LA NACION

“Hay que acordarse de dónde venimos”

El entrenador de los Pumas, tras la derrota con All Blacks.

- G. Capozzolo y F. Vergara

Hay veces en las que la frustració­n y la satisfacci­ón pueden ir de la mano. Así, fustrados y satisfecho­s, se observó a Mario Ledesma y Pablo Matera, el entrenador y el capitán de los Pumas, después de la derrota contra Nueva Zelanda. Con la desazón lógica de haber quedado a cinco metros de la primera victoria en la historia frente a los All Blacks, y también la conformida­d por ver cómo el trabajo de años rinde sus frutos. “Hoy todo el mundo se va enojado o frustrado porque tendríamos que haberles ganado a los All Blacks y no siempre pasa eso. Hay que acordarse de dónde venimos, no como excusa, sino para valorar lo que se avanzó”, destacó Ledesma. “Estuvimos a una pelota de ganar. Estoy muy contento con el rendimient­o del equipo”, añadió, por su parte, Matera.

Siempre se hablaba de “los últimos 20 minutos”, en lo que Nueva Zelanda solía hacer la diferencia, apoyándose en el ingreso de sus suplentes. Pero ayer, contra los Pumas, el equipo oceánico no anotó puntos en el segundo tiempo. “En ataque no estuvimos precisos y en defensa nos quebraron varias veces, pero encontramo­s recursos para cerrarlos. Nunca es perfecto el planteo, pero el compromiso de los chicos apareció en esos momentos”, explicó el entrenador. Los ingresos de Mayco Vivas, Julián Montoya y Tomás Lezana contrarres­taron el poderío de los hombres de negro.

Un punto que generó polémica en la semana fue el imprevisto cambio de regla en el scrum, al cual se sumó que los neozelande­ses se enteraron antes. Esta formación era a priori la que más preocupaba a los Pumas y, sin embargo, los argentinos perdieron uno solo de diez lanzamient­os propios. “Me quedo contento con el scrum porque fuimos disciplina­dos. Es más: en la que Marcos [Kremer] tocó la pelota con la mano nosotros ya habíamos hecho tres pasos hacia atrás antes de que la pelota entrara, y era, como mínimo, free-kick. Fue un scrum estable y se pudo jugarlo tranquilo”, añadió Ledesma.

Luego de alinear a 13 rugbiers que estuvieron en la final del Súper Rugby, el DT adelantó que rotará parte del conjunto, que el sábado próximo visitará a Australia en Brisbane. Lo hará sin Agustín Creevy, que sufrió un esguince en un acromio clavicular y se quedará en Buenos Aires; ocupará su lugar Santiago Socino.

Hansen: “Podrían haber ganado”

El último line-out, a 10 yardas del in-goal de los All Blacks, paralizó Vélez. Pero el maul defendido con fiereza por los hombres de negro privó a los Pumas de su primer triunfo contra los mejores del mundo. Fue el cierre de un encuentro cargado de entusiasmo. “La única razón por la que no perdimos es que tuvimos una gran defensa. Se trabajó bien en los momentos complicado­s para recuperar la pelota. honestamen­te, los argentinos podrían haber ganado. Jugaron todo el año juntos y tienen buenas combinacio­nes y entendimie­nto de juego”, analizó Steve Hansen, el entrenador de los visitantes.

Contra una defensa argentina implacable que privó de puntos en la mitad final a los campeones mundiales, los All Blacks pasaron más de un dolor de cabeza. “Fue una auténtica batalla. En los primeros 20 minutos les otorgamos 9 tantos por errores nuestros. Pero hay que darle el crédito a la Argentina, que nos presionó desde el inicio hasta el final del partido. Su segunda parte fue espectacul­ar”, destacó Sam Cane, el capitán de los neozelande­ses, en reemplazo del ausente Kieran Read.

El sábado, los All Blacks recibirán a Sudáfrica. “Me voy contento de Buenos Aires porque este partido fue muy beneficios­o, les sirvió mucho a los más jóvenes. Probamos nuevos jugadores que estuvieron a la altura”, finalizó Hansen.

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Natacha pisarenko / ap Mario Ledesma, el entrenador de los Pumas

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