Nuevo Belgrano
Aunque residencial y pleno de colegios, este barrio también tiene espacio para comer rico y hacer compras interesantes. Descubrí sus puntos fuertes junto con Club.
A una oferta
gourmet en crecimiento, el barrio también suma un costado beauty, con locales de cosmética
Si bien siempre fue sobre todo conocido por sus casas señoriales y su gran oferta de colegios, desde hace un tiempo Belgrano también tiene logros comerciales para exhibir. Y por suerte los beneficios de Club acompañan a muchos.
En la esquina de Juramento y Miñones, por ejemplo, Antonia Trattoria cosecha elogios con sus pastas caseras, con especial hincapié en sus fusillis al fierrito y sus ravioles de espinaca a la scroffa (aunque dicen que sus pizzas también valen la pena). En tanto unas cuadras más hacia el lado de Núñez, Lo de Lalo seduce con un espacio cálido, que, entre ladrillo a la vista y una balanza antigua, ofrece delicias como mollejitas braseadas, pacú a la parrilla y sorrentinos negros. Muy cerca, Fiera también suma su propuesta
de “parrilla urbana”, donde hay platos de autor interesantes como la hamburguesa de asado, con 250 gramos de carne, queso cheddar, panceta, rúcula, tomate asado y el aderezo de la casa.
Si, en cambio, el antojo es de sushi, Nemuri es una gran opción. Ofrece tanto rolls clásicos como novedosos (el White Sweet, con salmón rosado, praliné y salsa de maracuyá, es un espectacular aporte al rubro), y asimismo woks, ceviches y pescados al plato, todos perfectos para seguir explorando la cocina japonesa.
Pero no solo se come bien en Belgrano. Para aquellos en busca de cuidar su piel, la apertura de Lidherma Skin House el año pasado resultó una buenísima noticia. Además de vender y asesorar sobre sus productos, la marca realiza tratamientos y cursos. Y a unas cuadras, La Parfumerie brinda su nutrida oferta de productos cosméticos para completar el lado beauty del barrio. Porque en el nuevo Belgrano, el paseo es completo.