Agtech. Plataformas digitales al servicio de la producción
En la muestra de Palermo, los líderes de la digitalización del agro analizaron los desafíos de las nuevas tecnologías
“Las start ups que están trabajando para vincular las nuevas tecnologías con la producción agropecuaria se orientan en dos sentidos principalmente: la digitalización en todo el proceso de producción y comercialización de alimentos, y el desarrollo de productos que tiendan a reemplazar a las materias primas”, afirmó el consultor Ignacio Peña, quien habló en la jornada Agtech organizada por Nesters (una potenciadores de start ups Agtech), CREA y la Sociedad Rural Argentina durante la Exposición Rural de Palermo. La reunión tuvo como objetivo analizar el presente de las start ups orientadas al campo y tratar de avizorar las próximas etapas.
Un ejemplo de la primera categoría de emprendimientos es Índigo Argentina, una compañía que, mediante la aplicación de inteligencia artificial, identifica los microorganismos benéficos para el desarrollo de las plantas, los multiplica y los aplica a cultivos mediante el tratamiento de semillas. Así, las plantas pueden aumentar su resistencia al estrés, prevenir enfermedades e incrementar la absorción de nutrientes.
En la segunda categoría figura, por ejemplo, Beyond Meat, una compañía que ya vale 12.000 millones de dólares porque está trabajando para producir hamburguesas, albóndigas y otros productos a partir de vegetales libres de gluten y de transgénicos; tienen el aspecto y satisfacen igual que la carne que reemplazan.
otra empresa israelí -Future meat technologies- tiene como lema Animal free; earth friendly y desarrolla procedimientos para producir bifes en casa a partir de células musculares sin recurrir a la crianza de animales. Estos productos van a desplazar a una parte de la carne convencional en 10 a 30 años según distintas estimaciones. Un proceso similar se está dando en la leche.
En la jornada, la comunicadora María Eugenia Estenssoro recordó que los países que más crecieron en los últimos años fueron los que incorporaron más ciencia y tecnología. “El campo argentino tiene ese desafío por delante y podría convertirse en otro Israel o en el Silicon Valley de la bioeconomía”, desafió.
Aterrizado al plano cotidiano, este concepto exige que los emprendedores con buenas ideas “detecten una oportunidad, consigan el capital para desarrollar el proyecto y tengan talento para conseguir la adopción por parte de los usuarios”, según expresó Carlos Becco, director de Índigo Argentina. Para llevar adelante ese proceso “hace falta un desarrollador de la tecnología, un inversor y usuarios”, según definió Federico Bert, líder de Investigación y Desarrollo de CREA.
La primera etapa -la oportunidad, en este caso en el sector agropecuarioestá a la vuelta de la esquina. Un ejemplo que se expuso en la jornada fue el de la empresa S4: “notamos que en la agricultura argentina había mucha incorporación de tecnología, pero el problema del riesgo climático no estaba resuelto y las compañías de seguros no habían incorporado las técnicas necesarias para transferirlo al mercado financiero”, indicó Luis González Venzano, titular de la start up que ofrece la gestión de esta amenaza previniendo a los productores de sequías e inundaciones.
“La segunda etapa -conseguir el capital necesario para escalar el proyecto- es una limitante en la Argentina, pero no una barrera infranqueable”, afirmó Alejandro Larosa, presidente del portal Agrofy. Y agregó: “cuando es necesario ir fuera del país, hay que generar confianza a largo plazo enviando la información durante mucho tiempo; antes de la aprobación hay un periodo de maduración, con determinado ritmo, para conseguir el apalancamiento final”, apuntó.
Por su parte, Becco recordó que “el sector agropecuario es el más grande de la economía argentina que aún no está digitalizado, lo que pone en evidencia la oportunidad enorme para los emprendedores para conseguir financiamiento”.
“Pero con la oportunidad y el capital no alcanza; hay que conseguir la adopción efectiva por los usuarios. Generalmente, los inversores tienen paciencia con el período que transcurre hasta la monetización del proyecto, pero no la tienen con la adopción”, distinguió Becco. “Si la adopción no se alcanza rápido hay que cambiar el modelo de negocio; si no se tienen muchos clientes no se es nadie”, remarcó.