Emergencia por el Ébola
Pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró, en enero de 2016, que la epidemia de ébola, que entonces azotaba al Congo, había finalizado, el peligroso virus ha reaparecido y con él, la natural preocupación del referido organismo. Tanto, que acaba de declarar la emergencia mundial frente a esta epidémica fiebre hemorrágica que se contrae por contacto con la sangre o los fluidos corporales de animales infectados, mayormente monos o murciélagos.
Desde agosto último a la fecha, unas 1600 personas han muerto como consecuencia de haber contraído el Ébola, un virus cuya primera detección se remonta a 1976. Concentrados mayormente los casos en África, han sido detectados también en algunas localidades de Sudán, Guinea, Liberia y Sierra Leona, Mali, Senegal y Nigeria. Fuera de África, impactó en Italia, Gran Bretaña y España. El actual brote parece haberse generado a partir de la manipulación de carne de animales silvestres infectados con el mal.
Desgraciadamente, la ignorancia, e incluso las reacciones violentas asociadas, afectan con frecuencia las campañas sanitarias contra el Ébola. Grupos de personas, impulsados por creencias religiosas o por temor a lo que suponen pueden ser acciones malvadas imputables a agentes extranjeros, atacan las instalaciones de salud, haciendo muy difícil las tareas de vacunación y, en su caso, hasta de disposición de cadáveres.
El Ébola, en particular, tiene una tasa de letalidad que se cobra largamente la vida en la mitad de los casos que se detectan. Si bien no se dispone de tratamientos específicos, existe, aunque todavía en período de prueba, una vacuna de incipiente utilización en el Congo, con las personas más cercanas a quienes han contraído la enfermedad. La vacunación incluye a embarazadas y lactantes, aun cuando no hubieran tenido contacto directo con una persona infectada.
Lamentablemente, la epidemia se ha acercado peligrosamente, por primera vez, a una ciudad de importancia por su cantidad de habitantes: Goma, en la región de los Grandes Lagos, cercana a la frontera con Ruanda, donde reside más de un millón de almas.
La nueva advertencia de la OMS ha de despertar una actitud de suma prudencia en los turistas. Es absolutamente imperativo evitar transitar por comunidades infectadas dado el nivel del riesgo. Por precaución, los viajes al Congo, Uganda, Ruanda y Sudán debieran, de ser posible, evitarse por el momento o realizarse tomando todas las precauciones que se recomiendan y con asesoramiento médico, en procura de evitar los contagios. Como las guerras, las epidemias también provocan olas de desplazados, cuya debida asistencia se torna particularmente difícil.
Ante el preocupante riesgo de que el brote actual pueda transformarse en una tragedia sanitaria de magnitud, las organizaciones internacionales, tanto como las nacionales, debieran estar particularmente alertas y activas para evitar los contagios.