LA NACION

Macri y Fernández se disputan el voto de los dirigentes oscilantes

Buscan el apoyo de gobernador­es e intendente­s sin alineamien­tos definidos

- Lucrecia Bullrich

Cuando faltan tres semanas para las Paso y en un escenario de polarizaci­ón irreversib­le, la batalla electoral no solo se libra en los distritos de mayor peso electoral. El macrismo y el kirchneris­mo también se disputan votos en tierras de menor incidencia en el padrón y cuyos dirigentes no exhiben lealtades firmes por ninguno de los polos. allí se juega la guerra de guerrillas. La pelea por el apoyo de los “zigzaguean­tes”.

Una de las postales de campaña de la semana que pasó es la foto que adolfo Rodríguez Saá se sacó con Mauricio Macri y Miguel Pichetto al calor de la chimenea vacía del despacho presidenci­al. La Casa Rosada difundió la imagen enseguida y buscó instalarla como un triunfo, un apoyo crucial para cosechar votos en San Luis.

adolfo está enfrentado con su hermano alberto, el gobernador de la provincia reelecto hace un mes, y con el kirchneris­mo hace tiempo, pero nunca había hecho semejante gesto de alineamien­to con el oficialism­o. De hecho, en las elecciones provincial­es enfrentó al candidato de la Casa Rosada, Claudio Poggi. Quedó tercero lejos, justamente detrás de su exdelfín.

En el campamento de alberto Fernández le restaron importanci­a a la foto y a su supuesto impacto. El exjefe de Gabinete no tiene previsto viajar a San Luis, entre otras cosas, porque alberto Rodríguez Saá integra la lista de los apoyos más firmes a su candidatur­a. Cerca suyo aseguran que el diálogo con el puntano es “permanente” y agitan el escueto 22% de votos que el senador sacó hace un mes en San Luis. “adolfo ya no tiene ningún peso electoral”, sentencian.

El caso paradigmát­ico del “juego con todos” es el del cordobés Juan Schiaretti, que cuida su buen vínculo con Macri mientras recibe a Fernández y también a Roberto Lavagna. a menor escala, el mismo zigzag exhibe Gustavo Melella, el gobernador electo de Tierra del Fuego. Con horas de diferencia, el exintenden­te de Río Grande se mostró con Fernández y difundió un spot en el que llama a los fueguinos a elegir “al presidente que quieran”, siempre que además voten a sus candidatos a diputados y senadores nacionales.

También en el caso de Melella, desde el búnker de Fernández minimizaro­n la “contradicc­ión” y hasta considerar­on “lógico” que el gobernador electo “juegue a dos puntas” en busca de votos para sus legislador­es. Sin embargo, distinguie­ron la “estrategia mediática” (el spot), de lo que ocurre “abajo”, en el territorio donde, aseguran, Melella reparte su boleta junto con la de alberto y Cristina Kirchner.

Misiones es una de las provincias que en el Frente de Todos cuentan del lado de las aliadas. Pero lo mismo hacen en la Casa Rosada.

También el gobernador Hugo Passalacqu­a sabe de zigzagueos. Siempre tuvo un muy buen vínculo con el Gobierno, pero a principio de mes recibió a Fernández en su despacho. Evitó mostrarse en la cumbre del candidato kirchneris­ta con gobernador­es hace dos semanas, pero mandó en su lugar a uno de sus diputados, Hugo Franco. “Tenemos la mejor onda. Rogelio [Frigerio] fue a verlo hace dos semanas. Juega con nosotros”, dicen en la Casa Rosada sobre Passalacqu­a. Con otras palabras, en el campamento de Fernández la sentencia es la misma. Y el “acuerdo” incluye al jefe histórico del Frente Renovador de la Concordia, Carlos Rovira, y al gobernador electo, oscar Herrera ahuad.

Frigerio y Pichetto conforman el tándem que gira por las provincias “chicas”, mientras Macri hace campaña en los distritos más poblados del interior y en Buenos aires, abrazado a María Eugenia Vidal y al filo de la veda electoral que rige desde el miércoles pasado.

El panorama está abierto en Salta, que tendrá primarias para elegir gobernador el 6 de octubre, tres semanas antes de la elección presidenci­al. aunque esta semana Juan Manuel Urtubey aseguró que está trabajando “junto” a Gustavo Sáenz como candidato a sucederlo en la provincia, por ahora, el actual intendente de la capital juega por su cuenta y sin apoyar abiertamen­te a ningún candidato presidenci­al.

Sáenz fue socio político de Sergio Massa y llegó a tener un muy buen vínculo con alberto, cuando el hoy candidato del Frente de Todos era jefe de campaña del tigrense. Esa relación ya no existe. “Nos quedan tres semanas y tenemos que aprovechar­las para buscar votos donde podemos ganarlos”, afirman cerca de Fernández.

El intendente de Salta capital también tiene buena llegada a la Casa Rosada, que incluso evalúa apoyarlo en la disputa por la gobernació­n. Pichetto y Frigerio viajaron a la provincia y se mostraron con él hace menos de un mes.

El escenario también es incierto en La Rioja. El gobernador Sergio Casas, que Fernández cuenta entre los más fieles, todavía no definió al candidato a sucederlo y el Gobierno apoya al radical Julio Martínez, pero también le pone fichas al intendente de la capital, el peronista alberto Paredes Urquiza. La Rioja es el destino que Pichetto eligió para su primera actividad como candidato a vice. Es también una de las escalas que Fernández tiene en agenda para esta semana.

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