LA NACION

EE.UU. pide apoyo a sus socios para una misión militar en el Golfo Pérsico

Solicitó colaboraci­ón para proteger el tránsito de los petroleros tras el incidente con el barco británico

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TEHERÁN.– Tras los recientes incidentes en el Estrecho de Ormuz, la Casa Blanca solicitó a sus socios internacio­nales que colaboren en una misión militar conjunta, bautizada Operación Centinela, destinada a proteger el tránsito de petroleros comerciale­s por la boca del Golfo Pérsico. El Pentágono pretende sumar a sus socios en Europa, Asia y Medio Oriente en este esfuerzo naval.

El trascendid­o se produjo poco después de que, el viernes pasado, los Guardianes de la Revolución de Irán incautaron el buque petrolero comercial británico Stena Impero “por ignorar las normas y reglamento­s marítimos internacio­nales al atravesar el Estrecho de Ormuz”. El buque sigue retenido en el puerto de Bandar Abbas (sur del país) y la tensión con Gran Bretaña y sus aliados va en aumento.

Un 20% del petróleo que se consume en todo el mundo pasa por el Estrecho de Ormuz, un paso de

39 kilómetros entre territorio soberano de Omán, Emiratos Árabes Unidos e Irán. Aparte del envío del portaavion­es Abraham Lincoln al Golfo, el Pentágono ordenó el viernes pasado un refuerzo de al menos

500 soldados en su contingent­e en Arabia Saudita.

El presidente estadounid­ense, Donald Trump, dijo el viernes, antes de salir de la Casa Blanca para pasar el fin de semana en su residencia de Nueva Jersey: “Estados Unidos no tiene petroleros en el Golfo porque es autosufici­ente en materia de energía, pero lo que sí que tiene en el Golfo son buques de guerra y una alianza muy fuerte con Gran Bretaña, y cuando Gran Bretaña elija a un nuevo primer ministro trataremos con él este problema, porque tenemos un entendimie­nto con Gran Bretaña que viene de hace mucho tiempo”.

En tanto, ayer, Irán advirtió que la investigac­ión sobre el petrolero británico dependerá “de la cooperació­n” de la tripulació­n, mientras Londres estudia “una serie de opciones” antes de dar a conocer hoy su respuesta.

Los 23 tripulante­s del petrolero británico (18 indios, tres rusos, un filipino y un letón) “están en buen estado de salud”, declaró ayer Allah Morad Afifipoor, director general de la Autoridad Portuaria y Marítima de la provincia de Hormozgán.

“La investigac­ión [...] depende de la cooperació­n de los miembros de la tripulació­n del navío y también de nuestro acceso a las pruebas necesarias para examinar el caso”, añadió en una entrevista para Press TV, el canal de informació­n en inglés de la televisión estatal iraní.

Afifipoor dijo que el Stena Impero había “chocado con un pesquero” que “contactó con el petrolero, pero no tuvieron respuesta”. Las autoridade­s iraníes abrieron una investigac­ión sobre las “causas” del accidente “conforme a la ley”.

De acuerdo con la grabación de audio de los intercambi­os por radio, cuya autenticid­ad confirmó el Ministerio de Defensa británico, los Guardianes de la Revolución intimaron al petrolero a cambiar de rumbo.

Según la misma grabación, poco antes de que las fuerzas iraníes abordaran el buque, una fragata británica que se encontraba en la zona contactó con el Stena Impero para decirle que su “paso en virtud del derecho internacio­nal no debía ser perturbado, obstaculiz­ado, bloqueado ni frenado”.

Ayer, el canciller británico, Jeremy Hunt, habló por teléfono con sus homólogos de Francia y Alemania sobre el caso del navío retenido.

De acuerdo con un comunicado de la cancillerí­a británica, los dos ministros coincidier­on con Hunt en que “el tránsito seguro de navíos por el Estrecho de Ormuz es una prioridad para las naciones europeas, así como evitar una posible escalada” en las tensiones.

Anteayer, Gran Bretaña exhortó a Irán a rebajar las tensiones en el Golfo liberando al Stena Impero. Londres juzgó “inaceptabl­e” su captura, que suscita el temor de una nueva escalada.

Hunt anunció que el Poder Ejecutivo informaría hoy al Parlamento de las “medidas suplementa­rias” que piensa adoptar.

“Vamos a examinar una serie de opciones”, declaró ayer el secretario de Estado para la Defensa, Tobias Ellwood, sin dar más precisione­s.

Anoche, un comunicado del gobierno británico informó que Theresa May presidirá hoy por la mañana una reunión de crisis para analizar el caso, con hincapié en “el mantenimie­nto de la seguridad de la navegación en el Golfo”.

El embajador iraní en Londres, Hamid Baeidineja­d, exhortó en Twitter al gobierno británico “a controlar [las] fuerzas políticas interiores que quieren una escalada de las tensiones existentes entre Irán y Gran Bretaña más allá de la cuestión de los buques”.

La incautació­n del Stena Impero se produjo horas después de que la Justicia del enclave británico de Gibraltar (extremo sur de España) decidió prolongar 30 días la retención de un tanquero iraní, el Grace 1, que llevaba crudo a Siria.

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canciller británico Jeremy Hunt

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