aumentó dramáticamente la probabilidad de eventos de calor extremo.
Además, la Evaluación Nacional del Clima, publicada el año pasado por la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, encontró que las olas de calor están aumentando en Estados Unidos desde la década de 1960, aunque la década de 1930 aún se destaca por tener los eventos de calor más extremos registrados en la historia.