Tensión en el Golfo
Gran Bretaña y sus aliados temen la escalada de Irán.
LONDRES.– Gran Bretaña y sus aliados europeos advirtieron ayer contra lo que definieron como una “peligrosa escalada” de Irán, que se niega a liberar un petrolero británico en abierto desafío a las potencias occidentales, en un ciclo de incidentes y provocaciones comenzado entre Washington y Teherán al que luego se incorporó Londres.
El gobierno británico le advirtió al iraní que estaba eligiendo un “camino peligroso de comportamiento ilegal y desestabilizador”, dijo el canciller británico, Jeremy Hunt, que se comunicó con su par iraní, Javad Zarif, para exigir la liberación del petrolero Stena Impero.
“Le expresé mi gran decepción, porque tras haberme asegurado el sábado pasado que Irán quería desescalar la situación, se comportaron en el sentido opuesto”, agregó. Además, Londres convocó al encargado de negocios de Irán.
Los Guardianes de la Revolución iraníes dijeron haber abordado el Stena Impero, en un incidente sucedido anteayer, por “no respetar el código marítimo internacional” en el Estrecho de Ormuz, por donde circula un tercio del petróleo mundial. El buque, de bandera británica y propiedad sueca, fue trasladado al Puerto de Bandar Abbas.
Irán difundió imágenes de video del petrolero británico, que aguarda anclado en las aguas iraníes como una suerte de rehén del conflicto mientras se resuelve la situación.
Se trata de la segunda incautación de un buque en pocos días por parte de Irán, y se dio luego de que el enclave británico de Gibraltar decidió prolongar 30 días la captura de un petrolero iraní, detenido el 4 de julio pasado. Según el gobierno británico, el barco llevaba crudo a Siria, aliada de Irán, en violación de las sanciones europeas contra Damasco por la guerra civil en curso. Irán negó esta acusación y advirtió que respondería a ese acto de “piratería”.
Francia y Alemania se alinearon con Gran Bretaña y exigieron a Irán a que deje zarpar al buque. “Una nueva escalada sería muy peligrosa para la región”, dijo Berlín. Y París advirtió que el incidente “perjudica la necesaria desescalada de las tensiones en la región del Golfo”. La Unión Europea reforzó el mensaje señalando que “en esta situación ya tensa, esta noticia entraña el riesgo de incrementar la escalada y mina el trabajo para resolver” la crisis.
Gran Bretaña, Francia son dos de los signatarios del tratado nuclear firmado con Irán en 2015. El acuerdo congeló su sospechoso programa atómico y disipó gran parte de la tensión con Occidente. Pero el camino comenzó a desandarse tras la salida de Estados Unidos del tratado, el año pasado, que dio lugar a malentendidos y a una espiral de incidentes.
Según Allah Morad Afifipoor, director de la autoridad portuaria de la provincia de Hormozgán, donde se encuentra el Puerto de Bandar Abbas, el Stena Impero “chocó con un pesquero”. Las personas a bordo del pesquero “se contactaron con el petrolero, pero no tuvieron respuesta”, y entonces informaron a las autoridades en la costa, que tomaron cartas en el asunto.
“Conforme a la ley, tras un accidente es necesario investigar las causas” y por eso la autoridad portuaria abrió una investigación, agregó el responsable iraní, que aclaró que los 23 miembros de la tripulación se encuentran a bordo; 18 de ellos, incluido el capitán, son de nacionalidad india y los otros son un filipino, un letón y tres rusos.
Los Guardianes de la Revolución ya habían anunciado haber retenido el jueves pasado a otro petrolero “extranjero” y a su tripulación, bajo sospecha de entregar carburante de “contrabando” en el Golfo Pérsico. Desde entonces no se brindó ninguna información sobre el barco.
Además de estas incautaciones, los últimos dos días estuvieron marcados por una polémica sobre un dron, presuntamente iraní, que los estadounidenses dicen haber derribado en el Estrecho de Ormuz, lo cual Teherán rechazó.