el impuesto complementario dilata La firma de Las escrituras.
Para regularizar la titularidad de las tierras se exige el pago del impuesto complementario, un compromiso que ninguna parte quiere asumir
El mercado celebra la semilla de lo que podría representar el comienzo del fin de la burocracia en la escrituración de los barrios cerrados. Hace poco más de un mes se conoció la noticia de que a partir del régimen para la regularización de conjuntos inmobiliarios consolidados, que entró en vigor tras la sanción de la resolución 400/19, podrá comenzar a regularizarse la situación de
200 desarrollos que no contaban con título de propiedad, lo que hacía que los tenedores de los terrenos no pudieran tomar un crédito hipotecario. Se estima que serán 100.000 los lotes beneficiados por este régimen que acelera los trámites de aprobación, subdivisión y escrituración.
La ventaja del nuevo sistema es que contempla trámites digitales integrados en tres organismos centrales de la provincia de buenos Aires: uno es el de Desarrollo Sostenible (OPDS), otro es la autoridad del agua (APA) y la Dirección Provincial de ordenamiento Urbano y territorial (Dpout). Esta decisión representa una señal clave para los desarrolladores sobre todo si se tiene en cuenta que hasta ahora aprobar, subdividir y escriturar un loteo no llevaba menos de 10 años. Un tiempo en el que para lograr que se aprobara la urbanización era necesario tramitar en paralelo no menos de
20 expedientes ante distintos organismos provinciales y municipales -por ejemplo de Viabilidad, Prefactibilidad, Plano de Propiedad Horizontal y Estudio de impacto Ambiental, entre otros-. Además, en muchos casos se solapaban los trámites exigidos por la provincia con los municipales. El lado b de esta noticia es quien se hará cargo del impuesto complementario que se incorporó
al código Fiscal en 2013. El mismo alcanza a “los titulares de dominio, los superficiarios, los usufructuarios y los poseedores a título de dueño” cuando éstos tuvieran disponibilidad económica sobre más de un lote en la provincia de buenos Aires. Es decir, los propietarios pagan un impuesto por lote, pero si tienen más de uno, deben abonar un extra -un impuesto personal gravado sobre bienes Personales-. y justamente, para avanzar en el proceso de regularización y escrituración cada propietario tiene que hacer un trámite que desvincule al desarrollador del lote y su partida. El tema es que este trámite exige, en los casos que corresponde el pago de ese impuesto complementario.
“Es un impuesto que está previsto para el verdadero “dueño” y no para quien sea titular registral sin tener la disponibilidad económica sobre el bien. El desarrollador es un simple mandatario que ni siquiera es dueño de una partida”, aclara el desarrollador Jorge o´reilly poniendo sobre la mesa el problema: nadie quiere asumir esa deuda. Los desarrolladores argumentan que ya entregaron la tierra y los “propietarios” que no tienen el título de la propiedad. respecto al proceso de “desvinculación”, o’reilly alerta que en los últimos meses, fue notoria la reticencia de las agencias a permitir las vinculaciones de las partidas a sus “verdaderos dueños”. “Desde enero Arba ha iniciado juicios a los titulares registrales que, muchas veces, no son los verdaderos dueños y que, por tanto, no están alcanzados por dicho impuesto. En ese marco se han dictado inhibiciones generales y embargos por sumas que resultan imposibles de pagar”, finaliza. •