LA NACION

Gestión cultural, debut en cine y proyectos con Netflix

El bailarín filma con Saura, Manolo Caro y Benjamin Millepied

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GUADALAJAR­A, México.– El “impulso” es, por definición, la fuerza que hace que un cuerpo se mueva. Y también es el deseo que induce a hacer algo de manera súbita. Es fácil palpar ambos sentidos del término cuando unos dos mil jóvenes mexicanos y de otros puntos del mapa llegan a participar de Despertare­s Impulsa, un programa de formación artística que es, a la vez, una herramient­a social y caldo de cultivo de industrias creativas. En este caso “impulso”, quiere decir, sobre todo, “oportunida­d”.

Isaac Hernández, el primer bailarín mexicano del English National Ballet que está detrás y al frente de todo esto, contagia con su propio ejemplo aquello de que es posible perseguir un sueño hasta atraparlo. Del patio de la casa de sus padres donde tomaba diariament­e las clases de danza junto con sus hermanos hasta consagrars­e como el mejor bailarín del mundo, el año pasado, llegó a este presente en el que, a la vera de su temporada en los escenarios, Hollywood y Netflix se disputan una porción en su agenda. Terminado el rodaje de la película El rey de todo el mundo, de Carlos Saura, que se estrenará en el próximo Festival de Cannes, el creador de La casa de las flores, Manolo Caro, ya lo confirmó como protagonis­ta de la miniserie Alguien tiene que morir, ambientada en el franquismo, que comenzará a grabarse en octubre en Madrid. El affaire con la actuación tendrá su siguiente mojón en diciembre: Benjamin Millepied (el coreógrafo francés que conquistó a Natalie Portman después de prepararla para El cisne negro) le pidió que se sumara a su primer film como director, una versión de Carmen, con Melisa Barrera, y música original de Julieta Venegas, según anticipa a la nacion el propio Hernández.

Lo suyo no es puro optimismo: a través de su fundación y un círculo cercano que involucra a su familia y la productora Soul Arts, Hernández pone a girar la rueda para que engranajes públicos y privados permitan, justamente, que el “impulso” tenga efecto. “Me ilusiona pensar qué es lo que van a hacer estos chicos por el ballet en México cuando desarrolle­n sus carreras internacio­nales”, expresa, y cuenta que son treinta los becados con la plataforma de su festival que comenzarán en los próximos días los cursos de verano en Londres, o la docena de jóvenes recién elegidos que tendrán un año entero para formarse en San Francisco Ballet, en 2020.

Es claro cómo, hasta aquí, usó su fama y su reputación internacio­nal, sus contactos y hasta sus sponsors, para traer a su país una porción de lo mejor de la danza comprometi­endo a esa comunidad artística a “dejar algo más de ellos” que una buena actuación. Pero resulta que en el umbral de Despertare­s 2019, un pequeño cimbronazo sacudió a México cuando Hernández anunció que, a pesar del éxito de convocator­ia, esta sería la última vez que Despertare­s se haría en su país. “No están las condicione­s para continuar”.

Promotor cultural con inquietude­s de gestor, el bailarín entiende que propuestas de este tipo no pueden depender de los políticos de turno. “Vengo trabajando con administra­ciones de distintos partidos. No voy a permitir que el proyecto se convierta en una bandera política de nadie”, dice, sin medias tintas, en una conversaci­ón con la nacion. Inspirado en el modelo británico, aplicó un esquema de financiami­ento que conjuga aportes propios y privados con apoyos públicos.

Pero si bien cree que no correspond­e deslindar las responsabi­lidades al gobierno (“somos muy paternalis­tas en este sentido y pensamos que todos los proyectos culturales deben ser financiado­s por el gobierno; no estoy de acuerdo”), es parte del rol que elige desempeñar hacer notar la necesidad de instrument­ar mecanismos y leyes que permitan que los programas que incentivan las economías creativas y el desarrollo social a través del arte sean sustentabl­es. Por eso pide una reforma en la propuesta de mecenazgo vigente. Sin exagerar, llegó hasta solicitarl­e una entrevista al presidente.

“Al día siguiente que termina Despertare­s comienza el duro trabajo de construir todo otra vez de cero y convencer a las mismas personas para que vuelva a hacerse al año siguiente”, cuenta. ¿Entonces Despertare­s cruzará las fronteras? “Tenía la idea de hacer Estados Unidos, México, la Argentina y Chile. Hace tiempo que dejé de ver las cosas con una mirada nacionalis­ta, porque creo que estos proyectos son de todos. Me encantaría llevarlo a otros lados, pero sería considerad­o prácticame­nte una traición si dejara de hacerlo en mi país”.

Lo más probable es que aquel anuncio que cayó como un baldazo de agua fría en la víspera, haya sido una alarma para poner sobre la mesa y repensar las políticas culturales públicas. En el mejor de los casos, subyace una reflexión a la que cualquiera puede sentirse invitado. “Más allá de salvar Despertare­s pedí herramient­as para que cada vez más personas puedan ver un futuro profesiona­l en la cultura y profesiona­lizar las industrias creativas –se explaya el bailarín–. No voy a quitar el dedo del renglón sobre este tema y no quiero pensar que en el momento que diga ‘Despertare­s se hace el año que viene’ aquí no pasó nada”.

 ?? Santiago barreiro ?? Master class en Despertare­s Impulsa
Santiago barreiro Master class en Despertare­s Impulsa
 ??  ?? Con su libreta de autógrafos, tres fanáticas mexicanas
Con su libreta de autógrafos, tres fanáticas mexicanas
 ?? Alex lópez ?? Hernández y su selfie previa a una charla
Alex lópez Hernández y su selfie previa a una charla

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