El lado oscuro de los desarrollos verdes
Para que las ciudades sean sustentables, todos los residentes deben tener acceso a viviendas accesibles y empleos con salarios dignos
Quienes se mudan a estos barrios tienen mejor posición económica que los residentes desplazados
Las ciudades sustentables cada vez cuentan con más adeptos. La idea de las brillantes torres residenciales y los parques frente al mar se convirtió en una concepción ampliamente compartida de cómo deberían ser las urbes verdes. Pero algo en lo que no se hace mucho hincapié es que estas localidades podrían elevar los precios de los bienes raíces y desplazar a los residentes de bajos y medianos ingresos hacia otras poblaciones.
Los especialistas en gentrificación y justicia social, eligen modelos sustentables que reconozcan tres aspectos fundamental es: medio ambiente, economía y equidad. Estas distinciones se encuentran
en los proyectos de desarrollo basados en los modelosde eco log iza ciónurba na, que producen mejoras ambientales reales y benefician a los residentes de la clase trabajadora que suele vivir en vecindarios que están históricamente desatendidos.
Durante más de una década de investigación en una zona industrial de Nueva York, observamos una visión alternativa. Este modelo apunta a limpiar el medio ambiente a la vez que conserva y crea empleos con salarios dignos. Al hacerlo, permite a los residentes que han sufrido décadas de contaminación no sólo mantenerse en el lugar sino también disfrutar de los beneficios de un vecindario amigable.
La gentrificación se ha convertido en un término generalizado para describir el cambio de vecindario y, a menudo, se interpreta erróneamente como el único camino para mejorarlo. De hecho, su característica definitoria es el desplazamiento. Por lo general, las personas que se mudan a estos barrios son blancas, de mejor posición económica y más educadas que los residentes desplazados.
Investigaciones recientes se centraron en los efectos de desplazamiento de la limpieza ambiental y en las iniciativas de espacios verdes. Este fenómeno ha sido denominado: gentrificación ambiental, ecológica o verde.
La gentrificación ambiental naturaliza la desaparición de la manufactura y la clase trabajadora. Hace que la desindustrialización parezca inevitable y deseable, a menudo reemplazando literalmente a los inmuebles industriales con paisajes más naturales. Cuando estos vecindarios finalmente se limpian, después de años de activismo por parte de los residentes de larga data, esos defensores a menudo no pueden quedarse y disfrutar de los beneficios de sus esfuerzos.
Pero hay que tener en claro que la ecologización y la limpieza ambiental no conducen necesariamente a la gentrificación. Existen herramientas que pueden hacer que las ciudades sean más verdes e inclusivas, si hay voluntad política.
El libro titulado “Just Green Enough: Urban Development and Environmental Gentrification”, proporciona muchos ejemplos que dan cuenta de la necesidad de planificar los efectos de la gentrificación antes de que ocurra el desplazamiento. También describe los esfuerzos para crear mejoras ambientales que consideren explícitamente las preocupaciones de equidad. Por ejemplo, Uprose, la organización latina más antigua de Brooklyn, combina el activismo de la justicia racial con la planificación de la resiliencia climática en el vecindario Sunset Park de Brooklyn. El grupo aboga por la inversión y capacitación para pequeñas empresas existentes que a menudo son propiedad de latinos. Su objetivo no es solo expandir los empleos de manufactura bien pagados, sino también incluir a estas empresas en un replanteamiento de cómo se ve una economía sostenible. En lugar de cambiar la zonificación del litoral para uso comercial y residencial de alto nivel, Uprose está trabajando con una visión inclusiva del vecindario, basada en la experiencia de sus residentes inmigrantes, en su mayoría de clase trabajadora. En el mismo libro el geógrafo Dan Trudeau afirma que desde el principio, los vecindarios social y ambientalmente justos deben planificarse, incluyendo viviendas asequibles y servicios ecológicos para todos los residentes. Trudeau destaca la necesidad de encontrar “capital paciente”, una inversión que no espera un beneficio rápido, y muestra que los gobiernos locales deben asumir la responsabilidad de establecer una visión y una estrategia para la equidad e inclusión de la vivienda. Es hora de expandir la noción de cómo se ve una urbe verde y para quién es. Para que las ciudades sean verdaderamente sustentables, todos los residentes deben tener acceso a viviendas asequibles, empleos con salarios dignos, aire y aguas limpias y espacios verdes. •