Historias de humor con payasos inclusivos
les payases, una obra en deconstrucción
dirección: Bárbara Goloschtein. elenco: Agostina Concilio, Lautaro Noriega, Lara Poloni, Lua Pons, Malena Rodríguez Sordi, Milagros Zabaleta. vestuario: Alejandra Robotti. música: Emilio Citro. sala: El Método Kairós, El Salvador 4530. funciones: Jueves a domingos, a las 15.
Ya desde el título queda claro que esta obra es profundamente actual y coyuntural. No se sabe el destino del lenguaje inclusivo pero sin dudas abrió una reflexión ineludible, el tan extendido “todos”, o “niños” como genérico dejan sabor a poco.
Una payasa sale a escena y, al hablar, le sale voz de varón. Entonces el tema sobre la diversidad y la importancia de volver a pensar y desarmar estructuras tan arraigadas está instalado. De este y de unos cuantos temas más se hace cargo Les payases.
En algunos momentos, el subrayado parece demasiado, sobre todo teniendo en cuenta que para la infancia los géneros son mucho menos importantes
que para los mayores. De todos modos, la reflexión sobre estos temas es siempre bienvenido.
Les payases está dividida en unos cuantos episodios que narran diferentes historias propias del imaginario infantil como el miedo a estar solos y que aparezcan monstruos; la dificultad de compartir; las preguntas siempre iguales de los más grandes; el uso irrefrenable de la tecnología hoy y unos cuantos temas más que encuentran eco inmediato en los más chicos.
De cada historia se desprende una canción. En total son ocho y aunque son muy buenas ese es tal vez el punto más flojo de la propuesta porque las canciones grabadas y no cantadas en vivo le sacan frescura a pesar de tener buenas letras, que se entregan a los espectadores antes de que comience el espectáculo. Sería ideal escucharlas por los propios actores en escena en lugar de imprimirle esa distancia.
Las actuaciones de los seis intérpretes son muy buenas. Agostina Concilio, Lautaro Noriega, Lara Poloni, Lua Pons, Malena Rodríguez Sordi y Milagros Zabaleta logran captar la atención de toda la platea. Ni amor a primera vista, ni princesas perdidas que deben ser rescatadas, ni príncipes que no le tienen miedo a nada se escucha en una de las últimas canciones y entonces la deconstrucción está en marcha.