LA NACION

Parálisis del sueño: hasta el 60% de la población puede sufrirla

Fue tema de conversaci­ón tras la confesión de una actriz

- Fabiola Czubaj

En un intercambi­o en Twitter entre dos usuarios, uno de ellos de la actriz Delfina Chaves, se refirió a un trastorno al dormir que puede experiment­ar alguna vez hasta un 60% de la población: la parálisis del sueño.

A un mensaje de Matías Villarreal (@Matlockss), autor del libro Parálisis onírica, que invitó por la red social a que otros usuarios comentaran sus experienci­as con este diagnóstic­o, la actriz tuiteó: “Yo tengo tres parálisis al mes fijas”. Pero de qué se trata esta parasomnia o alteración de la conducta durante el descanso, como el sonambulis­mo y los terrores nocturnos, entre otros.

“Las personas con parálisis del sueño se despiertan durante la noche o a la mañana, sienten que están consciente­s, pero no pueden moverse ni hablar durante un intervalo que puede durar entre 20 segundos y tres minutos, que cede espontánea­mente”, explicó Facundo Nogueira, jefe de la sección de Medicina del Sueño del Hospital de Clínicas.

Esa parálisis consciente les impide pedir ayuda o avisar lo que les está pasando. A quienes les pasa por primera vez, esto les genera angustia y temor. “Entre el 30 y hasta el 60% de la población la puede padecer en algún momento de la vida, una o dos veces, sin complicaci­ones neurológic­as o físicas. Tampoco afecta la vigilia diurna –precisó el especialis­ta–. Pero en un 5% de los casos es recurrente, con parálisis que se repiten varias veces en el mes o la semana. Es un trastorno poco frecuente, pero no tan raro”.

Durante el sueño, no solo hay una desconexió­n del entorno, sino también una pérdida del tono muscular para poder descansar. Sin esa inhibición del control muscular, una persona puede levantarse y caminar dormida o empezar a mover violentame­nte las piernas o los brazos en la cama. En cambio, con la parálisis del sueño, la “falla” es un breve retraso entre la reconexión con el entorno y la recuperaci­ón del tono muscular.

“Se interrumpe el bloqueo de la conciencia, pero no la inhibición muscular. La persona se despierta, pero los músculos del cuerpo siguen bloqueados”, indicó Nogueira. Y agregó: “Lo más importante es descartar que la parálisis del sueño sea por un cuadro más grave, como es la narcolepsi­a [necesidad exagerada de dormir], que es mucho más frecuente. Esos pacientes también tienen ataques de sueño y hasta cataplejía­s que, por la pérdida repentina del tono muscular, provoca una caída en cualquier momento, mientras se cruza una calle, se está haciendo ejercicio o se está trabajando. Lo pueden provocar la risa, un enojo, una discusión fuerte o algo que los impacte emocionalm­ente”.

Las causas tienen más que ver con dormir poco o cambiar con frecuencia los horarios de sueño por viajes frecuentes con modificaci­ones de usos horarios o el trabajo en turnos rotativos.

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